El buen rendimiento de la economía y sus positivos efectos sobre el mercado laboral chileno han llevado la tasa de desempleo a una reducción desde 8% a 7,4% en sólo un año (comparación trimestre móvil julio-septiembre).
Con los vaivenes propios de factores estacionales, la desocupación ha tocado el piso de 7% y ha bordeado las 500 mil nuevas plazas de trabajo.
Si bien el ritmo de expansión que mostró en meses anteriores comienza a desacelerarse, el saldo sigue siendo favorable y la tasa se mantiene en rangos aceptables. La velocidad de crecimiento de la fuerza de trabajo y la ocupación comienzan a acercase poco a poco, lo que hace prever una normalización de los avances.
Pero más allá de este escenario general, es interesante revisar dónde están los nuevos puestos de trabajo. Para ello, DF UI analizó el tamaño de las empresas que están dando o quitando empleo, y las posibles razones que explican sus conductas de contratación y despedido.
Al revisar el último período publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), llama la atención el resultado a primera vista. Las empresas con 200 o más trabajadores ocuparon 53 mil personas menos que en igual período del año pasado (JAS), mientras que las firmas que tienen entre 50 y 199 trabajadores lideraron la contratación con cerca de 200 mil.
Aunque este resultado podría ocultar las variables propias del mercado laboral, al hacer el mismo ejercicio con los trimestres móviles anteriores se observa la misma situación desde el período marzo-mayo. En esa medición, el saldo negativo para las grandes empresas es de más de 58 mil personas y quienes encabezaban la disposición de puestos de trabajo son las microempresas (menos de 5) con 204 mil ocupados más que en igual período de 2010.
El lapso con mayor destrucción de empleo por parte de las grandes empresas se da en el trimestre mayo-julio, donde el resultado negativo supera los 95 mil ocupados menos.
Desde el período enero-marzo de 2010 hasta julio-septiembre de este ejercicio, la relevancia de las empresas más grandes en el número de ocupados chilenos, pasó de 33,5% a 31,4%, o sea 2,1 puntos porcentuales menos.
Las razones
La investigadora del Programa Económico y Social de Libertad y Desarrollo, Cecilia Cifuentes, señala que para sacar conclusiones categóricas de esta situación se necesitan períodos más largos. Sin embargo, agrega que hay varios factores que pueden explicar este desempeño de las grandes empresas.
Desde su análisis, hay un tema de expectativas que puede estar afectando la contratación en firmas de mayor tamaño. En ese sentido, enumera el debate tributario que se ha instalado a nivel de agenda y la incertidumbre por la crisis externa.
También considera que puede existir una mayor tercerización de estas empresas, razón que explicaría el traslado hacia empresas con menos trabajadores.
“Como un punto positivo, la menor importancia de menos de 5 y el aumento entre 50 y 200 evidencia un incremento en la creación de empleo formal, con condiciones laborales de mayor estabilidad y previsión”, destaca. Además, sostiene que el mayor empleo en las empresas más pequeñas quiere decir que la agenda pro PYME del gobierno está funcionando.
Para Cristóbal Huneeus, director de HL Consultores y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, “la destrucción de empleo de las empresas grandes no es sorprendente, pues éstas cuando ganan eficiencia necesitan menos trabajadores. Las grandes empresas, representan mucho del nivel de empleo, pero poco de la creación de empleo”, aclara.
Según Huneeus, hay empresarios que tienen internalizado que los impuestos se mantendrán en 20% el próximo año y “a parecer hay empresas que aún se están ajustando a esta nueva realidad”.
Para Joseph Ramos, académico de la Universidad de Chile, el tema tributario es relativamente ajeno del empleo. “Si bien una mayor tributación de las empresas podría afectar su inversión y, por ende, su futuro empleo, la evidencia sugiere que el efecto en Chile sería muy modesto”. Asismismo, agrega que “si el incremento en tributación se dedica - como se habla hoy - a mejorar el capital humano y la inversión, el empleo total podrían aumentar, no caer”.
Ley de igualdad salarial
“El reglamento interno de las empresas con 200 o más trabajadores, debe contener un registro de los cargos y funciones de los empleados y sus características”. Esta obligación contenida en la ley de igualdad salarial entre hombres y mujeres con vigencia desde diciembre de 2009 podría tener algún efecto. Dicho registro debía ser obligatorio desde enero de 2010.
Al tomar sólo el último dato de ocupación, se observa que de los 53 mil empleos menos, más de 47 mil corresponden a mujeres.
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