Los últimos acontecimientos en torno al conflicto arancelario, promovido por el Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, tienen atentos a los consejeros y analistas del Banco Central.
Muestra de aquello es un recuadro incorporado en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, en el que la entidad calculó el potencial impacto que podría tener el conflicto arancelario sobre las exportaciones chilenas.
"Por un lado, los aranceles podrían afectar los incentivos de las empresas chilenas a exportar a Estados Unidos y la disposición de los hogares y empresas estadounidenses a adquirir productos chilenos. Por el otro, las tensiones comerciales y el aumento de la incertidumbre reducirían el crecimiento a nivel global y con ello, la demanda externa por bienes chilenos", parte señalando la entidad en el recuadro.
Así, el emisor analiza algunos de los datos respecto al comercio exterior chileno.
Por ejemplo, después de China, Estados Unidos es el segundo socio comercial chileno. En 2024, los envíos a este país representaron un 16% de las exportaciones totales y un 5% del PIB, mientras que los principales productos enviados a ese mercado corresponden a la minería (41%) y alimentos (35%), destacando entre estos últimos las exportaciones de frutas y de salmón.
El 25% restante se divide entre la industria maderera y forestal, la industria química y otras ramas industriales.
"El arancel de 10% afecta a algo más de la mitad de los envíos a ese país. El anuncio dejó exentos a algunos productos, como el cobre, el litio y productos derivados, y la madera. De esta manera, el arancel afecta a algo más de 8% de las exportaciones totales, equivalentes a 2,5% del PIB", son los primeros cálculos del Banco Central.
La información disponible hasta el momento, dice el documento, sugiere que las exportaciones chilenas no exhiben cambios relevantes respecto a las tendencias previas al inicio del conflicto.
Así, según datos de Cuentas Nacionales, las exportaciones reales de bienes crecieron en torno a 5% anual en 2024, cifra que aumentó a cerca de 10% anual en el primer trimestre de 2025, con todas sus agrupaciones mostrando elevados crecimientos, dice el recuadro.
Se agrega que los datos de Aduanas para abril y mayo sugieren que, en general, este dinamismo se habría mantenido, con tasas de crecimiento nominales que siguen elevadas. La excepción son las exportaciones agropecuarias, cuya estacionalidad se concentra en la temporada de verano, incidiendo menos en el resto del año. En las exportaciones industriales, no se observan cambios relevantes en los envíos hacia Estados Unidos, agrega el análisis del banco.
Lo que se espera hacia adelante
El IPoM señala que es "esperable" que los aranceles afecten tanto los incentivos de las empresas chilenas a exportar a Estados Unidos como de los hogares y empresas estadounidenses por comprar productos chilenos, lo que provocaría una caída en las exportaciones hacia este país.
"La magnitud de esta caída depende de múltiples factores, los que pueden resumirse en la elasticidad de oferta de las exportaciones chilenas -cuánto varía la cantidad exportada ante una variación del precio efectivo recibido por las empresas- y la elasticidad de demanda de las importaciones estadounidenses -variación de las cantidades importadas ante variación en el precio efectivamente pagado por los consumidores", continúa explicando el banco.
En este caso, dice el recuadro, también son relevantes los aranceles impuestos por Estados Unidos a otras economías. A su vez, las empresas chilenas podrían responder a los aranceles redirigiendo envíos hacia otros destinos, inclusive al mercado local, lo que mitigaría el impacto negativo de los aranceles en la producción nacional.
Para cuantificar este impacto, el recuadro cita un paper de Briones (2025), en el que se realizan regresiones de panel con microdatos de Aduanas de Chile a nivel firma-producto.
Los resultados sugieren que un alza de 10% de los aranceles genera una caída de 6% en las exportaciones (cantidades) a este destino, efecto que se alcanza tras un año. Sin embargo, este efecto se ve compensado por un redireccionamiento de los envíos hacia otros destinos y un aumento en las ventas a nivel local.
"Con todo, considerando el porcentaje de productos afectos a aranceles y las elasticidades estimadas, el impacto del alza de aranceles sobre las exportaciones totales sería acotado -equivalente a 0,1 pp. (punto porcentual) del PIB- y se concentraría en 2026", concluye el IPoM.
Sin embargo, el mensaje del banco es que estas estimaciones presentan "grados de incertidumbre" debido a diferencias entre los cambios de aranceles producidos durante el período considerado para estas estimaciones y el evento actual.
El escenario central del IPoM, en comparación con el de marzo, contempla una reducción de 0,8 pp. del PIB de socios comerciales acumulado en 2025-27 debido a la
guerra comercial, lo que implicaría una caída acumulada en las exportaciones equivalente a 0,2 pp. del PIB nacional, agrega el reporte.
"El escenario central de este informe incorpora un impacto acotado del aumento de las tensiones comerciales. No obstante, existen riesgos de un mayor deterioro si el conflicto comercial y/o su efecto sobre el crecimiento mundial se intensifica, toda vez que el principal canal de transmisión está ligado a la evolución de la demanda mundial", cierra el análisis.