Ministra Zalaquett: trabajo no remunerado es el “motor oculto” de la economía chilena
En encuentro organizado por Icare destacaron la importancia de la reincorporación de la mujer al mercado laboral para la productividad.
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A partir de la lenta apertura de la economía, que comienza paulatinamente a dejar atrás los meses más duros provocados por la pandemia, un aspecto relevante tiene que ver con la recuperación de los puestos de trabajo y, en especial, del empleo femenino que se vio más mermado que el de los hombres. De esto se da cuenta en el encuentro "Mercado Laboral Femenino. Impacto de la Pandemia, Recuperación y Desafíos", organizado por Icare.
En el encuentro se dieron cita la economista senior del Banco Central, Tatiana Vargas; la Investigadora de Clapes UC, Karin Moore; y el director de Clapes UC, Hernán de Solminihac. Abrió el encuentro la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Mónica Zalaquett, y lo cerró el presidente del Banco Central, Mario Marcel.
Todos ellos dieron luces acerca de lo que pasó en pandemia con la fuerza laboral femenina y lo que se espera a partir de la apertura de la economía local, partiendo de la base de que 900 mil mujeres dejaron de trabajar a raíz de la crisis sanitaria.
La ministra advirtió que producto de la pandemia se generó una "sobrecarga de responsabilidad para las mujeres", muchas de las que se vieron obligadas a tratar de compatibilizar las labores de cuidado –ya sea de niños o personas mayores o enfermas- con el trabajo remunerado. Muchas terminaron debiendo dejar su empleo.
De ahí que señalara que el trabajo no remunerado, que realizan esencialmente las mujeres, constituye el "motor oculto" de la economía y que la pandemia aumento en 30 años el tiempo para terminar con las brechas de género. Zalaquett fue enfática en que el desafío sigue siendo emparejar la cancha y que dado a que Chile enfrenta el gran reto de echar a andar la economía y generar crecimiento, es indispensable reincorporar a las mujeres a la fuerza laboral.
¿De vuelta al trabajo?
Fue la economista del BC, Tatiana Vargas, quien profundizó en lo señalado por la secretaria de Estado, señalando que efectivamente muchas mujeres dejaron el mercado laboral para dedicarse a labores dentro del hogar, lo que tuvo como contrapartida, como es obvio, el aumento del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado (TDCNR).
Según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, realizada en 2017, las mujeres contribuyeron más del 70% del tiempo total a actividades no remuneradas. Ante esta realidad, el BC calculó el PIB ampliado considerando el TDCNR, cuyo valor para el año 2020 alcanzó al 25,6%.
Vargas añadió que la pandemia generó una importante caída de la participación femenina en el mercado laboral, que antes de la crisis alcanzaba a un 53%. Y no es seguro que se recupere por completo, debido a que –según un estudio cualitativo del BC- algunas mujeres ya decidieron no volver al trabajo superada la pandemia. Tienen más incentivo para ello, quienes son jefas de hogar. Pero, por otro lado, las entrevistas para el estudio dan cuenta de las dificultades que enfrentan las mujeres para la reincorporación.
A este respecto, la economista indicó que, de acuerdo al análisis realizado, existen tres tipos de mujeres: las que se reincorporarán en condiciones similares a las que tenían al salirse; las que esperan volver con una menor carga laboral que les permita compatibilizar su ocupación con las tareas de cuidado y las que expresan que probablemente no volverán.
Hasta el momento, la reincorporación de la mujer a la fuerza de trabajo ha sido lenta lo que se condice con una recuperación también más lenta en el empleo que tradicionalmente acoge a las mujeres, constata Vargas, como el comercio. Por ello, advierte que "la velocidad en que las mujeres vuelvan a reinsertarse al mercado laboral es clave en la estimación de crecimiento tendencial de la economía chilena".
Prioridad
La investigadora de Clapes, Karin Moore, refrendó lo señalado, añadiendo que a agosto de 2021 la participación de la mujer en el mercado laboral llega a 45,6%, mientras que la de los hombres alcanza a 68%, en el marco de apertura que se está produciendo. La experta enfatiza que aún falta por recuperar 860 mil empleos, correspondiendo un 56% a puestos de trabajo que desempeñan mujeres.
Además advirtió que se debe cuidar que las políticas públicas no provoquen efectos no deseados, como una recuperación sin enfoque de género o el aumento en la ocupación informal.
Y en tal sentido, planteó los principales desafíos y recomendaciones para la recuperación del mercado laboral femenino: fomento del trabajo formal, con incentivo a la contratación de mujeres; creación de instrumentos de apoyo al emprendimiento; creación de mecanismos de reconocimiento de competencias para reducir la brecha salarial; otorgar flexibilidades laborales con atención a necesidades particulares; profundizar el trabajo remoto y pactos de adaptabilidad; y, generar permisos compensables y devolución de horas con recargo.
A ello agrega la concientización sobre la responsabilidad parental y promoverla a nivel cultural; la reapertura de jardines y colegios con horarios cercanos a la normalidad; destrabar la tramitación de la Ley de Sala Cuna; creación de servicios públicos de calidad para el cuidado de menores y personas dependientes; y, la creación de un repositorio de datos oportunos de género para focalizar políticas públicas en forma efectiva.
En este contexto, el director de CLAPES UC, Hernán De Solminihac, hizo hincapié en que el futuro gobierno tiene que seguir avanzando para una mayor equidad en el mercado laboral. Y el presidente del Banco Central, Mario Marcel, en el marco de lo señalado respecto de que es necesario destrabar el proyecto de sala cuna, recalcó que el costo laboral para las empresas, en contra de las mujeres, es de 15% y, de cara a la etapa de recuperación, señaló que es un tema "de la mayor prioridad" apoyar el ingreso y reingreso de las mujeres al mercado laboral, por lo que debe ser asumido con relevancia por las nuevas autoridades.