Apoyo a las Pymes: de las palabras a los hechos
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En un momento álgido de la presentación del ministro de Hacienda, Ignacio Briones, ante ejecutivos y empresarios en ENADE, dijo con firmeza: "no puedo creer que hallamos tenido que hacer una ley para que ustedes le pagaran a 30 días a las Pymes". Briones tiene razón, la auto regulación no ha funcionado, pero tampoco el supuesto apoyo transversal a las micro, pequeñas y medianas empresas. Empresarios, comunicadores y políticos de todas las tendencias nos hemos llenado la boca por años hablando de la importancia de apoyar a los pequeños y medianos empresarios, sin embargo, al final del día muchos trabajan, consumen e invierten en las grandes empresas. En el Congreso, la excesiva maraña de regulación lograba ahogar a las Pymes y solo sobrevivían aquellos con espalda suficiente para contratar ejércitos de abogados y auditores.
Tanto la reforma tributaria de la administración anterior como la aprobada hace pocos días convierte en hechos concretos el apoyo de tantos a las Pymes, dado que se les reconoce la importancia en mover la economía, la posibilidad de ascenso económico que da a muchas familias emprendedoras, la posibilidad de emprender en el hogar y complementar la actividad económica con la crianza, y también, la gran capacidad de dar empleos formales y de calidad.
Esta reforma tributaria (2020) reconoce tremendas falencias de la anterior y avanza en solucionarlas. Una legislación tributaria con muchos regímenes, difícil de entender y que te obligaba a consultar a contadores y auditores es claramente una ley anti pymes. Los recursos de las empresas medianas y más pequeñas alcanzan con suerte para cubrir los costos del giro y del capital de trabajo, mal podrían estar contratando asesores especializados que les enseñen a pagar sus impuestos.
Los Pymes saben que si el negocio trae pérdidas están solos pagando sus deudas por muchos años. Si por esfuerzo y fortuna tienen éxito, los acompaña un socio silencioso que no contribuyó con la idea, no arriesgó capital, no trasnochó ni puso empeño, que se lleva un 25% de sus utilidades. La actual Reforma Tributaria permite dejar los impuestos que paga una Pyme en cero. Sí cero. Fuera de simplificar y dejar un solo estatuto Pyme con una tasa de 25%, a diferencia del 27% que pagan las empresas de gran tamaño, también permite que no paguen impuestos y solo paguen los socios por las utilidades, si éstos deciden que la empresa pague, podrán ocupar el 100% de ese crédito y descontarlo de sus impuestos personales (la integración total quedó para Pymes solamente). A cada uno lo que más le acomode.
La cláusula Pyme, que ahora aumenta su límite de ventas anuales de 50.000 UF a 75.000 UF (IVA incluído), permite a estas empresas posponer el pago del IVA (que se paga cada mes en el formulario 29) hasta por 60 días sin pago de intereses. En otras palabras, es el fisco el que les da un crédito gratuito solucionando dos de los problemas mayores de las Pymes. Primero el acceso a recursos frescos para capital de trabajo, segundo se ahorran el gran número de papeles y certificados que les piden los bancos que les otorgan financiamiento: una medida "directo a la vena".
Siguiendo con el argumento anterior sobre lo difícil que es contratar asesores expertos para que ayuden a las Pymes a pagarle al fisco los impuestos, se autoriza a este tipo de empresas a llevar contabilidad simplificada y la nueva Ley le entrega la carga al SII de hacerles una propuesta de declaración todos los años. Esto permite que el dueño, con un conocimiento básico de computación, pueda acceder al portal del servicio y acepte o rechace la propuesta de pago de tributos que el fisco le preparó. Esta propuesta de declaración solo existía para las personas naturales.
Siguiendo con las medidas, la obligatoriedad de los documentos electrónicos permite a las Pymes subirse al tren del siglo XXI. Los ayuda a formalizarse, acreditar ventas antes los bancos e ir creciendo. Si al contratar una Pyme usted le exige un descuento a cambio de no recibir boleta o factura, le hace un flaco favor. Incentiva la informalidad, no le permite al Pyme acreditar ingresos, incentiva que el Pyme haga lo mismo con sus trabajadores y finalmente, no permite al Estado focalizar el gasto de nuestros impuestos en aquellas personas que más lo necesitan.
Otra pesadilla para las Pymes es cuando son citados a una revisión al SII. Principalmente por el desconocimiento de las normas. Un emprendedor con conocimiento de su giro, pero limitado en legislación tributaria, se enfrentaba sólo un avezado fiscalizador con 20 o 30 años de experiencia y muchas ganas de conseguir sus metas de cumplimiento. El empresario grande manda un equipo de abogados y auditores, el Pyme asiste solo. La reforma crea el "defensor del contribuyente", dependiente del Ministerio de Hacienda. Tiene dentro de sus roles velar por la protección y resguardo de los derechos de los contribuyentes. Este servicio estatal será gratuito para el contribuyente, es decir nunca más van solos a enfrentar al SII.
Finalmente, las Pymes tendrán "depreciación instantánea" para los activos como máquinas de su giro y otras inversiones, y los podrán descontar como gasto de inmediato. Esto les permite bajar el pago de IVA y su base imponible para el pago del impuesto.
Luego de casi 4 meses extremadamente difíciles para nuestro país, pero en especial para las Pymes, esta reforma les debe dar un motivo de aliento. Inclusión de empresas con ventas de hasta 75.000 UF, impuestos más simples y fáciles de entender, tasa especial del 25% sobre utilidad, 100% de integración entre lo que paga la empresa y el dueño, 60 días para pagar el IVA sin interés, propuesta anual de pago de tributos preparada por el SII, depreciación instantánea de activos que pasan a ser gastos, y el defensor del contribuyente. Son muchas noticias positivas para un cuatrimestre complicado. Por primera vez, de forma tan clara, el Gobierno y el Parlamento plasman en legislación y apoyos contundentes lo que anunciamos en los discursos. Los que han sido Pymes saben que todos los días se juegan el futuro de su negocio, los poderes del Estado debemos estar atentos para seguir ayudándolos y adaptando la legislación para fomentar sus emprendimientos y ajustarlos a las nuevas exigencias de nuestro Chile.