Este viernes 3 de octubre finaliza un plazo clave para las organizaciones sociales y los senadores integrantes de la comisión de Trabajo del Senado, ya que dicho día termina el plazo para el envío de indicaciones al proyecto de sala cuna que estableció la Sala del Senado.
Una fecha clave para los diversos actores que han monitoreado la discusión, quienes esperan que el Ejecutivo considere en las modificaciones que presentará parte de los planteamientos y dudas que actualmente existen en torno a la iniciativa.
Y es que si bien existe consenso respecto a la necesidad de modificar el artículo 203 del Código del Trabajo, el cual establece que solo los empleadores que tienen 20 o más trabajadoras tienen la obligación de otorgar el beneficio de sala cuna, aún hay discrepancias respecto a la fórmula que debe implementarse para extender y financiar este beneficio a todas las mujeres y padres.
Las expectativas
Actualmente, la propuesta del Ejecutivo contempla crear un Fondo de Sala Cuna, financiado por una cotización del 0,2% a cargo de los empleadores del sector privado e independientes, que permitirá cubrir hasta 4,11 UTM por matrícula anual y mensualidades.
Este aporte, expone la propuesta legislativa, será pagado directamente a salas cunas que cuenten con el reconocimiento oficial por parte del Ministerio de Educación y procederá tras el requerimiento del empleador y autorización del Instituto de Previsión Social (IPS), mediante un sistema de postulación digital y de fácil acceso.
Y si bien la apuesta por instaurar una cotización es vista con buenos ojos por algunos actores, el monto que cubrirá el beneficio genera cuestionamientos. De hecho, al interior de la fundación ChileMujeres sostienen que el aporte de 4,11 UTM (cerca de $283.000) “no es suficiente”.
Según explica Francisca Jünemann, presidenta de ChileMujeres, el monto actual propuesto no alcanza a cubrir el valor real de las salas cunas, lo que, en la práctica, podría afectar la contratación de madres y padres de menores de dos años, ya que las empresas tendrían que pagar la diferencia que se generaría entre lo que entregaría el aporte y el costo real total de estos establecimientos. Una situación que, a juicio de Jünemann, lejos de mejorar la situación laboral de las madres la empeoraría.
Para evitar este problema, la entidad -junto con el movimiento Sala Cuna Hoy- proponen que el proyecto -al igual que la ley vigente-, no precise el monto que transferirá el Fondo de Sala Cuna por ese concepto, y que sea una entidad externa la que defina anualmente este costo.
“Que el monto lo defina la Superintendencia de Pensiones, Superintendencia de Educación y la Dirección de Presupuestos todos los años, desde el primer año de entrada en vigencia de la 1 ley, de acuerdo al monto del fondo de sala cuna por la cotización del 0,2%, la tasa de uso, el valor real de las salas cunas y el eventual aporte fiscal”, explica Jünemann.
Una idea que es respaldada por Francisca Valdés, directora de Mujeres Empresarias, quien agrega que las indicaciones que prepara el Ejecutivo debieran ir en esta línea. “El monto que se propone no alcanza, y lo debe establecer una comisión experta para que realmente se pueda hacer uso del derecho y que se pueda pagar para salas cunas con autorización de funcionamiento y no solo con las que tienen reconocimiento oficial”, agrega.
La mirada de los senadores
Entre los integrantes de la comisión de Trabajo del Senado, en tanto, las expectativas en torno a las indicaciones son variadas.
La senadora Alejandra Sepúlveda, por su lado, plantea que está a la espera de que el Gobierno clarifique algunos aspectos, como el universo real de beneficiarios, para así ver si la fórmula de financiamiento vía cotización será suficiente o no.
Ella, además, coincide con las organizaciones sociales en la idea de no establecer un monto exacto del aporte en la ley, y que este sea definido por un grupo de entidades externas una vez al año. “El monto no debe estar en la ley, complica mucho”, dice.
Gastón Saavedra, por su lado, coincide en la necesidad de aclarar algunas cifras involucradas. Consultado por sus expectativas sobre las indicaciones, dice que “acá lo importante es avanzar en una fórmula que dé paso a una mayor incorporación de mujeres al mercado laboral. Avanzar en esa línea y no retroceder en derechos”, dijo.
Otro parlamentario que se mostró preocupado por los montos y los universos de beneficiarios fue el senador José García Ruminot. “Estamos como lejos del costo que realmente significa costear un servicio de sala cuna con excelencia, con la calidad que se requiere”, insiste.
Desde su perspectiva, las indicaciones deben también contemplar analizar la fórmula de financiamiento, ya que la propuesta de establecer una cotización de 0,2% podría ser compleja para las empresas de menor tamaño.
“Nos parece que cuando se está desarrollando el cronograma de la reforma previsional, que significa un aumento importante y significativo en las cotizaciones previsionales, particularmente para la PYME, volver a aumentar la cotización previsional, más aún cuando enfrentamos un mercado laboral formal bastante incierto, nos parece muy, muy riesgoso”, dijo.
Desde su visión, en su sector “tenemos observaciones bien concretas y bien técnicas. Aquí no hay una diferencia política, de gobierno y oposición. Lo que tenemos son aprehensiones muy válidas y que el propio Ejecutivo ha reconocido”, dijo.