Por C. Torres / R. Lucero
Si alguna certeza existe hoy en materia económica, es que el mundo -y Chile, a la par- experimentará grandes sustos en los próximos meses. Los altibajos en los ánimos de los inversionistas marcarán la pauta de los mercados, ya protagonistas de una montaña rusa de pánico y euforia en el último tiempo. Pero bajo la visión del economista jefe y director de Estudios de LarrainVial, Leonardo Suárez, no estaremos solos: “China, como lo hizo en medio de la crisis de 2009, nuevamente va a salir a rescatar el mundo”.
Desde su óptica, dicho accionar -del cual ya dio luces al rebajar las exigencias de reservas bancarias el miércoles-, puede servir para “netear” los efectos del peor de los escenarios en Europa; y en caso de que no ocurra nada tan trágico -como la desintegración del euro-, el impacto incluso podría ser positivo.
¿Mucho optimismo? Al parecer no, más bien está el peso de la historia, una historia que muestra como el avance del gigante asiático bien podría contrarrestar el shock de la crisis del euro, en un escenario en que Estados Unidos -pese a sus muchos problemas políticos- crecerá por lo menos 2% en 2012, entre otras cosas, porque la Reserva Federal sí ha inyectado dinero en la economía, a diferencia de lo hecho por el Banco Central Europeo (BCE).
“Los niveles de liquidez en Europa están casi al mismo nivel que para la crisis financiera a fines de 2008. Entonces, creo que tendremos una recesión en Europa y no en EEUU, aunque este último -si se desintegra el euro- se afectará, por cuanto las empresas norteamericanas venden cuatro trillones de dólares en Europa. Pero creo que el impacto será menor”, expone Suárez.
Dicho esto, el economista de LarrainVial repara en dos hechos clave: hace 10 años, Estados Unidos y Europa representaban más de la mitad del crecimiento global, hoy son menos de la cuarta parte; mientras que el peso de China subió de 11% a 26% y va camino al 30%. Y, dos, el país asiático representa hoy el 40% del consumo de commodities metalúrgicos, entre ellos el cobre.
Y la gracia, destaca Suárez, es que se trata del “dragón que se traga al mundo. No es la fábrica del mundo, como dice el mito. El tema de los productos que se fabrican allí, es marginal, lo importante es su demanda interna y, por eso, salió a rescatar al mundo durante 2009, en medio de la crisis financiera. Si no hubiera sido por China tampoco Chile se hubiese salvado, por eso la recesión fue corta”.
Aún más, el 85% del cobre que consumen los chinos está destinado exclusivamente a la demanda interna (infraestructura, telecomunicaciones, construcción) y solo un 15% a la industria exportadora.
Esta mirada de Suárez se sustenta también en la “buena noticia” que es el ajuste vivido por China este año. Lo más probable, estima el economista, es que este trimestre y el primero de 2012 se vean las peores cifras -con un indicador de manufacturas bajo 50 y un crecimiento entre 7% y 8%- y esa será justamente la señal para que la autoridad tome medidas de estímulo. “La caída de la inflación (aunque el precio de los bienes raíces aún no cede), unida a la desaceleración de su demanda interna llevaría a Beijing a “soltar” el crédito, lo que induciría a una reaceleración del dinamismo de la economía”, argumenta.
Su punto, es que a pesar de tener una visión más negativa que el consenso sobre Europa, donde -dice- hay que estar preparados para cualquier escenario, incluso una desintegración del euro -precedida por corridas bancarias y corralitos en el 2012-, plantea que “China se reaceleraría e iría de menos a más en 2012, neteando el impacto negativo de la crisis del euro y de esa forma, rescataría al precio de los commodities y al mundo emergente”.
En este contexto, Suárez ve que tal vez China crezca el próximo año menos que en 2011, con expansiones del PIB cercano al 7% en el primer trimestre de 2012 y de más de 10% en el cuarto. En 2013 volvería a crecer más del 10%. “Y todo ello dinamizaría la demanda por commodities como el cobre aún a pesar de que Europa entre en recesión”.
¿Qué pasará en Chile?
“Marioneta” de la economía mundial -como grafica-, y del precio de los commodities en especial, Suárez sostiene que en “Chile va a crecer 3,8% el próximo año si se da este escenario en que China sale a rescatar al mundo y no pasa nada tan dramático en Europa”.
Este pronóstico, advierte el experto, considera la nueva matriz del Banco Central, la que arrojará una expansión de solo 5,3% para este año. Con la vigente -que ya no regirá para medir el crecimiento de 2011 y 2012-, añade que el crecimiento sería de solo 3,2%.
“La economía chilena -expone- se enfriará más de lo esperado, desde este cuarto trimestre hasta el primer semestre del 2012 en reacción al rezagado impacto de la política monetaria del Banco Central y a la reciente depreciación del peso. Pero dado que China saldría a rescatar al cobre y el banco a bajar las tasas pronto, el segundo semestre de 2012 sería mucho mejor.
Así, de cifras de 2% en el primer trimestre el crecimiento se acelerará hacia 5,0%-5,5% en el cuarto. “Mientras no caiga el cobre en forma significativa por debajo de sus niveles de largo plazo -de US$ 2,80 a US$ 3- y no haya restricciones de crédito ni de liquidez, no va a pasar mucho más”, explica el ejecutivo de LarrainVial.
¿Y es posible confiar en que el cobre se sostendrá? A juicio de Suárez, el precio del metal puede enfrentar una V, donde cae de los US$ 3 la libra, incluso debajo de US$ 2,5 si hay mucha turbulencia en Europa -“volvemos al dracma, por ejemplo”- y después se recupera. ¿La razón? No sólo por el rescate de China, sino que también por escasez de oferta.
“Hay un déficit global de cobre. En 2008 enfrentamos la crisis con un superávit de cobre, pero qué ha pasado: China ha consumido mucho cobre desde entonces, excepto este año, que el crecimiento ha sido cero gracias a la liquidación de inventarios y al ajuste de su economía y de la construcción, pero va a venir el relajamiento del crédito”, concluye.