Carlos Montes: "Además de discutir la previsión, es muy importante discutir qué se hace con los recursos"
El parlamentario socialista adelanta lo que será el debate por la reforma previsional, que comienza este lunes en la Comisión de Trabajo de la Cámara.
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Aunque prefiere aclarar que sólo participó “indirectamente” en la gestación del acuerdo con el gobierno, en el marco de la Comisión Mixta de Presupuestos, en la opinión pública se generó la convicción de que el presidente del Senado, Carlos Montes (PS), fue uno de los principales articuladores. Sin embargo, transcurridos unos días advierte:“Yo no daría esto por terminado, porque cuando en la Cámara se presentan 700 indicaciones, significa que hay una insatisfacción bastante grande”. Por otra parte, dice que pese a todo, la oposición mantiene la duda acerca de la estimación de crecimiento en la que el Ejecutivo basó el Presupuesto para 2019, que estaría, señala, “sobreestimada” respecto de las cifras del Banco Central.
Y si bien, Montes no quiere generar falsas expectativas al respecto, asegura que una de las cosas que lo dejó conforme en esta negociación fue que “la oposición tuvo un logro muy importante porque estuvo unida, tuvo un camino adecuado y porque buscó acuerdos con el gobierno”.
Pero en esta conversación con DF aborda, además, el futuro de la relación con el Ejecutivo en la tramitación de otras iniciativas estructurales, entrega su mirada en materia previsional y expresa su inquietud por el crecimiento.
-¿Considera que el gobierno esta cumpliendo su compromiso de mayor crecimiento y empleo?
-Lo que pasa es que se ofreció un cierto ritmo de crecimiento que no se ha dado y todo el mundo coincide en que va a disminuir. Esto ya ha tenido efectos en el empleo.
-Pero hay crecimiento.
-El mayor crecimiento de este año partió en el tercer trimestre del anterior y tuvo que ver con el comercio mundial, el precio del cobre, con Brasil; tres factores que nos empezaron a tirar para arriba gradualmente y vino un vuelo favorable que duró hasta ahora que empezó a disminuir. Se decía que la confianza política en el nuevo gobierno iba a generar un impulso de crecimiento, cosa que no ha ocurrido.
-El presidente lo atribuye a la guerra comercial, ¿comparte esa mirada? A la expresidenta Bachelet se le criticó el argumento de la situación externa.
-Sería bueno ser consistente, porque efectivamente al gobierno anterior se le decía que no eran los factores externos, sino sólo factores internos. Otros decíamos que eran factores externos muy fuertes; también había factores internos, pero el efecto de los movimientos en el comercio mundial, en el precio del cobre, es demasiado fuerte para nosotros. Por otro lado, de qué depende el impuso interno. No porque llegue un gobierno de derecha el impulso interno va a ser tan fuerte.
-¿De qué depende ese impulso?
-¡De los negocios, pues! Si son buenos negocios los que están en perspectiva y su horizonte.
O sea, ha aumentado la inversión. Este vuelo positivo, se tradujo en ciertos proyectos del cobre que se reactivaron, porque el tema de la inversión es básicamente en la industria minera. Pero, desde nuestro punto de vista, hay que generar proyectos públicos, mayor incentivo a ciertas industrias y sectores. Tenemos una colección en agendas de productividad que están muy ligadas a los trámites, que algún papel juegan, pero no exageremos.
-¿Cree que es buena idea tramitar varias reformas a la vez? A Bachelet se le criticó por lo mimso.
-El gobierno tiene una complicación con la agenda política: construyó una expectativa de crecimiento tal que tiene que demostrar ante el empresariado capacidad de innovación en cosas de fondo y cree que esto puede tener cierto efecto en el crecimiento, no sé por dónde. Y en algunos temas -como la crisis de los militares, la Carabineros, La Araucanía, identidad de género, el movimiento feminista-, tiene una reacción táctica, mediática, en unos casos más por la izquierda en otros más por la derecha, pero después eso se va disolviendo.
Siempre están gobernando para tener apoyo inmediato. Pero tienen una línea matriz muy sólida: recuperar lo que perdieron y, paralelamente, enfrentar los temas que van surgiendo, con bastante flexibilidad.
Se inicia el debate previsional
-En algún momento se planteó rechazar la idea de legislar la reforma tributaria, ¿se ha pensado algo similar con la de pensiones?
-No, este caso es totalmente distinto, el gobierno debe entender que el país necesita un nuevo sistema previsional que, a diferencia del tributario, requiere una discusión de país, porque necesita un acuerdo mayor. Personalmente, creo que, además de discutir la previsión, es importante discutir qué se hace con los recursos.
-¿En qué sentido?
-No puede ser que los recursos estén totalmente desalineados con los objetivos país. Está bien, una parte tiene que responder a dinámicas de mercado; pero otra debería ir a construir casas, puentes y tener garantías. Para eso discutimos el Fondo de Infraestructura, que en parte puede ser un fondo de garantías para asegurar a las pensiones una cierta rentabilidad. Es un rediseño. El tema previsional es muy necesario, todos queremos que haya un acuerdo positivo para el país, pero no es fácil lograr ese acuerdo.
-¿Este debate se podría obstruir por un tema ideológico?
-Es un tema de distintas visiones de sociedad, pero se trata de producir un debate tal que permita establecer un acuerdo en que no todos van a quedar con todo lo que esperan y el gobierno tiene que entender que no va a lograr todo lo que espera. En la oposición hay ciertas bases de acuerdo muy importantes, obviamente que hay que seguir profundizando.
-¿Cómo cuáles?
-Todos entienden que el manejo del 4% no puede entrar en la lógica de las AFP, hay que reforzar todo lo que es solidaridad; hay que clarificar cómo se financia, porque no es mágico, de dónde van a sacar 3.500 millones, a través de holguras no como un financiamiento permanente. Michelle Bachelet propuso que una parte se financiara con aporte patronal.