Quedan tres meses para que el gobierno envíe al Congreso el proyecto de ley de Presupuestos 2018, el último de la actual administración. Y desde ya uno de los temas que promete tomarse el debate -como sucede cada cuatro años- es el monto de los denominados fondos de libre disposición, que el gobierno vigente traspasa a la administración entrante para que pueda costear parte de sus políticas en el primer año.
Un estudio de Libertad y Desarrollo (LyD) muestra que la cifra tradicionalmente es el 0,7% del erario total. La práctica comenzó a implementarse durante el gobierno de Ricardo Lagos, que dejó a disposición del primer año del mandato de Michelle Bachelet, en 2006, US$ 235 millones. En 2010, se dejaron US$ 329 millones para gastar en el primer año de Sebastián Piñera, mientras que en 2014 el monto ascendió a
US$ 350 millones para el primer ejercicio de la segunda gestión de la hoy Presidenta.
¿Cuál debiera ser el monto para 2018? Los parlamentarios miembros de la distintas subcomisiones de Presupuestos coinciden en un “piso” de US$ 350 millones, como hace cuatro años; mientras que otros, como el senador UDI Juan Antonio Coloma, creen que la oposición debiera apuntar a una cifra en torno a US$ 600 millones.
“El gobierno que llega necesita tener algún espacio para hacer las cosas mejor y espero que no haya dificultades en dejar una cifra importante”, dice.
Esta cifra implicaría un 1% del erario total.
Otros, como el diputado DC Pablo Lorenzini, sugieron unos US$ 500 millones, lo que es “coherente con las necesidades que pueda tener el próximo gobierno”.
Según LyD, la discusión estará centrada en cómo se definirá la cuantía de los fondos: si será en montos absolutos, como porcentaje del Producto o como proporción del aumento del gasto. “Esta última opción es quizá lo más aconsejable, considerando un marco de estrechez fiscal”, señalan.
Intenso debate
El senador de Renovación Nacional, José García, plantea que el problema no son los montos de libre disposición, sino que se traten de “recursos verdaderos”.
“Si el Presupuesto se construye sobre supuestos de ingresos que no se van a cumplir, podremos tener un buen monto en el papel, pero en la realidad será cercano a cero”, plantea.
El diputado PC, Daniel Núñez, plantea que el foco del debate debe ser que el Estado no abandone un rol “relevante” en el impulso a la economía, equilibrando la “necesidad” de que el país mantenga su clasificación de riesgo.
Para el diputado de la UDI, Felipe De Mussy, lo crucial es que dichos fondos estén sujetos a una “intensa fiscalización”.
“Lo importante, independiente de si los recursos se utilizan por uno u otro sector, es que los fondos se utilicen de manera correcta y en políticas públicas que tengan impacto”.
Mientras que el senador DC, Jorge Pizarro, recalca que “el problema es que el crecimiento ha estado bajo y el precio del cobre ha subido, pero no tanto como para decir que vamos a tener ingresos mayores por esa vía”.
