El 30 de septiembre el gobierno debe ingresar al Congreso el proyecto de ley de Presupuestos 2015. Para ello, el comité de expertos del PIB tendencial y precio del cobre entregaron sus proyecciones, pasó previo para determinar los ingresos estructurales con los que contará el Ejecutivo y el espacio para que crezca el gasto público. Para el economista principal de BBVA, Hermann González, ese gasto público puede crecer entre 7% y 9%, dependiendo de la meta de déficit estructural que establezca el gobierno.
- A dos semanas de que el gobierno presente su primer Presupuesto. ¿Qué le parecen los parámetros que entregaron los expertos en PIB tendencial y precio del cobre?
- El PIB tendencial es una cifra que está bastante en línea con lo que se esperaba y, por lo demás está dentro del rango que entregó el Banco Central para el PIB de mediano plazo, que fue de entre 4% y 4,5%. Al ser menor que el del año pasado significará menores ingresos estructurales para el próximo año, pero no sólo por la reducción del 2015, sino también porque se corrige la estimación de 2014 a 4,2%. Ambos efectos equivalen a menores ingresos por US$ 1.200 millones.
El precio del cobre está dentro de lo que se considera razonable. Desde 2011, el precio de referencia se ha mantenido en torno a US$ 3 la libra, nivel que se sustenta tanto en la demanda, dado el sostenido crecimiento de China, como por factores de oferta.
- ¿A qué se debe que el PIB potencial haya pasado de 4,8% a 4,3% en un año? ¿Cuánta incidencia tiene el ciclo económico?
- Por la forma y metodología con que está construido el PIB tendencial, la coyuntura afecta su estimación; en particular, la caída de la inversión para este año afectó sin duda. Es más, si los expertos se hubiesen juntado algunas semanas después es probable que la visión hubiera sido más pesimista. Es un elemento que se podría revisar hacia delante, de alejar la estimación de largo plazo de los efectos coyunturales de la economía. Ahora si es deseable o no desde el punto de vista fiscal, uno podría pensar que no es tan deseable, ya que lo que se busca con estos parámetros de largo plazo es estabilizar los ingresos de manera de darle estabilidad al gasto público.
-¿Ve espacio y la necesidad para mejorar la metodología de PIB tendencial y precio del cobre de largo plazo?
-La regla fiscal chilena tiene espacio para mejorar y en ese sentido, el Consejo Asesor Fiscal tiene un rol importante que desempeñar en los próximos años, de manera de acercarla a las mejores prácticas internacionales. La regla fue revisada en 2010, pero permanentemente se debe ir mejorando. Lo que se ha hecho en los últimos años es avanzar en la transparencia de la metodología, pero aún hay espacio para mejorar, entre otros aspectos, su simplificación.
- Con estos dos parámetros y considerando los mayores ingresos por la reforma tributaria, ¿cuánto espacio hay para que crezca el gasto público?
- Estas dos variables lo que hacen es reducir los ingresos estructurales, en particular la corrección del PIB potencial. Sin embargo, con la aprobación de la reforma tributaria el gobierno contará con mayores ingresos el próximo año, del orden de US$ 2.300 millones, lo que generará mayor espacio para el gasto. Así nuestra estimación es que el gasto público crecerá entre 7% y 9% real el próximo año. Esto depende de varios factores, pero uno de los puntos más importantes es la definición que realice el gobierno de la meta de déficit estructural.
- A su juicio ¿cuál es la meta que debería asumir el gobierno en el presupuesto?
- Hasta ahora no sabemos cuál será la meta que elija el gobierno para 2015, sino que hay un compromiso de convergencia al balance hacia 2018. Ahí, el gobierno tiene un margen para darle más espacio al gasto público en 2015. Por ejemplo, si define una meta de déficit estructural de 1% del PIB o, bien, comienza con la convergencia al balance con una meta de 0,75%, ya que si están pensando en balance 2018 se puede pensar en que harán una convergencia de 0,25% por año.
Si la autoridad piensa que se necesita un estímulo fiscal más potente, una posibilidad es ponerse una meta menos exigente en términos de balance estructural.
De hecho, en nuestras proyecciones hicimos supuestos de déficit entre 1,25%, 1% y 0,75% del PIB. El problema de ponerse una meta muy laxa el próximo año, es que después se dificulta la convergencia hacia el balance, porque el gasto público tiene una inercia muy importante y todavía faltan proyectos relevantes -por ejemplo los asociados a la reforma educacional- que deben ser incorporados a los presupuestos en los años siguientes.
- Para usted, ¿es importante entonces que el gobierno mantenga la meta de converger a balance en 2018?
- Es necesario. Si Chile se compara con el resto del mundo estamos en una situación fiscal que nos deja en los primeros lugares de cualquier medición de variables de desempeño fiscales y eso nos ha permitido entre otras cosas, acceder a muy buenas condiciones de financiamiento internacional.
Ahora, mantener un déficit por más de cuatro años, lo que nos generará no es un deterioro en las finanzas públicas, pero sí nos llevará a que pasemos de una situación de liderazgo a otra de medianía de la tabla. Es conveniente que se mantenga el objetivo de converger al balance estructural el año 2018, pero no es necesario que la convergencia comience el próximo año.
- ¿Es viable la meta del gobierno de converger al balance?
- La convergencia hacia 2018 no es inviable, y además si se considera que parte de los recursos que entregará la reforma tributaria se destinará a tal efecto, el objetivo es perfectamente alcanzable. En la medida que la reforma recaude lo que se estima, no será necesario hacer un esfuerzo en el gasto para lograr la meta, sino que la convergencia se dará solo por mayor gasto.
- ¿En qué niveles proyecta los supuestos que el gobierno considerará para el presupuestos 2015: PIB, demanda, cobre y dólar?
- Consideramos que Hacienda proyectará un crecimiento de 3,5% del PIB, ya que el 3% a 4% del Banco Central da margen para que se mueva en ese rango. Una cifra como esa sería bastante razonable.
Ha habido un castigo importante a las proyecciones de crecimiento que han sido afectadas por la coyuntura, por el deterioro de las expectativas. Consideramos que pese a las malas noticias que hemos recibido, el mercado ha castigado en exceso las proyecciones de crecimiento.
La demanda interna también debería tener una recuperación importante y vemos un crecimiento de entre 4% y 5%; tipo de cambio en torno a $ 580 y cobre en torno a US$ 3 la libra, lo que daría como resultado un déficit fiscal efectivo en torno a 2% del PIB.
"De septiembre en adelante esperamos Imacec entre 2% y 3%"
- ¿La cifra de crecimiento de junio marcó un punto de inflexión y no veremos niveles más bajos?
- El punto de inflexión se habría dado en julio o agosto. De aquí para adelante debemos comen- zar a ver cifras algo mejores. Esperamos una recuperación de la economía hacia el último trimestre de este año con cifras cercanas a 2,5% y 3%. Para agosto, vemos que el crecimiento esté entre 1% y 1,5% y de septiembre en adelante cifras de 2% a 3%.
- Con la aprobación de la reforma tributaria, el gobierno ha dicho que se acabaron las incertidumbres para el mercado, ¿comparte esa visión?
- El hecho de que se haya cerrado la discusión tributaria ayuda, de que el gobierno haya cambiado el discurso con respecto a la importancia del sector privado en la economía es algo que también contribuye y las medidas concretas para destrabar inversiones son buenas señales. Hay un mejor ambiente para la inversión y además habrá un estímulo fiscal que ayudará a la reactivación, aunque lo clave es cómo evolucionan las expectativas hacia delante. Este es un elemento subjetivo, difícil de manejar, pero que responde mucho a señales. Es un círculo vicioso que es delicado y que se debe frenar, porque si no la recuperación se pone más compleja.
- Desde el sector privado advierten que no se termina la incertidumbre con el término de la discusión tributaria. ¿Es así?
- Hay una serie de reformas y de cambios legales que vienen en camino. Con la reforma tributaria se despejó uno de los elementos, pero ahora falta cómo se implementará la reforma tributaria, y además viene la reforma laboral, constitucional, que de alguna manera generarán incertidumbre. Ahí lo más importante es sacar lecciones de la reforma tributaria, ya que es importante tanto la forma como el fondo, para que en la dis- cusión se incluyan a todos los sectores con elementos técnicos sobre la mesa. Las reformas se van a hacer, pero todo depende de cómo se hagan. Eso es lo importante.
- ¿Cuál de todas las reformas que vienen son la más importante? Porque la CPC dice que es la constitucional.
- La reforma constitucional tiene alcances insospechados que puede tener implicancias en varios sectores económicos. Es muy significativa y genera incertidumbre, por eso lo importante es que sea con una discusión amplia recoger la opinión de todos los sectores.
- El Banco Central resaltó que la tasa no es todopoderosa es para que no le pidan al banco algo que no puede hacer.
- Concuerdo con esa visión. Lo que puede aportar la política monetaria no es mucho más. Estamos con una tasa que ya es expansiva, si bien le quedan uno o dos recortes más, no es suficiente para la recuperación, ya que esta no pasa por una política fiscal expansiva ni mo- netaria, por varias razones. Por- que hay un fenómeno global de las economías emergentes que no se puede perder de vista. La desaceleración tiene poco que ver con la política monetaria.