Adrenalina en cuatro ruedas
Salir de Santiago dos veces al mes con su buggy, es el mejor panorama para Claudio Hidalgo.
Por: Equipo DF
Publicado: Viernes 8 de julio de 2011 a las 05:00 hrs.
por Daniela Paleo
El presidente de la multinacional Nextel Chile, Claudio Hidalgo, sabe de presiones en su trabajo. Por eso, liberar las tensiones es necesario para este ejecutivo, y aprovecha su pasión por los buggy para hacerlo. “El gusto por este deporte fue una evolución de diferentes actividades más o menos relacionadas. Viviendo en Rancagua cuando era joven, me gustaba mucho ir a la cordillera en bicicleta, después pasé de bicicleta normal a mountanbike, luego un pequeño tiempo por las motos, gracias a lo cual descubrí los buggy”, explica.
Un buggy es un vehículo de arena ideal para recorrer zonas costeras, desiertos o dunas. Claudio practica este deporte desde hace tres años, cuando llegó de Centroamérica a vivir a Chile. De preferencia lo hace fuera de Santiago, (en Rancagua), aunque lo ideal, como él mismo afirma, es realizar esta actividad en el norte del país, donde las exigencias geográficas permiten enfrentar desafíos mayores en la carrera. “La geografía de nuestro país invita a llevar estas máquinas al máximo. Tenemos lugares privilegiados para sacar todo el provecho que te pueden ofrecer estos “juguetes”, dice.
Una o dos veces al mes, Claudio sale de Santiago con un grupo de amigos para andar en buggy, donde aprovecha de liberar la mente para enfrentar los desafíos del trabajo. “Este es un deporte que permite trabajar muy en equipo con el copiloto, quien es parte esencial en cualquier carrera, pues no sólo va mostrando el camino sino que debe haber una conexión para llegar a un buen resultado final. Ser disciplinado en este trabajo en equipo te puede evitar una serie de riesgos cuando estás corriendo, la adrenalina siempre juega malas pasadas”, destaca.
Este año decidió aventurarse en competencias para darle un poco más de emoción a sus salidas. Aunque estea es su primera prueba, ya va cuarto en el Baja Atacama. “Ahora viene la competencia en Antofagasta, donde espero recuperar un espacio entre los primeros tres”.
¿Un deporte caro? La inversión equivale a la compra de un auto nuevo, cerca de $ 6 millones. El primer buggy de Claudio fue un Polaris RZR 800. “Luego compré un Can Am, modelo Commander XT, porque es más potente, más estable, cómodo y seguro. Ambas máquinas son perfectas para practicar en este creciente deporte”, explica.