Con una tendencia a la baja en el crecimiento económico y una inflación también disminuyendo, ¿por qué se posterga una medida que puede ser reactivadora? ¿Cuáles fueron las razones? Así cuestionó el presidente de la comisión de Hacienda del Senado, Andrés Zaldívar (DC), la decisión del Banco Central de mantener, en su reunión de diciembre, la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 3,5%.
A la moderada crítica se sumó el también senador de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, quien preguntó: “Frente a las dos tendencias que observa el BC, un crecimiento que se ha deteriorado y una inflación incluso inferior al 3%, ¿basta con bajar en 50 puntos base la tasa de interés? ¿No se puede hacer un esfuerzo mayor para estimular el crecimiento?”.
La respuesta del presidente del ente emisor, Mario Marcel, fue que “algunos elementos que explicaban la brecha de inflación podían ser más persistentes de lo que se había visto anteriormente y que eso es lo que lleva al consejo a adoptar el sesgo que los analistas denominan expansivo, es decir, en la medida que se ratifique lo que se observa y proyecta, es posible en decisiones posteriores un cambio hacia una política más expansiva”.
Deuda, dólar y matriz productiva
Pero Zaldívar y Walker no fueron los únicos. En la exposición de ayer quedó claro una cosa: para la comisión de Hacienda del Senado ya no basta con que el instituto emisor elabore un diagnóstico y formule proyecciones sobre las principales variables de la economía, también debe tener un rol más activo en la reactivación y un papel preponderante en el camino que debe tomar Chile para abandonar el subdesarrollo y su condición de nación emergente.
Así lo demandó, por ejemplo, el senador socialista Carlos Montes, quien sostuvo que “el Banco Central tiene demasiado talento y gente como para no incorporar dentro de sus preguntas cuáles son los potenciales de la economía. Ver qué puede hacer el sector financiero, con la política monetaria, pero también el fiscal”.
A juicio del legislador, “la actual no es una coyuntura igual a las anteriores”, por lo que la entidad “no puede seguir operando como si nada ocurriera y todo fuera igual”.
Montes solicitó al organismo analizar en profundidad “la estructura de la deuda público y privada, y cómo diversificar la matriz productiva”.
Por eso, el parlamentario valoró la señal entregada por Marcel, cuando expuso que “ésta es la oportunidad en la cual la diversificación productiva se puede ver respaldada por oportunidades de rentabilidad en las inversiones”, ya que el precio del cobre “está bajo y el tipo de cambio es más competitivo”, según explicó.
En sintonía, el senador de Renovación Nacional, José García, consultó al nuevo presidente del banco “cuál es el valor del peso frente al dólar que más le acomodaría a la economía para estimular su desarrollo y sin perder el control de la inflación”.