El ministro de Hacienda no para. Recién comienza la tramitación del proyecto de ley de Presupuesto 2011 y ya está abocado a la presentación del Estado de la Finanzas Públicas que hará mañana en el Congreso. En medio de tanto ajetreo, Felipe Larraín se da un tiempo para conversar con DF sobre los principales ejes del erario y, de paso, responde a algunos cuestionamientos de la oposición.
De entrada aclara que no había ninguna tradición respecto de la forma en que se presentan las cifras. Esto, porque, en esta oportunidad, se dio a conocer que el gasto creció 10,5% comparado con la ley aprobada en 2009, mientras que lo hace 5,5% si se cálcula sobre la proyección efectiva para la ejecución de este año (7,8%).
- Hay quienes dicen que esta es una manera muy política de presentar el presupuesto, porque al final, es una manera de dejar contentos a quienes decían que iba a tener un crecimiento limitado del gasto, pero también a quienes sostenían que el gasto tenía que ser alto...
- Yo lo pondría de otra manera. Esta es una manera absolutamente transparente, no política de presentar el presupuesto. Es decir, aquí hay dos comparaciones, ambas válidas. Una tiene más que ver con el efecto macroeconómico y otra con el esfuerzo que estamos haciendo en un año comparado con la ley anterior. Más que política, diría que es una manera transparente de presentar el presupuesto.
- Y en esa misma línea de transparencia, ¿qué pasa con el otro ítem importante para la discusión política que es el gasto social?
- Es 14,9% (sobre la ley), es menos que eso comparado con lo otro (efectivo). Por supuesto que si es 14,9% versus 10,5%, significa debe ser del orden de 8%, no sé, pero es bastante más porque la proporción es 14,9% contra 10 y 5, es más que el promedio del gasto.
- ¿Es muy extraño tener una oposición que le está pidiendo al gobierno que gaste más?
- Es interesante ese tema. Yo siempre creo que en esto hay que tener cierta consecuencia. En los presupuestos del presidente Lagos el promedio efectivo real fue de 4,4% de aumento y, ley con ley, fue 3,1%. Entonces, si a mí me dicen que gasto poco, que el presupuesto es insuficiente, que es exiguo, ¿y cómo calificaría el de la administración Lagos?
- ¿Y con Bachelet?
- Ahí hay otro tema. Promedio ley con ley es 8,9% y el nuestro es 10,5%, o sea es mayor. Pero el efectivo es 10,3% promedio anual y la economía creció 2,8%, entonces el gasto público se incrementa cuatro veces sobre el crecimiento.
- Con Bachelet ¿los presupuestos fueron derrochadores?
- No voy a usar el término derrochador De hecho, creo que es el presupuesto con el cual nosotros tenemos más diferencias, o sea el ejercicio presupuestario en 2009. Ahí, es donde tenemos las diferencias más fuertes.
Se empezaron a hacer cambios en la regla fiscal los años 2008 y 2009, que de haberse mantenido, los presupuestos habrían sido más moderados. Por algo terminamos con 3,1% del PIB de déficit estructural.
- ¿Un 5,5% está en el límite para recuperar la regla fiscal?
- Dimos a conocer la corrección de estimaciones de precio del cobre y de PIB tendencial y resulta que lo hicimos en conjunto con el presupuesto. En el pasado se daba con anterioridad, pero hay una razón. El precio del cobre de largo plazo aumentó, de acuerdo a los expertos, de US$ 2,13 a US$ 2,59 la libra y el PIB tendencial aumentó de 4,2% a 4.8% para 2011 y a 5% para 2012. Entonces, nosotros estimamos que no era responsable desde el punto de vista del comportamiento de los mercados haber dado a conocer las nuevas estimaciones sin haber dicho cuánto va a crecer el gasto y cuánto vamos a reducir el deficit estructural.
- ¿Por qué?
- De ese extra de recursos del cobre, cuánto destinamos a transitar hacia el equilibrio estructural y cuánto utilizamos en aumentar el gasto de gobierno. Estamos haciendo un esfuerzo importante en ambos sectores tanto en el cumplimiento de la reconstrucción y el programa de gobierno como en transitar a la regla al punto de que para 2011, nuestro estimado estructural es 1,8 de déficit. Nos ajustamos 1,3 en dos años.
- Cuando uno ve esta tasa de expansión promedio quiere decir que hay varias que crecen sobre el promedio y otras bajo. ¿Cómo se trabajó en eso?
- Lo que se está privilegiando es el gasto social y la reconstrucción, por sobre los ministerios políticos, de tal manera que reparticiones como la Presidencia de la República tiene un corte significativo de presupuesto. Todos de un dígito, eso sí. La Segpres y el Ministerio de Hacienda también, porque hay que predicar por casa.
Queremos que los recursos vayan a privilegiar la reconstrucción, el gasto social, la inversión y las regiones.
- ¿Dónde están esos ajustes?. Porque en el caso de una empresa se tiende a pensar en menor inversión, ajustes de dotación?
- Viáticos nacionales, internacionales, viajes. Estas son señales de austeridad.
- En algún momento se usó la palabra despilfarro…
- ¿Qué es despilfarro? Mal gasto, derroche. Eso significa recursos mal gastados. Nosostros tenemos la convicción que hubo recursos que no estaban bien gastados. Eso lo dijimos durante toda la campaña. Tanto así que creíamos que la productividad negativa que tenemos es por la baja productividad en el uso de los recursos públicos. Por eso, está el compromiso personal que vamos a gastar bien cada peso.
- ¿Qué le parece que el senador Escalona diga que no se distingue gasto en reconstrucción con lo que es aumento?
- Lo único que diría de vuelta es que aquí no hay dos Chile. No hay uno con terremoto y otro sin terremoto. Ese desastre natural aumentó en forma automática en 200 mil el déficit en vivienda. No puedo distinguir ¡por favor! Si es el mismo país. Hay gente que está esperando su vivienda que no está en las áreas del terremoto y que tenemos que atenderlo. El terremoto no se financia por encanto, no se financia sólo.
- El ministerio de Economía tiene una caída…
- Marginal, pequeña.
- Pero no es contraproducente con todo lo que tiene que ver con emprendimiento. ¿Qué pasa por ejemplo, con el presupuesto de Corfo?
- Hay programas que se rediseñan. Con buen criterio, el vicepresidente de la entidad decidió que si desviaba algunos recursos de crédito directos a garantías de crédito, aumentaba el número de beneficiarios y exponía menos recursos públicos, eso mejor focalizado y a más empresas beneficiadas. Yo encuentro que esa es una mejoría. Si al final, esto no es el campeonato mundial del gasto. No podemos convertirlo en el campeonato mundial del gasto. Siento que, de repente en estas discusiones, lo único que importa es cuánto es el gasto y yo quiero ir más allá. Es cierto que uno necesita recursos, pero tengo que fijarme en qué obtengo de ese gasto. No es indiferente. Yo no me puedo medir por el gasto, no es una razón para tener un galardón, el aumento de gasto de dos dígitos. Por supuesto que es importante, porque con recursos se hacen cosas, pero se tiene que medir por la efectividad que tienen esos recursos.