Economía y Política
Gira a Europa muestra forma en que Piñera enfrentará su último año en La Moneda
Después del cambio de gabinete, el Ejecutivo tendió puentes con el Poder Judicial y la oposición. Además rayó la cancha a los ministros en período de campaña.
Por: Equipo DF
Publicado: Martes 20 de noviembre de 2012 a las 05:00 hrs.
Por Patricio Ojeda González
Envíado especial Ankara, Turquía
Si bien las cifras macro y el manejo de la economía dan un buen soporte a la gestión de la administración de Sebastián Piñera y se posicionan como un elemento fuerte a la hora de hablar del legado que dejará su presidencia, la gira que hoy concluye el mandatario a Europa, da luces de los énfasis que tendrá su gestión durante el último año que ocupará La Moneda.
Porque más allá de impulsar proyectos en Educación, Salud y Justicia, que fueron los ejes fijados para los próximos meses, una vez que se concretó el cambio de gabinete del pasado 5 de noviembre, el mandatario -de la mano de su nuevo ministro del Interior, Andrés Chadwick- tomó la iniciativa para recomponer las tensas relaciones que cultivó en el último año y medio con distintos estamentos del Poder Judicial.
Fueron dos episodios los que marcaron el peak de esta polémica: a fines de 2011 el ex ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, planteó la posibilidad de que los fiscales fueran elegidos de manera democrática, lo que dio inicio a una escalada de declaraciones con el fiscal nacional, Sabas Chahuán; y las críticas de la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, al criterio técnico con que los jueces tomaron decisiones respecto a emblemáticos y polémicos proyectos energéticos, cuestionamientos que incluso fueron avalados por el propio mandatario.
En ese sentido, a partir del 6 de noviembre el gobierno se empeñó en iniciar una especie de “nuevo trato” con el Poder Judicial con dos hechos concretos. El primero fue la visita de Chadwick a la Corte Suprema y posteriormente al fiscal nacional, y el segundo, y tal vez el más decidor, fue la invitación que el presidente extendió a los ministros Pedro Pierry (quien avaló el proyecto HidroAysén en la Corte Suprema) y Hugo Dolmestch (vocero del máximo tribunal) a la gira a Europa, una gestión valorada por los propios “supremos”.
Retomar conversaciones
y ordenar al oficialismo
Este panorama de diálogo se vio reforzado por gestos en el ámbito político. Chadwick aprovechó los contactos con sus ex pares en el Congreso, reuniéndose en La Moneda con los líderes de cada partido de la oposición, algo que se había visto fracturado con Hinzpeter, quien si no hubiera abandonado el gabinete habría sido sometido a una interpelación por parte del Congreso.
En ese escenario, Piñera también dio instrucciones para ordenar al gabinete ad portas de la definición del mecanismo para elegir el candidato de la Alianza. En búsqueda de una señal de que la campaña debe realizarse fuera de Palacio, el presidente directamente desde Bélgica emplazó a los secretarios de Estado y les reiteró que “los ministros son ministros de Estado y tienen un compromiso con todos los chilenos y, por lo tanto, como ministros deben trabajar para todos los chilenos y no involucrarse en campañas electorales”, justo un par de horas después de que el ministro de Economía, Pablo Longueira, afirmara que “si es necesario incluso que deje el ministerio, porque es útil para el triunfo de Laurence Golborne, lo voy a hacer”.
Junto con esta idea de ordenar la casa y las relaciones con el Poder Legislativo y el Judicial, el presidente se metió de lleno en los contagios por meningitis que se han presentado en el país, con gestiones personales con los laboratorios fabricantes de las vacunas para adelantar la llegada de las dosis necesarias a Chile. En sus contactos con la prensa le habló directamente a “mamás y papás” chilenos, explicando que el país se preparó anticipadamente para combatir esta enfermedad y casi asegurando que no se producirá un rebrote masivo.
Las apuestas
Además de esto, hay dos hechos del próximo año con los que Piñera apuesta “a ganador”. La cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) y la Unión Europea (UE), que se desarrollará a fines de enero lo mostrará como el anfitrión de más 60 jefes de Estado y de Gobierno de ambas regiones, en una cumbre que probablemente tendrá a la mayoría de los grandes líderes mundiales y por la cual se ha jugado en Europa, confirmando la participación de los principales liderazgos de este continente.
El segundo tema -y que dominó la agenda de la gira- es el conflicto con Perú en La Haya. En Londres, el mandatario se reunió con los abogados internacionales que defienden a Chile ante el tribunal. Las señales que salen del presidente y de su entorno es que Chile tiene un buen caso y que la Corte -con antecedentes en las manos- debiera darle la razón a Chile, aunque también está dentro de los cálculos que tribunal le haga un gesto a Perú y opte por ceder en el aspecto menos relevante para Chile, lo que de todas formas sería valorado como favorable porque tanto la demanda terrestre como la de modificar los límites marítimos se mantendría inalterada.