El fondo más rentable de EEUU prepara su aterrizaje en Chile
El instrumento de inversión norteamericano Innealta Capital, comandado por el chileno Vito Sciaraffia, lleva tres años liderando rakings de rentabilidad, ganándole a gigantes de la industria financiera mundial. Sobre su éxito, el fundador dice que “se enfocan en invertir y no en hacer marketing”. El objetivo: competir con grandes de la industria nacional como BanChile, LarrainVial y Santander.
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En enero de 2017, Vito Sciaraffia, mientras daba una conferencia en Boston ante decenas de asistentes, notó que un socio le hacía señas desde la audiencia. “Me di cuenta que él estaba haciendo un ‘uno’ con el dedo, por lo que pensé que me quedaba un minuto en mi presentación”. Entonces se apuró, cerró como pudo, y se bajó del escenario.
“Ahí me di cuenta de que me quedaba más tiempo y que mi amigo se refería a que habíamos salido primeros en el ránking Morningstar, el más importante de Estados Unidos”, afirma el ejecutivo.
Han pasado cuatro años desde ese momento y, a diferencia de la primera vez, los premios que ha recibido Innealta Capital, firma que dirige, ya no los sorprenden tanto.
Vito Sciaraffia —40 años, casado y cuatro hijas— es un ingeniero comercial chileno que hoy lidera uno de los fondos de inversión más rentables del mundo. A inicios de enero lograron, por tercera vez, el primer lugar del ránking Morningstar, que reúne a las más de 700 empresas más reconocidas del rubro (como JP Morgan, BlackRock y Vanguard) con su fondo de inversiones internacionales. Según datos de la compañía, lograron tres veces la rentabilidad.
En comparación con los gigantes norteamericanos, Innealta Capital es una firma boutique. No están en Nueva York, no cuentan con edificios enteros ni grandes equipos de analistas. De hecho, tienen 1.500 clientes y administran casi US$ 1.000 millones en activos. Sin embargo, y de forma silenciosa, lograron hacerse un espacio en el mercado y llamar la atención de las compañías más relevantes de Estados Unidos. “Nos enfocamos en invertir, no en hacer marketing. Por eso nos ha ido bien”, cuenta Sciaraffia, quien tiene el 75% de la propiedad de la empresa localizada en Austin, Texas.
Y ahora que ya se establecieron en Estados Unidos, Sciaraffia mira a Chile con atención. A finales de 2021 y principios de 2022 esperan aterrizar al mercado nacional para instalar una Administradora General de Fondos (AGF) y así competir con los grandes de la industria, como BanChile, Santander y LarrainVial. De hecho, ya comenzaron los trámites con la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). “Nuestro plan de largo plazo es ocupar Chile como el punto de partida para entrar a Sudamérica y expandirnos a Argentina, Perú y Bolivia”, adelanta.
La carrera de Vito Sciaraffia en el mundo de las finanzas partió de forma tradicional. Estudió ingeniería comercial en la Universidad Católica y al egresar pasó por las filiales chilenas de JP Morgan y Citigroup, dos gigantes en el mercado de las inversiones. En 2006, cuando adquirió experiencia en el mundo financiero local, se inscribió en un magíster en finanzas y en un MBA, ambos de la Universidad de Chile.
Pero luego dio el paso más importante. Partió a California a estudiar un doctorado en la Universidad de Berkeley, ya que en ese momento (año 2008) era la mejor institución del mundo en el campo de los negocios. Además, en simultáneo, sacó dos magister más en la misma casa de estudios: uno en matemáticas y el otro en administración de negocios. Fue ahí cuando se le abrió la posibilidad de trabajar en el mercado norteamericano y no volvió más a Chile.
Sacó su doctorado y sus dos magísteres en tres años y en 2011 comenzó a trabajar para la Universidad de Austin, Texas, donde todavía da clases de estrategias de inversión cuantitativa. En 2013 entró en Dimensional Fund Advisors (DFA), una de las firmas de inversiones privadas más grandes del mundo, también localizada en la capital del estado de Texas.
Pero a pesar de los avances, Sciaraffia seguía sin estar satisfecho. En junio de 2015 apareció Innealta Capital y decidió adquirir el 1% de una compañía. Empezó como socio minoritario y como director de investigación. Años después, todo cambió.
Pero ¿cómo en tan poco tiempo pasó de ser socio minoritario a controlador? Sciaraffia afirma que la clave fueron los viajes. Todos los empleados de Innealta tenían que viajar entre 15 a 25 veces al año. Sin embargo, entre 2016 y 2018 realizó más de 300 en total. “El vuelo salía a las 4 de la mañana desde Austin y llegaba a las 8. Me vestía en el aeropuerto, no me quedaba en hoteles y volaba de vuelta”, recuerda.
El 2016 fue el año clave, ya que Innealta Capital creció de forma impensada. Fue ahí cuando los accionistas mayoritarios de la empresa retiraron utilidades. “Yo hice una oferta a mis socios y les dije que si querían retirar más capital yo les compraba su participación. El 2018 terminé de pagar todo y me convertí en el controlador”, afirma.
Pidió préstamos, utilizó sus ahorros, e incluso, en 2017, hipotecó su casa. La movida funcionó. En un par de años había logrado pasar del 1% al 75%.
Uno de los factores diferenciadores, relata, es la inclusión de los chilenos en el equipo. “Nosotros estamos muy bien capacitados”, cuenta Sciaraffia, quien confiesa que actualmente existen cuatro trabajando en el equipo de Innearta Capital. Entre ellos están Francisco Simián, que participa del departamento de inversiones; Franco Fava, que es analista financiero; y Gonzalo Maturana, que es investigador académico de la compañía. “El éxito en la gestión de activos requiere de profesionales muy bien calificados, y Chile es un excelente proveedor de talento”, añade.
Innealta Capital, que sigue con sede en Austin y que tiene más de 40 empleados, tiene cuatro fondos de inversión. Uno internacional, otro nacional y dos enfocados en empresas pequeñas y medianas. Si bien son pocos instrumentos, Sciaraffia dice que esa es una de las claves para el éxito de la firma. Eso sí, ya preparan dos fondos más que estrenarán durante 2021 y 2022.
En el fondo internacional —que administra más de US$ 100 millones en activos— invierten en empresas grandes en Chile, Argentina, Brasil y Europa, mientras que el doméstico se enfoca en empresas medianas de Estados Unidos. No apuestan por Apple, Microsoft, Amazon ni Tesla porque buscan encontrar acciones desconocidas pero con buena proyección.
La administración de portafolio se divide en tres mandamientos: invertir en empresas que entreguen buenos retornos; que estén en contextos macroeconómicos favorables; y que tengan buena reputación entre los inversionistas. Eso sí, advierte, “no somos dogmáticos. Muchas cosas funcionan y es por eso que buscamos que la data hable por sí sola”, afirma.
Además, tienen muy delimitado los rubros en los que participan. “No invertimos en mercados sustentables porque creemos que otras empresas lo pueden hacer mucho mejor que nosotros”, cuenta Sciaraffia, quien dice que el único instrumento de inversión de Innealta Capital son las acciones. Nada del negocio inmobiliario. ni los commodities.
Una de las razones que movilizó a Sciaraffia a abrir una filial de Innealta Capital en Chile es que todavía falta mucho por mejorar, especialmente en la transparencia, dice. Según el empresario, la industria nacional está atrasada diez años con respecto a Estados Unidos. Además, enfatiza que muchas administradoras de fondos cobran montos muy altos para el servicio que entregan: “Hoy varias AGF cobran cerca del 4% y te dan un café y un estacionamiento. Pero no hay café o estacionamientos tan ricos para justificar eso”.
“Queremos mantener nuestros costos casi en cero, cosa que el precio marginal para los chilenos sea nulo. Solamente que ellos paguen los valores de Estados Unidos. Entonces le damos acceso al mercado y a la regulación estadounidense”, agrega el ejecutivo nacional, quien cuenta que la oficina en Santiago tendrá un country manager que se relacione con el agente regulador y un par de personas en el área de ventas. Nada más. Todo el resto de la operación será desde Austin, Texas.
Además de esto, ya están armando una beca para estudiantes chilenos que quieran partir a Estados Unidos. Al principio pensó en financiar una matrícula universitaria, pero luego decidió desarrollar un beneficio distinto. “La idea es generar una beca de manutención y viajes. Si tú quieres trabajar por tres meses y no tienes los recursos, no es un problema. Tienes que tener las ganas, el hambre y las capacidades”, enfatiza.
Los trámites legales comenzaron en noviembre de 2020 y los beneficios se entregarán de forma autónoma, sin vínculos con las distintas casas de estudios. “Vamos a crear una fundación y entregaremos las becas directamente porque queremos que las personas, independiente de la universidad, puedan postular”, cierra el empresario.