En el marco de lo que está siendo un ciclo de charlas encargadas por la Asociación de Bancos (ABIF) a distintos economistas, para que compartan su visión de la Reforma Tributaria, ayer fue el turno de Bernardo Fontaine.
El experto, quien desde hace algunos años se ha dedicado al tema tributario, señaló tras la reunión sostenida con el directorio de la entidad gremial que “existe una preocupación básica y que se ha repetido en todas las reuniones, que es la falta de diálogo, el hecho que no podamos sentarnos a conversar sobre cómo hacer la mejor reforma tributaria posible, que el gobierno esté tan cerrado a la posibilidad de discutir esto técnicamente. Y creo que es mayoritaria, al menos, la idea de que los impuestos hay que subirlos, que la educación es fundamental… ésa no es la discusión, sino cuáles son los instrumentos para subir los gravámenes”, señaló Fontaine.
Según el economista, la segunda mayor preocupación “es la eliminación del 57 bis, mecanismos de ahorro para los trabajadores dependientes. El reemplazo parcial por un
mecanismo de incentivo asociado a los depósitos, y más encima, el mecanismo de tributación que van a hacer los fondos mutuos (…) puede generar cierta asimetría en perjuicio de los depósitos a plazo”.
Las pymes
Otro de los focos de preocupación que advierte Fontaine es la situación de las pymes. “Evidentemente éstas necesitan reinvertir utilidades para crecer y generar empleo. Es el motor de su crecimiento. Y después de toda la explicación que ha hecho la asociación de emprendedores, y de las conversaciones que uno tiene con las pymes, es evidente que van a perder parte de su motor. Eso también preocupa a la banca por cuanto va a significar tener empresas con menos flujo disponible y que van a tender ser más riesgosas que antes”.
Así, precisó que “si la empresa ganaba 100, pagaba
20, le quedaban 80 para reinvertir. Si hoy gana los 100, paga 35 y le quedan 65.
Esa pyme, que va a tener
menos caja, o invierte menos o se endeuda menos, o las
dos cosas. Pero no va a ser capaz de reemplazar la totalidad de la menor caja por el pago del impuesto por deuda, porque no tiene garantías y para los bancos va a ser sujeto de crédito más riesgoso”, comentó.
Con todo, señaló respecto del FUT que “hay que asegurarse que efectivamente esté reinvertido y no exista elusión ni evasión, que
es uno de los aspectos positivos que tiene el proyecto de
ley. A veces hay que corregir un poco la redacción, hay
unos problemitas, pero cierra los errores de la ley que permite que eventualmente se pueda sacar dinero del FUT sin pagar los impuestos. Eso es lo primero. Y para Chile, que es un país en desarrollo, ahorrar es primordial. Y para ahorrar hay que tener una tasa diferenciada entre utilidades reinvertidas y utilidades repartidas.
"Oficina de partes"
El economista, señaló que en la banca no sólo hay preocupación por la falta de diálogo, sino que también por "la velocidad de la tramitación, la falta de prolijidad incluso. Creo que está todo el país bien sorprendido de que una reforma de esta magnitud, de esta complejidad y que afecta la vida diaria de las personas se tramite a matacaballo, sin siquiera alcanzar a leer el articulado. Y además, que la cámara de diputados sea prácticamente una oficina de partes". Asímismo, y apuntando a que se espera que la discusión a fondo se de en el Senado, afirmó que la banca están esperanzados con hechos como que "el senador Lagos esté diciendo que va a dar el espacio necesario; que Walker, en fin, esté también en la idea de hacer una buena reforma tributaria. Aquí hay que hacer bien las tareas".