Economía y Política
El delicado escenario vecinal que deberá enfrentar el gobierno de Piñera en 2012
La demanda marítima de Bolivia ante la corte de La Haya es considerada como el principal “foco” diplomático este año.
Por: | Publicado: Jueves 9 de febrero de 2012 a las 05:00 hrs.
- T+
- T-
Por C. Betancourt / A. Chávez
“La situación con Bolivia es compleja”, reconocen desde el gobierno e incluso reparan que este será “el” tema que marcará gran parte de la agenda para este año en la relación con los países vecinos.
Desde que Bolivia anunció que acudirá a la Corte Internacional de La Haya para demandar a Chile para recuperar su costa perdida en la guerra de ´79, las relaciones están en punto muerto. De hecho, la nación altiplánica anunció, hace algunos días, la contratación de un grupo de juristas internacionales para litigar contra Chile.
Situación distinta es la que existe con Argentina y Perú, cuyas relaciones se encuentran en un plano de “normalidad”, como reconoce una alta autoridad de gobierno, contenido en un temario amplio que se traduce también en un empinado intercambio comercial.
Piedra de tope
Lo cierto es que el tema marítimo que reclama Bolivia seguirá siendo la piedra de tope en las relaciones bilaterales, pues Palacio Quemado insistirá en llevar el tema a instancias internacionales como la Asamblea General de la OEA, en Cochabamaba, en junio de este año, y la Asamblea General de la ONU, y a la Cumbre de las Américas en Cartagena de Indias, en abril; lo que Chile rechaza con fuerza.
Movimientos en La Haya
La situación con Perú pasa por la demanda de límites marítimos que presentó ante la Corte Internacional de La Haya, que este año entra en su etapa oral, donde las partes en litigio van a tener que exponer ante el tribunal sus respectivas posiciones. Por ahora, la situación diplomática es normal. Las inversiones chilenas en Perú han crecido enormemente en los últimos tres años y las autoridades de ambos países han dicho que este asunto va “por cuerdas separadas”, desde el gobierno de Alan García y con Ollanta Humala no ha cambiado mucho. Lo anterior, salvo situaciones aisladas como las recientes detenciones de chilenos y peruanos en ambos lados de la frontera por acusaciones de espionaje. No obstante, el fallo definitivo de la Corte seguramente traerá ruidos, y por eso la diplomacia de ambas partes trabajan secretamente, y por separado, para abordar la decisión favorable o desfavorable en cuanto a la reacción que tendrá la opinión pública.
Argentina: la mejor relación
Después de los tiras y afloja por la situación del gas -suspensión y disminución del suministro- donde las relaciones se tensionaron, hoy la tendencia es a la normalización. El apoyo chileno a Las Malvinas ha sido un factor clave para que los asuntos pendientes no refloten, como por ejemplo, la delimitación definitiva de Campos de Hielo Sur, que está pendiente pero que ninguno de los dos gobiernos quiere reflotar. Los asuntos comerciales, como las últimas medidas proteccionistas para las importaciones por parte de Argentina, son consideradas asuntos “menores y de fácil solución” (Ver entrevista relacionada).
El estado de la situación con Argentina es el mejor de los tres países vecinos, en especial, ahora que la presidenta Cristina Fernández necesita apoyo internacional en su polémica con Londres por Las Malvinas.
“La situación con Bolivia es compleja”, reconocen desde el gobierno e incluso reparan que este será “el” tema que marcará gran parte de la agenda para este año en la relación con los países vecinos.
Desde que Bolivia anunció que acudirá a la Corte Internacional de La Haya para demandar a Chile para recuperar su costa perdida en la guerra de ´79, las relaciones están en punto muerto. De hecho, la nación altiplánica anunció, hace algunos días, la contratación de un grupo de juristas internacionales para litigar contra Chile.
Situación distinta es la que existe con Argentina y Perú, cuyas relaciones se encuentran en un plano de “normalidad”, como reconoce una alta autoridad de gobierno, contenido en un temario amplio que se traduce también en un empinado intercambio comercial.
Piedra de tope
Lo cierto es que el tema marítimo que reclama Bolivia seguirá siendo la piedra de tope en las relaciones bilaterales, pues Palacio Quemado insistirá en llevar el tema a instancias internacionales como la Asamblea General de la OEA, en Cochabamaba, en junio de este año, y la Asamblea General de la ONU, y a la Cumbre de las Américas en Cartagena de Indias, en abril; lo que Chile rechaza con fuerza.
Movimientos en La Haya
La situación con Perú pasa por la demanda de límites marítimos que presentó ante la Corte Internacional de La Haya, que este año entra en su etapa oral, donde las partes en litigio van a tener que exponer ante el tribunal sus respectivas posiciones. Por ahora, la situación diplomática es normal. Las inversiones chilenas en Perú han crecido enormemente en los últimos tres años y las autoridades de ambos países han dicho que este asunto va “por cuerdas separadas”, desde el gobierno de Alan García y con Ollanta Humala no ha cambiado mucho. Lo anterior, salvo situaciones aisladas como las recientes detenciones de chilenos y peruanos en ambos lados de la frontera por acusaciones de espionaje. No obstante, el fallo definitivo de la Corte seguramente traerá ruidos, y por eso la diplomacia de ambas partes trabajan secretamente, y por separado, para abordar la decisión favorable o desfavorable en cuanto a la reacción que tendrá la opinión pública.
Argentina: la mejor relación
Después de los tiras y afloja por la situación del gas -suspensión y disminución del suministro- donde las relaciones se tensionaron, hoy la tendencia es a la normalización. El apoyo chileno a Las Malvinas ha sido un factor clave para que los asuntos pendientes no refloten, como por ejemplo, la delimitación definitiva de Campos de Hielo Sur, que está pendiente pero que ninguno de los dos gobiernos quiere reflotar. Los asuntos comerciales, como las últimas medidas proteccionistas para las importaciones por parte de Argentina, son consideradas asuntos “menores y de fácil solución” (Ver entrevista relacionada).
El estado de la situación con Argentina es el mejor de los tres países vecinos, en especial, ahora que la presidenta Cristina Fernández necesita apoyo internacional en su polémica con Londres por Las Malvinas.