Andrés Rodríguez: “Hace falta más aporte de la empresa a la cultura”

Para 2012 el Teatro ha anunciado una temporada que será, según el ejecutivo, la mejor en su historia, aunque agrega que para traer más artistas de envergadura mundial y dar un salto, el país requiere subir las donaciones del sector privado.

Por: | Publicado: Sábado 17 de diciembre de 2011 a las 05:00 hrs.
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Por Rodrigo Martínez



En un tiempo récord y con una inversión de $ 3.000 millones, el Teatro Municipal de Santiago dejó atrás los efectos del terremoto del y tras su reapertura, en marzo, el histórico edificio luce impecable y con nuevas áreas recuperadas. “El teatro demostró durante el 2011 una regularidad en las presentaciones que se hicieron con total y absoluta normalidad en las temporadas de ópera, conciertos, ballet, el ciclo de piano y las actividades extraordinarias”, dice Andrés Rodríguez, director general del Teatro Municipal de Santiago, mientras sobre el escenario los bailarines ensayan el ballet Madama Butterfly, con el que se cierra el programa del año.

- ¿Cómo evaluaría la asistencia de público comparado con un año normal?

-En 2011 tuvimos un repunte en el público. Vino más gente y el Teatro está en condiciones mejores que las que había antes del terremoto, porque debido al sismo se hicieron muchos arreglos de lugares que estaban dañados. Por ejemplo, se recuperó el foyer de la calle San Antonio, se recuperó la Sala La Capilla y su piso se cambió, ya que antes estaba cubierto de alfombra y ahora quedó sólo con tablas.


- ¿Es un logro adicional el hecho de que venga más gente en un año complicado para el centro de Santiago por las movilizaciones?

- Eso significa que la gente valora mucho los espectáculos que se hacen aquí en el Municipal. Si bien nosotros recibimos muchos llamados telefónicos de gente que preguntaba si había o no funciones cuando ocurrían protestas, el Teatro nunca alteró su calendario de funciones y la gente vino en forma normal. Hubo una disminución de público en los meses más álgidos en julio y agosto, pero luego de recuperó.

- ¿Cómo están viendo preliminarmente el 2012, tanto por la programación que viene como también considerando que nada hace pensar, hasta el momento, que habrá menos movilizaciones?

-El Teatro es una institución cultural y, por tanto, se mantiene alejado de la contingencia política. Lo que hace es presentar espectáculos de mucho nivel y el 2012 se ve como uno de los mejores años en su historia, producto de una temporada que es muy rica y contundente en cuanto a la venida de primeras figuras mundiales, desde pianistas como András Schiff, Evgeny Kissin, figuras como Renée Fleming, Joyce Di Donato, la compañía de danza moderna Trisha Brown, la presencia única de Plácido Domingo por dos semanas, títulos emblemáticos como el Don Juan de Mozart o una nueva producción de Carmen en la ópera. Todo eso habla de una temporada única e irrepetible. Yo creo que en la historia del Teatro nunca se ha producido tal conjunción de figuras.

- ¿Cómo posiciona eso al Teatro Municipal de Santiago en el contexto latinoamericano?

-Como un teatro líder y no lo digo yo, lo dice la gente que nos ve desde afuera: que el Teatro Municipal de Santiago tiene un liderazgo en estos momentos a nivel latinoamericano.

- ¿El surgimiento de espacios como el Teatro Municipal de Las Condes o el Teatro Nescafé de las Artes, lo ve como competencia o como una mayor oferta cultural?

- No lo veo como competencia, lo veo como complemento. Esto habla de hambre cultural. Habla de que hay mucha gente interesada y cada espacio nuevo que se abre amplía la oferta cultural, en este caso para la ciudad de Santiago.

Por ejemplo, yo asisto al Nescafé de las Artes y he ido a ver las funciones del Metropolitan Opera House de Nueva York y va mucho público que se repite acá en el Municipal, con otra visión, puesto que en ese caso no se trata de un espectáculo en vivo. Pero por supuesto que a uno lo pone al día del nivel de los cantantes y de la calidad de las producciones.

Con el Teatro Municipal de Las Condes nos liga un trabajo en conjunto. De hecho, la semana pasada hicimos tres funciones de la Orquesta y Coro en el Municipal de Las Condes, o sea, tenemos una complementación muy buena. Y esto, si se repite a lo largo de Chile, creo que habla muy bien. Se están construyendo cuatro nuevos teatros y eso significa más oportunidades de trabajo para nuestros artistas locales y la gente que trabaja en el mundo del arte.

- ¿Qué le falta a Chile, con un PIB per cápita cada vez mayor aunque persisten críticas a la desigualdad, para dar este paso hacia un mayor desarrollo cultural?

-Aquí falta aumentar el compromiso de la empresa privada con la cultura. Porque este Teatro tiene un equilibrio que ya son cifras muy buenas internacionalmente: aproximadamente un 50% de aporte público y un 50% de aportes privados vía boletería y vía patrocinios. El aporte privado debiera ser más grande porque eso permite traer más figuras y espectáculos de primer nivel. Por ejemplo, el hecho de que el año próximo venga la Orquesta del Maggio Musicale Fiorentino, una de las mejores orquestas italianas dirigida por Zubin Mehta –uno de los tres mejores directores del mundo-, está incluido dentro del programa de Conciertos Sinfónicos, pero tiene un costo y podríamos tener más visitas de ese tipo, pero se requiere ahí poder captar más donaciones privadas.

- Desde su experiencia, ¿qué falta para ese mayor compromiso de la empresa privada? ¿Mayores facilidades tributarias, por ejemplo?

- Se está trabajando en este momento en un perfeccionamiento de la Ley Valdés (Ley de Donaciones Culturales), lo que debiera dar mayores facilidades tributarias. Lo que se requiere es convencimiento de la gente con la cultura. Cada vez que se hace un espectáculo la gente tiene una mejor calidad de vida, se les amplían sus horizontes culturales y eso redunda en mayor productividad, cerebros más abiertos y en un mayor crecimiento del país.

- ¿Y por qué debiera ser la empresa privada y no el Estado el que haga este empuje adicional?

- Si el Estado lo pudiera hacer sería maravilloso, pero entiendo que en un país donde todavía hay muchos sectores que perfeccionar, los aportes del Estado no pueden ser ilimitados para cultura. Aquí hay que atender la salud, la vivienda y otros sectores, entonces tampoco se le puede pedir al Estado más, pero en cambio las empresas sí podrían aportar mucho más de lo que hacen.

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