Cita Bachelet-Hollande pone la mirada en dispar tono de cambios laborales
Proyecto francés permite despidos colectivos, rebaja indemnizaciones por despido y privilegia “acuerdos de empresa”.
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Para el presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, es “divertido” que la reforma laboral francesa que promueve el gobierno de François Hollande “vaya en sentido contrario” a la que está empantanada en Chile. “Saquen ustedes sus propias conclusiones sobre quién tiene que arreglar sus cuentas”, fue el mensaje del empresario, que integra la delegación que acompaña a la presidenta Michelle Bachelet, en la Cumbre Ministerial de la OCDE, en París.
“Divertido” porque el proyecto francés -que ha sido duramente criticado por el mundo sindical- busca reubicar la negociación colectiva en la empresa, relativizando los acuerdos ramales, permitir que se acuerden salarios inferiores a los establecidos a nivel sectorial, rebajar las indemnizaciones por años de servicio, admitir despidos colectivos y establecer pactos de adaptabilidad para extender la jornada laboral de 35 horas a la semana.
El camino trazado por Hollande dista mucho del debate chileno, donde la reforma laboral busca, según la declaración del gobierno, “fortalecer a los sindicatos y ampliar la negociación colectiva”.
El “recado” de Von Mühlenbrock a la Nueva Mayoría fue bien acogido en nuestro país. El presidente de la UDI, Hernán Larraín, sostuvo que la oposición “ha planteado que muchas de las iniciativas que contiene la reforma laboral están ya instaladas en países europeos y que, por su fracaso, se están revisando”.
Libertad y Desarrollo, centro de pensamiento que asesora a Chile Vamos, concordó especialmente en la adaptabilidad pactada, una de las tantas indefiniciones que el Ejecutivo mantiene con la reforma laboral. “Sería interesante que el gobierno tome nota de cómo el proyecto francés se basa en pactos que flexibilizan ciertas materias de contratación y despidos, para hacerse cargo de situaciones que pueden poner en peligro la productividad de la empresa”, expresó el abogado del programa legislativo de LyD, Sergio Morales.
Sin embargo, para Juan Vergara, de Prosindical, “ninguno” de los pactos de la reforma impulsada por la Nueva Mayoría busca actualizar las relaciones laborales. “De qué modo modernizar supone que las personas trabajen 12 horas diarias o 7 días corridos a la semana”, cuestionó.
Al interior de la Nueva Mayoría, el mensaje de von Mühlenbrock también tuvo respuesta. “Sacar opiniones fuera de contexto es oportunista. La legislación laboral francesa está a años de luz de la chilena, en defender los derechos de los trabajadores”, expresó el senador socialista que integra la comisión de Trabajo, Juan Pablo Letelier.
El vicepresidente de la CUT, Nolberto Díaz, complementó: “Von Mühlenbrock intenta confundir el debate. En Francia el sueldo mínimo es de
$ 1.130.000, la jornada laboral es de 35 horas a la semana, se negocia por rama, la gran mayoría de los trabajadores está cubierto por un contrato colectivo y, lo más importante, hay titularidad sindical”, señaló el dirigente.
Sobre la fórmula legislativa que el gobierno tiene que definir para “reequilibrar” la reforma laboral hay poco avance. Incluso, el debate “está estancado”, según afirmó una fuente de gobierno, hasta que la Presidenta y los ministros de Hacienda y Trabajo, Ximena Rincón, regresen este viernes de Francia.