Cieplan y PNUD analizan escenario regional de cambios tributarios ante demandas sociales

- ¿Cuál es su opinión respecto de la propuestas de reforma tributaria que ha realizado Michelle Bachelet?
- No quisiera referirme específicamente a las medidas propuestas por la ex presidenta Bachelet, pero sí hacer una afirmación respecto de los estudios que estamos realizando en América Latina: la constatación fundamental es que los niveles de desigualdad no se pueden enfrentar sin hacer reformar tributarias profundas, y eso se justifica por dos cosas. Primero, porque la presión tributaria es baja en América Latina y en Chile es muy baja comparado a la media de la OCDE. Segundo, las estructuras tributarias son altamente regresivas, son impuestos generalmente al consumo como el IVA, en vez de ser impuestos directos y a la propiedad, de modo que aquí el desafío es cómo se logra a través de consensos políticos avanzar hacia estructuras más progresivas.
- Respecto de la posibilidad de ir simplificando los sistemas tributarios, ¿es prudente la eliminación del FUT?
- Creo que cada caso es diferente y eso es al final una decisión soberana de los actores políticos del país. En el resto de los países de la región, la presión tributaria es bajísima, la evasión tributaria es muy alta, por cierto también se requiere mejorar la calidad del gasto. Aquí hay un movimiento, en toda la región, la presión tributaria ha subido en los últimos años pero no para enfrentar las demandas sociales, y ese es el punto principal.
- ¿Pero las afirmaciones que señalan que las reformas tributarias pueden afectar el crecimiento o la inversión, a su juicio, tienen sustento?
- Esa es la parte entretenida de la economía política de las reformas tributarias. Siempre hay argumentos y habrá excusas para no subir los impuestos, pero si queremos enfrentar los retos que tenemos por delante, tiene que haber la capacidad de pactos políticos que permitan que estas decisiones no sean de una administración, sino que ojalá sean de largo plazo, indistintamente de los gobiernos que puedan llegar. Eso es lo que han hecho los gobiernos de países desarrollados. No veo que haya problemas con la productividad o con el crecimiento en países que tiene más del 30% de la presión tributaria. Hay algunos que inmediatamente levantan a las PYME, cuando en realidad están pensando en los intereses de las grandes empresas. Entonces, aquí se trata de conciliar los distintos intereses en juego pero apuntando a que esto es un desafío inevitable.
- En un escenario de desaceleración económica como lo ha proyecto el Banco Central, ¿es conveniente realizar una reforma tributaria?
- Nunca va a haber un buen momento para hacer una reforma tributaria. La demanda por una educación de mayor calidad, no solo en Chile, no va a desaparecer y eso hay que enfrentarlo y hay que hacerlo con recursos que tienen que salir de algún lado. Lo veo desde la perspectiva latinoamericana y es una prioridad en toda la región, en la medida que hemos reducido la pobreza. El desafío ahora es entonces el de la desigualdad, y como ha habido crecimiento y a la región le ha ido medianamente bien, la apreciación es que hay progreso, pero el progreso no entra en la casa de todos los ciudadanos y eso va creando una frustración.
- ¿Cómo vio el proceso de elecciones primarias?
- Tuve la satisfacción de votar en estas primarias y quedé gratamente sorprendido por la gran cantidad de gente que fue a votar, tres millones de personas es un enorme éxito (...) los resultados son muy contundentes. Se sabe cuál es mi pensamiento político, fui ministro de la Concertación, de modo que mi opinión política está clara y me siento muy satisfecho con los resultados, incluso más allá de que haya triunfado la persona que yo apoyé en el pacto Nueva Mayoría, estoy contento por Chile. No sé si estamos acá frente a cambios muy definitivos, aquí hay situaciones que no necesariamente reflejan caídas permanentes de ciertos partidos, pero creo que es buena una base independiente de buen nivel.

- ¿Cree que la popuesta realizada por Bachelet, es demasiado ambiciosa para llevarla a cabo?
- Gente ha hablado que este es el batatazo tributario. La verdad, si uno ve los datossobre cuál es la carga tributaria chilena, bis a bis con nuestro nivel de desarrollo, comparado con países OCDE cuando tenían nuestro nivel de desarrollo, subir la carga tributaria, es llegar al promedio de lo que tenían los países OCDE en ese momento. Además, si uno ve como se distribuye la carga tributaria, en Chile la carga tributaria del IVA es similar a la de los países OCDE pero no así en el caso de las rentas. Ahí hay una clara menor recaudación chilena. Por lo tanto, hacer una reforma tributaria que aumente la carga y esté centrado en las rentas de capital como ha sido la tónica de todos los candidatos de la oposición en su momento, es un nivelamiento de lo que es la carga tributaria al desarrollo que tiene Chile.
- ¿Qué le parecen temas puntuales como la eliminación del FUT?
- Una de las cosas que hablamos en la presentación del seminario es que para que una reforma tributaria sea factible requiere ser simple. Si uno ve hoy las modificaciones que hay que hacer en el sistema tributario para eliminar el FUT es casi nula, es mover un par de guarismos, por lo que hace que esta reforma sea fácil de implementar y no genere ningún tipo de complicación.
- ¿Cree que pueda tener un impacto a futuro en el tema del crecimiento?
- Es importante ver la historia: cuando estábamos en una junta de gobierno, que no era un Parlamento democrático, salieron muchas de las mismas dudas que están hoy sobre la mesa en términos de que este sistema podía ayudar a la concentración de los grupos; eso está dicho por miembros de la junta de gobierno de la época. Lo otro, cuando se da la justificación de hacer esta reforma tributaria, el entonces ministro de Hacienda, mencionó que en los próximos años íbamos a tener un muy bajo flujo de inversión para las empresas, eso hacía necesario que el financiamiento se hiciera con la reinversión de utilidades, era la situación coyuntural de la época. El ´84 estábamos en la crisis bancaria chilena más grande de la historia lo que justificaba el cambio tributario. Eso ahora no pasa, tenemos apertura de mercados y financiamiento externo a tasas bastante bajas, un mercado de capitales muy desarrollado, por lo tanto, financiamiento para las empresas hay, lo que es muy importante tener claro hoy, es que las necesidad de financiamiento por parte de utilidades internas no es tan importante. Entonces, ¿es necesario mantener eso?, ¿tiene sentido que Chile subsidie inversiones fuera de la frontera?, es complejo argumentarlo.

 - ¿Cómo ve el hecho que en Chile se estén generando propuestas de reformas al sistema tributario?
- Es muy positivo que el tema haya salido durante la campaña porque así hay más probabilidades de que después no se frustren las propuestas en el parlamento. Así, quien gane la elección llega comprometido a lanzar un proyecto sustantivo que tenga varios componentes: que recaude más, que lo haga de manera más equitativa, y tal como se ha planteado en el seminario, el capital está pagando relativamente poco y el trabajo personal comparativamente más y los sectores medios y bajos está pagando impuesto a través del IVA y distintos mecanismos. Con el gasto social actual, el gobierno está gastando más plata que la que está recibiendo sosteniblemente con un precio más normal del cobre, por lo tanto, una parte de la reforma va a tener que ir a financiar gastos que ya está haciendo el Estado chileno, no va a ser solo dinero fresco sino que también va a ir a tapar el "hoyo" que va a dejar una normalización del precio del cobre, por lo que necesitamos que la reforma tributaria tenga ingresos adicionales para los gastos adicionales en educación, formación laboral, capacitación laboral. Esos son gastos muy importantes por hacer y cuando alguien pregunta para qué son los recursos, eso está clarito.
- ¿Y eliminar el FUT es positivo?
- Primero hay que definir qué parte se elimina del FUT, así se hace en la devolución que se hace de los dividendos, en que se elimina el inciso. El caso del FUT es un bolsón que tiene componentes importantes de evasión tributaria, lo que es muy regresivo, porque favorece al 20% de los chilenos. Si tomamos en serio el tema de la desigualdad, tenemos que actuar seriamente y, por lo tanto, hay que limpiar el FUT de esos componentes.
- ¿Está de acuerdo con el que el país necesita reformas tributarias para hacer frente a las crecientes demandas sociales?
- Absolutamente y reitero que es positivo avanzar en esa línea. Para la calidad de la política es bueno que se prometa algo y que se haga y se saque adelante. En el caso de Chile se necesita una reforma tributaria para que podamos tener un desarrollo, no es solo cuestión de redistribuir, sino que distribuir capacidad a los chilenos con buena educación, con capacitación laboral, incentivos al empleo y con una economía que no viva de los altos y bajos del cobre.

- Parece haber una concordancia en que se necesitan cambios tributarios en los países de la región...
- Chile es quizás el país más avanzado de América Latina, pero todos los países latinoamericanos, en mayor o menor medida, están dentro la trampa del ingreso medio y para poder salir de ella es necesario hacer ciertas inversiones muy relevantes en ciertas áreas de la economía que uno podría considerar como bienes públicos. Y para poder financiar eso se necesitan recursos que los estados hoy no tienen. Yo diría que la discusión que estamos teniendo en Chile es también la que se está dando a nivel latinoamericano -se refleja un poco en este seminario- y es que estamos poniendo a prueba la capacidad del continente, pero de Chile en particular, de superar esta trampa del ingreso medio para acceder a niveles de desarrollo superior. En definitiva, la necesidad de la reforma tributaria es una condición para poder superar esta trampa del ingreso medio.
- La semana pasada la candidata del pacto Nueva Mayoría dio más detalles sobre su propuesta de reforma tributaria, ¿qué le pareció?
- En términos generales me parece que es
una propuesta adecuada. Es posible que a medida que se vayan debatiendo, se puedan ir haciendo mejoras, pero en general creo que va en la dirección correcta (...) ha habido una "campaña del error" hacia esa reforma (en el sentido de confundir algunas herramientas), que es importante discutir con serenidad.
- El IPoM de junio proyecta una caída en la inversión, ¿puede afectar adicionalmente a ello una reforma tributaria?
- Algo la va a afectar, pero no va ser sustantivo. Creo que hay un error en la gente que opina de esa forma, en el sentido de que para ellos pareciera que no hacer nada es una opción válida. Cruzarse de brazos mirando cómo aumenta el descontento social y viendo cómo los estudiantes plantean demandas legítimas, sin dar respuestas que tengan sentido político contribuye a la inestabilidad social y eso es malo para la inversión. Cometen un error los que acusan a esta reforma de tener un efecto negativo en la inversión, creo que no han visto toda la película. Evidentemente puede haber un efecto en la inversión, pero va a haber un gasto público creciendo y eso tiene un impacto positivo.