Una positiva acogida tuvo entre distintos actores laborales el paquete de indicaciones que presentó el Gobierno al proyecto de sala cuna.
La nueva apuesta del Ejecutivo contempla mantener la creación de un Fondo de Sala Cuna, el cual será financiado con una cotización de cargo al empleador de 0,3% de la remuneración de cada persona contratada en la empresa, un porcentaje levemente mayor al 0,2% propuesto inicialmente por la administración de Gabriel Boric.
Una fórmula que, además de implementarse de forma gradual, incorpora cambios al seguro de cesantía, cuyas cotizaciones se reducirán en 0,1% con el fin de compensar.
Así, el aporte de los empleadores a las cuentas individuales del seguro de los trabajadores con contrato indefinido bajará de 1,6% de la remuneración a 1,5%. Lo mismo ocurrirá con el aporte de 2,8% en el caso de personas con contrato a plazo fijo, o por obra, que pasará a ser de 2,7%. En tanto, las cotizaciones de los trabajadores de casa particular bajarán de 2,2% a 2,1%.

La presidenta ejecutiva de Chilemujeres, Francisca Jünemann. Soledad Hormazábal, investigadora de Horizontal. La directora ejecutiva de ComunidadMujer, Cristina Vio Gorget. Fotos: José Montenegro y Archivo
Las indicaciones, además, explicitaron que el Estado aportará al fondo de sala cuna.
“Celebro esta fórmula, el seguro de cesantía es una tremenda herramienta que tiene nuestro país, y que ha demostrado recaudar y ser fuerte”, dijo la presidenta ejecutiva de Chilemujeres, Francisca Jünemann, sobre la decisión del Gobierno de reducir el aporte al seguro para redestinar financiamiento a sala cuna.
“Las indicaciones presentadas por el Ejecutivo solucionan los problemas que tenía el proyecto de ley y que hubiesen afectado la contratación de madres y padres de niños menores de dos años”, dijo.
Una misma lectura entregó ComunidadMujer. La directora ejecutiva de la entidad, Cristina Vio Gorget, afirmó que “valoramos las indicaciones del Ejecutivo, que buscan destrabar una reforma clave para la equidad y el desarrollo del país. Es esencial avanzar hacia una sala cuna universal, con corresponsabilidad y sin sesgos de género, para el bienestar de niñas y niños y para superar las brechas laborales que enfrentan las mujeres”.
Por su lado, Soledad Hormazábal, investigadora de Horizontal, consideró positivo que se compense el mayor aporte del empleador de 0,3% de las remuneraciones “con una rebaja de 0,1 punto de la cotización para el seguro de cesantía. El seguro de cesantía es superavitario, por lo que en principio no tendría problemas de sustentabilidad. Sin embargo, habrá que estudiar en detalle los análisis de sostenibilidad del seguro”, dijo.
Hormazábal destacó la decisión del Ejecutivo de no establecer en el proyecto el monto exacto que costeará el fondo de sala cuna por concepto de matrícula y mensualidades, y que dicha cifra sea definida por una comisión cada cinco años. Para ella, esta decisión “entrega mayor flexibilidad”.
Su punto fue respaldado por Jünemann, quien agregó que “la solución de que el monto lo fije el Ministerio de Hacienda previo informe de una comisión técnica que se crea, es la solución que propusimos, por lo que agradecemos al Gobierno haberla acogido”.
Sin embargo, para Hormazábal sí es negativo que se insista en no permitir que las salas cunas privadas con autorización de funcionamiento del Ministerio de Educación entreguen la provisión del beneficio, y solo lo puedan hacer las salas cunas con reconocimiento oficial del Estado. “Está disposición limita la oferta privada, poniendo en riesgo la capacidad de cubrir efectivamente la demanda por sala cuna que esta ley generará, además de introducir una discriminación arbitraria e injusta”, advirtió.
El gerente de estudios de la Cámara de Comercio de Santiago, George Lever, dijo que el proyecto es clave para fomentar la participación y formalidad laboral femenina. Pese a eso, señaló que “creemos necesario a su vez analizar a fondo el modelo de financiamiento del sistema, que en el proyecto se define como de responsabilidad del empleador, considerando que la experiencia internacional muestra que el modelo predominante recae en el Estado”.
Agilizar el debate
Jünemann destacó que las nuevas indicaciones aclaran y resuelven varios de los problemas detectados en la discusión del proyecto, por lo que espera que esto acelere su tramitación. “Este es el minuto para que como país nos pongamos de acuerdo y saquemos adelante un proyecto que es fundamental para terminar con un problema estructural del empleo formal de las mujeres. El momento es hoy. Sala Cuna debe ser aprobada ya”, dijo.
“Ha llegado el momento de aprobar esta ley, pendiente hace décadas, porque cada día de atraso significa que más mujeres pierden empleo, ingresos y autonomía al asumir el costo de los cuidados”, agregó Vio.