Un enfrentamiento de posiciones se está desarrollando en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), respecto del Joint Business Agreement (JBA) que a inicios de año suscribió Latam Airlines con IAG y American Airlines.
Esto quedó en evidencia en una serie de documentos que la Fiscalía Nacional Económica (FNE) presentó como antecedentes a la consulta que iniciaron las empresas de turismo, donde tomó declaración a representantes de varias aerolíneas. Avianca, por ejemplo, sostuvo que el acuerdo comercial entre estas compañías “es lo más cercano a una fusión sin que lo sea”, destacando que son grandes actores con participación preponderante en el mercado.
Sky advirtió el impacto que puede tener la coordinación de precios contemplada en el JBA y que se puede generar un bloqueo a otros operadores.
“A la larga, es como un cartel legal”, dijo, explicando que la competencia entre Latam, IAG (British e Iberia) y AA “es nula”.
Air France KLM coincidió con el resto y señaló que esto va a afectar al mercado, “lo que seguramente va a sumir las otras empresas”. Aunque consultada, reconoció que ella manejaba también este tipo de acuerdos -entre Europa y Estados Unidos- y que habían mostrado resultados positivos.
En Delta dijeron que los mercados que resultarán más afectados son donde se ofrecen vuelos non stop. Por el lado de las agencias de turismo, Cocha indicó que es muy difícil desafiar a un competidor que tiene un dominio de mercado mayor, como ocurriría si se concreta este acuerdo.
Informes para Latam
Una visión distinta arrojaron los estudios encargados a la economista Andrea Butelmann, ex ministra del TDLC, que toma el caso Latam-IAG.
“Dada la evolución de la competencia entre alianzas en este mercado, se estima que el JBA propuesto no modifica mayormente las condiciones actuales de competencia, puesto que ambas compañías ya pertenecen a la alianza OneWorld”, dice.
Añade que “se considera que un acuerdo de cooperación como el propuesto trae una serie de beneficios para los consumidores, que deberían traducirse en una mayor oferta de vuelos entre Chile y diversos puntos de Europa, con la consecuente disminución de los precios promedio”.
“La única preocupación que podría levantar este JBA se circunscribe a la ruta Santiago-Madrid, pero se estima que es posible mitigar los eventuales riesgos para la competencia con una medida que impida a las partes de la operación reducir el número de frecuencias en dicha ruta, considerando alguna flexibilidad derivada de la estacionalidad y sin perjuicio de poder revisar en caso de variar las condiciones de competencia”, estableció.
El estudio elaborado por RBB Economics también desestimó un impacto negativo.
“Estudios académicos y nuestros análisis muestran claramente que para la conexión de los viajes, los precios en línea son más bajos que los precios para los viajes de código compartido dentro de una alianza”, señaló el informe que se enfocó en Europa.
“Sólo un neutral JBA es capaz de lograr precios equivalentes a los de los viajes en línea completa”, agregó junto con decir que las compañías asociadas tienen el incentivo para alinear las reglas de tarificación de tal forma que también los precios más bajos estén disponibles para la asociada. Recalcó el incentivo de alinear la gestión del inventario de manera que la empresa asociada tenga el mismo acceso como la que opera.
En los próximos días, el TDLC irá liberando otros documentos, por ejemplo relacionados a American Airlines.
Latam low cost
Ayer, la aerolínea ligada a los Cueto y Amaro anunció el inicio de un nuevo modelo de viaje en rutas domésticas en los seis países donde opera en la región, apuntando a que “el pasajero elige cómo quiere volar pagando por los servicios adicionales que requiera y seleccionando la tarifa que más se ajuste a su necesidad”.
El cambio se realizará por país y en etapas a partir del primer semestre de 2017, y representará un acceso a tarifas hasta 20% más económicas.