El estudio Artificial Intelligence and Labor Market Transformations in Latin America, de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, concluyó que la exposición a la IA en la región tiene efectos positivos en el trabajo y que a diferencia de la automatización tradicional, aumenta las oportunidades de empleo en los quintiles salariales más bajos y más altos, lo que depende de los quintiles medios, porque estos pueden subir o bajar.
La investigación, publicada en el IZA Institute of Labor Economics por los académicos Pablo Egaña y Claudio Bravo-Ortega, se basó en encuestas del Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de Bolivia, Chile, Ecuador, México, Perú, El Salvador y Colombia.
Los investigadores aplicaron algoritmos de maximización de expectativas e índices de exposición a IA -Webb y Felten- y concluyó que por cada unidad en el índice de exposición a la IA, el empleo crece en 1,29% (Webb) y en 0,66% (Felten).
Según la investigación, parte de los trabajadores de ingresos medios se trasladan hacia empleos mejor remunerados en los quintiles altos, aunque otros descienden a trabajos menos calificados, lo que sugiere una “heterogeneidad” en cómo la exposición a la IA impacta el empleo en los diferentes quintiles.
Este moviemiento también genera que los quintiles superiores tengan una caída en el promedio de los salarios. “Los trabajadores que entran suben su ingreso, ya no son clase media, pero no son los mejores del quintil top, ingresan en la parte más baja. Sin embargo, todos están mejor en ese quintil”, dijo Bravo-Ortega.
Explicó que el efecto neto de la exposición a la IA en el empleo “es positivo, y los datos muestran que los profesionales y trabajadores que aprenden a usarla, aumentan su productividad y probablemente también van a llevar aparejado un mejor salario”.
La investigación también concluyó que en América Latina existen mayores brechas en la exposición a la IA según el nivel educacional y en diferencias de género en habilidades de gestión y TIC (Tecnologías de la información y comunicación), que en los países de la OCDE.
Bravo-Ortega dijo que, dadas las características del mercado laboral en Europa y países OCDE, estos enfrentan un menor riesgo de automatización, debido a que tienen una proporción más alta de trabajos calificados y menos tareas físicas o repetitivas que en América Latina.
Impacto en STEM
El estudio señala que la exposición a la IA está positivamente relacionada con niveles más altos de educación y habilidades cognitivas, y en personas con formación en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y TIC.
En particular, destacó que esta tecnología plantea mayores oportunidades para los trabajadores más jóvenes y para las mujeres con altas habilidades gerenciales y en TIC, quienes tienen acceso a IA.
“El hecho de que las mujeres tengan más exposición permite anticipar que pueden ser grandes beneficiarias de la inteligencia artificial, de hecho, los efectos promedios son positivos”, dijo Bravo-Ortega.