El impacto del alivio cuantitativo en las pensiones amenaza la recuperación


La mayoría de los inversionistas privados...

Por: | Publicado: Lunes 12 de marzo de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Sarah gordon



La mayoría de los inversionistas privados con 206.000 millones de euros en deuda griega aceptaron la semana pasada que tendrán que recibir menos de la mitad del valor de sus bonos. Pero por muy doloroso que sea ese recorte, resulta insignificante comparado con los años de austeridad (o incluso peor), que enfrenta el pueblo griego a cambio del rescate que ha recibido su país.

La enorme carga de deuda soberana en Grecia y el resto de Europa probablemente pese sobre los contribuyentes y las economías en los años venideros. Pero existen otras formas más sutiles en que los costos de la crisis financiera han sido postergados.

La Asosiación Nacional de Fondos de Pensiones del Reino Unido (NAPF, su sigla en inglés) dijo que la política de alivio cuantitativo implementada por el Banco de Inglaterra ha incrementado el déficit en los planes de jubilación en 90.000 millones de libras esterlinas (US$ 141.000 millones). El déficit total fue estimado por última vez por el Regulador de Pensiones en 471.000 millones de libras, hace sólo un año.

La política de alivio cuantitativo del banco central inglés, que incluye la compra de deuda del gobierno, o gilts, fue lanzada en marzo de 2009 para ayudar a mantener las tasas de interés bajas y así apoyar la economía.

Un resultado ha sido que los ahorristas, como los jubilados que compran anualidades, han recibido muchos menos ingresos de lo que anticipaban por sus ahorros. Otro ha sido que, ya que los rendimientos de los gilts a menudo son utilizados como una referencia sobre las ganancias futuras de los inversonistas y la inflación, las estimaciones del déficit en los salarios finales de los planes de jubilación de las empresas británicas se han inflado.

La verdad es que estos son sólo estimados y existe la probabilidad de que bajo condiciones más normales, los cálculos de déficit sean menos lúgubres. De hecho, la NAPF está discutiendo que debido a que la situación es tan anormal, las empresas debieran ser más flexibles sobre la utilización de los rendimientos de los gilts para sus cálculos.

Esta sugerencia, sin embargo, esta llena de peligro. Primero, no hay certidumbre de cuándo, o si es que, las condiciones normales volverán. Y segundo, modificar las reglas porque entregan el resultado “equivocado” difícilmente es una forma sensata de proceder.

Pero la NAPF tiene un punto. El aumento en el déficit significa que las empresas tendrán que contribuir más a sus planes de jubilación, desviando dinero de las inversiones y otros usos más productivos. Es poco probable que esto ayude a impulsar la recuperación económica, el objetivo final del alivio cuantitativo, en primer lugar.

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