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Claves para entender lo que se juega en la elección del Consejo Constitucional

El proceso electoral de este domingo abre una serie de aristas que van más allá de la nueva carta fundamental. Partidos y coaliciones harán definiciones de más largo plazo.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Domingo 7 de mayo de 2023 a las 07:00 hrs.
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Foto: Julio Castro
Foto: Julio Castro

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Los meses pasaron volando y mientras la Comisión Experta está enfrascada en la etapa más compleja de su trabajo, este domingo los chilenos iremos a las urnas otra vez -bajo voto obligatorio- para elegir a los 50 consejeros constitucionales que serán parte de la redacción de la nueva Carta Fundamental. ¿Qué factores estarán en juego? Aquí los principales.

1 Factor seguridad

La crisis ciudadana es el tema que, por lejos, más preocupa a la ciudadanía y es el tópico que ha copado la agenda en los primeros meses del año. Con estratégica mirada, la oposición lo fue levantando y potenció en medio del recrudecimientos de los hechos violentos, ya no solo en la Macrozona Sur, sino a lo largo del país.

Esto obligó a la izquierda, liderada por el Gobierno, a hacer propio un tema que ideológicamente le es más lejano. Pero las medidas adoptadas por el Ejecutivo son vistas como tibias por los chilenos que, según todas las encuestas, viven con temor.

Este factor, según diversos sondeos, soplaría a favor de los aspirantes al consejo de la derecha y centroderecha.

2 Disputa por la hegemonía de la derecha

Lo anterior, nos lleva a la preocupación que desde hace un par de meses se instaló en la centroderecha –léase UDI, RN y Evópoli, agrupada en Chile Vamos-, que ha ido endureciendo sus posturas para no perder electorado a manos de la derecha más radical liderada por José Antonio Kast.

De ahí que el pacto se agrupó bajo el eslogan de “Chile Seguro”, paraguas bajo el cual compitieron sus candidatos al consejo. Estos partidos tienen un doble desafío: competir contra sus adversarios naturales –la centroizquierda- y contra el Partido Republicano que, según la encuesta Criteria de los primeros días de abril- le pisa los talones (37%) a Chile Seguro (38%) en intención de voto.

Esto, sin mencionar que el mismo sondeo da cuenta de que el Partido de la Gente (PDG) es el que llevaría la delantera con un 41%, lo que le abre otro flanco a Chile Vamos, pues no son pocos en el sector creen que la tienda fundada por Franco Parisi está creciendo a partir del electorado descontento de Chile Vamos.

3 División del Socialismo Democrático

Hace algunos meses, el Socialismo Democrático tomó una difícil decisión de cara a este proceso electoral, cuyas consecuencias ya prevén en el sector. El bloque PS-PPD postula al órgano constitucional por separado.

La presidenta de este último, Natalia Piergentili –candidata al consejo por la Región Metropolitana-, arrastró a su colectividad a un pacto con la Democracia Cristiana (DC) y el Partido Radical (PR), Todo por Chile. Ambos partidos vienen perdiendo fuerza electoral hace años, lo que queda de manifiesto en su baja presencia en el Congreso, que disminuyó con la renuncia de varios diputados y senadores a la tienda falangista.

De hecho, un importante sector del PPD está convencido que fue una mala jugada. Y aunque no pareciera que al pacto del Partido Socialista (PS), Frente Amplio (FA) y Partido Comunista (PC), Unidad para Chile, le vaya a ir mucho mejor, estiman que juntos el PPD y el PS hubieran tenido un mejor desempeño.

El temor de una baja representación es estratégico, ya que eso implica una menor influencia de las ideas del sector en la nueva Constitución.

4 La hegemonía de la centroizquierda

En la separación de las dos fuerzas tradicionalmente más consistentes de la centroizquierda en esta elección subyace una disputa por la hegemonía del sector. Aunque ninguna tendrá la fuerza necesaria para imponerse por sí sola en el Consejo Constitucional, la que salga mejor parada podrá imponer su liderazgo a futuro, pensando en desafíos políticos hacia delante. Algo que no deja de ser importante para el PS, donde un sector de la colectividad viene pensando en levantar el nombre de Álvaro Elizalde en la próxima carrera presidencial. Mientras que, al frente, en el PPD no hay ninguna carta aún. Y aunque falta mucho para eso, las fichas ya se van acomodando y los liderazgos asentándose en estos procesos.

5 Futuro de la agenda del Gobierno

Donde más preocupados están con el resultado electoral del domingo es en La Moneda. Aunque el Gobierno ha tratado de no cometer en este segundo proceso el error de involucrarse demasiado -para no asumir los costos de la derrota del oficialismo, que las cabezas más frías ya dan por hecho-, será muy difícil no hacerse cargo de la lectura de los ganadores.

Si después del triunfo del Rechazo, la oposición asumió el discurso de que la ciudadanía no quiere los cambios que propuso la Convención Constitucional e, incluso los republicanos argumentaron que Chile no quería una nueva carta fundamental, la eventual derrota del oficialismo podría hacer todavía más complejo sacar adelante las reformas emblemáticas del Presidente Gabriel Boric, que podrían terminar en el cajón del olvido. Esto obligaría al Ejecutivo a tomar el camino del realismo político, por el que ya empezó a transitar y renunciar a sus objetivos más profundos, entre ellos cambios tributarios.

6 El sello de la nueva Constitución

El triunfo de la derecha -incluido sus matices- podría contribuir a consolidar las propuestas más conservadoras que un sector de la Comisión Experta ha intentado plasmar en el anteproyecto que servirá de base para el trabajo del Consejo Constitucional. Las mismas que fueron aprobadas en general por el pleno de la instancia, pero que en esta etapa están siendo duramente cuestionadas por los sectores progresistas y más de izquierda del organismo. Algunos sectores políticos especulan que, de imponerse la derecha, la nueva carta magna podría llevar un sello más cargado a lo neoliberal, que es justamente lo que los sectores de izquierda quieren amortiguar.

En medio de esta tensión, si juegan bien las cartas y los sectores más moderados de centroizquierda y centroderecha optan por la unidad, podrían llegar al término medio al que aspira la mayoría de los chilenos.

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