A fines de enero la junta de acreedores de Curauma dio un mandato al síndico de la quiebra de la firma: denunciar a Manuel Cruzat Infante y otros ejecutivos de la compañía ante la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).
A poco más de un mes de esa solicitud, la sindicatura presentó el pasado viernes la denuncia ante la SVS. En una carta enviada al regulador acusó cuatro anomalías: ausencia de información contable, falta de registro de accionistas, prácticas de actos contrarios al interés social por parte de directores de Curauma y, finalmente, inconsistencia de la información proveída por Curauma a la SVS y al mercado.
Respecto de la primera de las anomalías denunciadas, la ausencia de información contable, el síndico César Millán relata a la SVS las diversas oportunidades en que concurrió a las oficinas de Curauma para pedir la documentación. En la primera de las visitas, realizada el 23 de diciembre de 2013, Antonio Espinoza, presidente de Curauma S.A., y Eduardo Romo, ex gerente general de CB Corredores de Bolsa, les comunicaron que "los documentos se encontraban en diferentes domicilios. Asimismo, expresaron (...) que la documentación contable no se encontraba al día y que sólo estaba confeccionado un balance borrador al 30 de junio de 2013", dice la denuncia ante la SVS.
Luego, al visitar esos domicilios tampoco estaba la información, acusa Millán. En una tercera oportunidad consiguieron algunos documentos sueltos, aunque no estaba la contabilidad en hojas timbradas por el SII. Ante esto, se denunciaron los hechos.
Finalmente, el 5 de junio Espinoza entregó información adicional, aunque escasa.
Respecto del libro de accionistas, el síndico señala que tampoco le han entregado dicha información, a pesar de haberla solicitado.
Contra directores
Sin embargo, la tercera de las anomalías es la más complicada. En ésta, Millán acusa ante la SVS que "me ha tocado enfrentar la práctica de actos contrarios al interés social por parte de los directores de Curauma. En efecto, directores de la fallida, en representación de otras sociedades del grupo Cruzat, han interpuesto acciones en contra de la propia Curauma. Estas prácticas contrarias al interés social por parte de los directores de Curauma se han materializado a través de tres mecanismos: a) verificaciones de créditos en el juicio de quiebra de Curauma; b) demandas; c) intervenciones como tercero excluyentes".
En estos actos se menciona, además de Espinoza y Romo, a Mauricio Pinto, gerente general de Curauma S.A., y a Jaime Herrera y Juan Brown Lyon, directores de la firma.
La idea de la junta de acreedores es que la SVS investigue las irregularidades, aunque cercanos a Cruzat confirman que hasta ahora el regulador, desde que fue solicitada la quiebra, no ha pedido ninguna información al grupo.