La actualización del escenario macroeconómico chileno dado a conocer el martes por el Banco Central no fue indiferente a los agentes internacionales.
El sinceramiento en la tasa de crecimiento de mediano plazo fue bien recibido, al igual que el discurso más duro a nivel de política monetaria, aunque hay discrepancias respecto a la posibilidad de un desanclaje en las expectativas de inflación y, especialmente, en las optimistas perspectivas de crecimiento para el próximo año.
Alfredo coutiño, director para A. Latina de Moody's Analitics: "Mensaje de tasas fue tardío pero en dirección correcta"
- ¿Cómo definiría usted el mensaje general entregado en el IPoM?
- Con la debilidad crónica mostrada por la economía hacia mediados del año, y ante el entorno de normalización monetaria forzada que enfrentará Chile para antes de que termine el año, los estimados del emisor central se ven optimistas. En realidad, el crecimiento de 2015 va para cuando mucho a 2% y con una creciente probabilidad de que sea menor, mientras que el de 2016 podría quedar entre 2,5% y 3%.
- Pero está de acuerdo con la visión de un crecimiento algo mayor para 2016.
- Es posible esperar un poco más de crecimiento en 2016 por dos factores: el avance de la principal locomotora mundial (EEUU), y la competitividad cambiaria que tendrían las exportaciones chilenas ante la fuerte depreciación del peso. Sin embargo, todo depende de cuánta confianza pueda recuperar el gobierno de parte del sector privado para destrabar la inversión productiva, que es la principal fuente de crecimiento permanente y sostenible. Si esto no se da, el crecimiento podría quedar por debajo de 2,5%.
- Entonces, ¿pesará más la evolución del clima de desconfianza que el ambiente externo?
- El factor externo ha venido a complicar las cosas, pero no es la fuente de la debilidad económica chilena. Es evidente que el problema de la economía es la falta de inversión que parece estar llegando a niveles de anemia crónica, ante la reticencia del sector privado para invertir. Desafortunadamente, Chile ha perdido una buena parte de la confianza de su sector privado y eso ha debilitado la capacidad productiva del país. La desconfianza se generó tanto por un manejo inadecuado de las reformas como por un uso excesivo de políticas expansivas que han probado ser inefectivas en un ambiente de debilidad económica estructural, posteriormente deteriorada por la coyuntura internacional.
- ¿Concuerda con el mensaje de próximas alzas en la tasa rectora?
- El mensaje de tasas fue tardío pero en la dirección correcta, porque ante la inefectividad de las políticas expansivas (fiscal y monetaria) y ante la agresividad de la volatilidad financiera, Chile tiene necesariamente que regresar a la disciplina monetaria y más vale que lo haga antes de que el temporal financiero arrecie en unas semanas más.
Las tasas de interés en Chile, como en el resto del mundo, tienen como destino el alza tarde o temprano, y más vale prevenir que lamentar. El Central se tardó en abrir las puertas al alza de tasas y finalmente lo ha hecho, más forzado por la realidad que por voluntad propia, pero es el camino correcto.
- ¿Hay posibilidades de un desanclaje en las expectativas inflacionarias?
- Correcto, el riesgo de traspaso de la fuerte depreciación cambiaria ha aumentado, y necesariamente se va a trasladar a la inflación por la sencilla razón de que la depreciación del peso llegó para quedarse. De no actuar rápidamente normalizando las condiciones monetarias para atajar la inflación que ya da señales incipientes de empezar a galopar, las expectativas inflacionarias pueden empezar a apostar a mayor inflación futura y Chile puede enfrentar el mismo "drama brasileño" en donde la inflación ha creado una inercia propia mayormente alimentada por expectativas al alza.
Marcos Buscaglia, economista para A. Latina de Merrill Lynch: "La desaceleración económica es principalmente estructural"
- ¿Será posible alcanzar la parte alta del rango de crecimiento (3,5%) esperado por el Banco Central para 2016?
- No creemos que se llegue a esa tasa de crecimiento dado el contexto global y el local. En términos globales, menores precios de commodities y tasas de política monetaria más elevadas en Estados Unidos repercutirán sobre la economía de Chile. Con el tiempo las exportaciones no mineras van a permitir a la economía crecer más rápidamente, pero según nuestro análisis este es un proceso que lleva más de un año.
En términos locales, la persistencia de incertidumbre sobre el alcance de las reformas y la mayor presión impositiva al sector corporativo no ayudarán a un crecimiento fuerte. Además, la política monetaria se volverá menos expansiva -tal como señaló el último Informe de Política Monetaria-, y la fiscal también y, desde el punto de vista estructural, el gasto público tiene que pasar a ser menos expansivo en los próximos años, como consecuencia de la baja del precio del cobre y del menor crecimiento tendencial.
- ¿Qué está pesando más: el factor externo o interno?
- Es difícil decir cuánto está influyendo cada uno. En todos los países de Sudamérica la confianza se ha deteriorado, con lo cual es difícil atribuir lo que ocurre en Chile al proceso de reformas exclusivamente. Pero sí está bastante estudiado que la incertidumbre sobre las reglas de juego lleva a empresarios a posponer decisiones irreversibles, como las de inversión, o difícilmente reversibles, como las de empleo, con lo que no veo cómo puede ser distinto en Chile.
- ¿Mejorará el panorama con los cambios introducidos a la reforma tributaria o pesará más la incertidumbre por el resto de las reformas?
- Mientras impere la incertidumbre sobre el debate laboral y constitucional, es difícil que la confianza se recupere plenamente.
- ¿Está de acuerdo con el nivel del PIB tendencial? ¿Es posible un crecimiento mayor?
- La reducción de la estimación de PIB tendencial que hizo el Banco Central ha sido un gran paso. Nuestras estimaciones nos dan un número algo más bajo -más cerca del 3%-, ya que tenemos supuestos más conservadores de aumento de la participación laboral, pero es poca la diferencia. Lo importante es dar a entender claramente que la economía difícilmente crezca por encima del 4% en forma sostenida en los próximos años en este contexto global y local.
- ¿Qué le pareció el mensaje en términos de política monetaria? ¿Fue muy apresurado hablar de alza de tasas hacia fin de año?
- El mensaje de que el aumento de tasas no está tan lejano es el adecuado. La tasa de política monetaria está debajo del nivel neutral, la desaceleración de la economía es principalmente estructural, y la inflación ha estado por encima de la meta por demasiado tiempo, y lo seguirá estando por varios meses más. En este contexto, me parece adecuado señalar que el alza de tasas no tiene que esperar hasta la segunda mitad del 2016, como era el consenso hasta hace poco.
- ¿Hay posibilidades de un desanclaje en las expectativas inflacionarias?
- No lo creo, justamente porque el Banco Central se está mostrando vigilante de su mandato fundamental, que es mantener la inflación dentro del rango meta en el horizonte de política monetaria.