Con preocupación el presidente de la República, Sebastián Piñera
entregó los datos de la última encuesta de Caracterización Socioeconómica
Nacional (Casen) la cual evidenció que la pobreza en el país creció desde 13,7% a 15,1% entre 2006 y
2009.
En tanto, se trata del primer retroceso sufrido desde 1990, cuando el nivel de
pobreza se situaba en 39%.
"La pobreza, que venía cayendo sistemáticamente desde la
recuperación de la democracia, experimentó un gran retroceso", dijo el
mandatario.
El aumento significa que si en 2006 había
2.209.000 chilenos en situación de pobreza, en 2009 la cifra de personas afectadas por esta problemática aumentó a
2.564.000 personas. Es decir, el año pasado, había 355.000 pobres más que tres
años atrás.
Junto con esto, el jefe de Estado puntualizó que si en 2006 había
516.738 personas viviendo en la indigencia, este número creció a 634.329
personas.
En la ceremonia, a la que también asistieron ministros y
subsecretarios, aseguró que algunos de los impedimentos para la superación de la
pobreza han sido la incapacidad para crear buenos empleos, el estancamiento de
la calidad de la educación y el estancamiento de la familia, por lo que aseguró
que la superación de estas falencias es la meta que el gobierno se estableció junto con tener un gasto
social más eficiente.
En ese sentido, Piñera ratificó "su más profundo compromiso
de derrotar la pobreza extrema durante nuestro gobierno" y sentando las bases
para que antes que termine la década en Chile no haya pobres.
Mideplan
Por su parte, Felipe Kast, el titular del Mideplan, ministerio
encargado de realizar la encuesta, aseguró que la discusión se debe centrar en
las personas y las familias, e hizo un llamado a "hacer bien la tarea",
asegurando que "tenemos que aprender que un gasto social que aumenta debe ser
capaz de reducir la pobreza y eso es lo que queremos lograr, y por lo mismo, el
Ministerio de Desarrollo Social es hoy día más importante que nunca".
Con la creación de dicha cartera el mandatario aseguró que
una de sus principales metas será el mejorar la ficha de previsión social y
hacer que la medición se realice con mayor frecuencia para anticipar resultados
tan negativos como los entregados hoy, afirmó.
La medición no incluyó los efectos de la tragedia del 27 de febrero y se hizo con la misma metodología usada durante los gobiernos de la Concertación.