Diego José Benavente, ministro, historiador y senador
Por: Equipo DF
Publicado: Viernes 18 de marzo de 2011 a las 05:00 hrs.
Una de las dificultades más grandes que tuvo Chile en el siglo XIX fue la organización de la Hacienda Pública. Los numerosos gastos por la guerra de Independencia, la formación del régimen republicano, la mantención del ejército y otras tantas circunstancias propias de la nueva nación, hicieron que el país sufriera por años las dificultades de la escasez de recursos, las deudas e incluso el desorden administrativo.
Aunque la estabilidad de la economía chilena se vincula habitualmente a Manuel Rengifo, ministro de Hacienda entre 1830 y 1840, lo cierto es que en la década precedente comenzaron los primeros esfuerzos de organización económica del país. Como destaca Rafael Sagredo, “los secretarios de Hacienda del período 1817-1830, pese a haber ocupado sus cargos durante breves períodos, plantearon y ejecutaron políticas y acciones económicas de extraordinaria importancia y vigencia en nuestra historia republicana”.
Uno de ellos fue Diego José Benavente (1790-1867), figura de una dilatada trayectoria política en Chile, donde ejerció diversas funciones y cargos. Participó en la guerra de Independencia, donde fue partidario de José Miguel Carrera, llegando al grado de Teniente Coronel, y debió salir al destierro y experimentar la pobreza tras la derrota de 1814.
Apenas regresó a Chile asumió como Ministro de Hacienda en 1825, y fue el creador del famoso sistema de Estanco del tabaco, que favoreció al entonces casi desconocido comerciante Diego Portales. En un documento presentado al Congreso Nacional procuró fijar dos importantes principios económicos: “1° Las entradas deben proporcionarse a los gastos precisos para existir como nación y no éstos a aquéllas. 2° Deben preferirse aquellas contribuciones que vejan menos al ciudadano, producen más a la nación y cuesta menos su recaudación”.
En 1835 apareció junto al bando Filopolita, que procuraba una mayor apertura política en el país, contra el poder del gobierno. Incluso algunos lo vincularon al motín de Quillota que llevó a la muerte al ahora ministro Portales en junio de 1837, pero fue absuelto por los jueces.
En la década de 1840 volvió a ser una figura relevante, en parte por el cambio político y cultural que operó en esos años. Fue allí donde la Universidad de Chile jugó un papel crucial en el desarrollo de investigaciones de carácter histórico a través de las memorias que se presentaban cada año por algunas de las figuras más destacadas. Benavente tuvo su oportunidad en 1845 con su trabajo Las primeras campañas en la guerra de la Independencia de Chile, obra que destaca la figura de José Miguel Carrera. En parte el autor había sido testigo de los hechos que narraba, pero también hizo un buen acopio de documentos que le permitió ofrecer una obra interesante y bien informada. Como declara Vicuña Mackenna en el prólogo a una edición del texto, esta produjo “una profunda sensación, no sólo por la novedad de su argumento, sino por su indisputable mérito literario”.
Fue importante figura de la política chilena, fue Senador de la República en varias ocasiones desde 1827 hasta su muerte en 1867, e incluso fue Presidente de la Corporación en distintos momentos.