Comer en lago

El lago Rapel es bastante extenso y monumental, especialmente cuando su nivel de agua es el óptimo, como en estas fechas. Menos monumental es su oferta gastronómica pues si bien hay bastantes chiringuitos, hay pocos restaurantes como tales, y menos que miren y casi toquen el lago. Marina Golf Rapel posee uno de estas características donde fluye el público desde la tierra y desde el lago. No es para nada raro ver a una familia que llega en lancha a la marina para visitar este restaurante que dirige María Teresa Riquelme, una ex azafata que se bajó del avión y se puso a cocinar.

Su carta es completamente ecléctica: hay platos chilenos, algunos de inspiración peruana y otros de origen italiano. Así que aquí conviven razonablemente el Ceviche Mixto con los Camarones al Ajillo, y el Lomo Saltado –uno de los platos favoritos de los comensales- con los Porotos Granados y el Pastel Choclo.

Hay menú para niños y hartos cócteles y picoteos, porque mucha gente viene a un aperitivo, o comen algo rápido mientras cargan la lancha de combustible, como para aprovechar el viaje. Además hay noches temáticas (peruana, española) y celebración especial para el 14 de febrero. Es un restaurante de comida sencilla pero bien hecha, nada de formal –cómo podría serlo si la mayoría de los comensales están en traje de baños- y que tiene una oferta acotada pero precisa para pasar esta temporada comiendo y mirando el lago, que tan bonito se ve cuando está con el agua a gran nivel.






Marina Golf Rapel.

Camino El Estero, Las Cabras, Rapel.