Tras una larga jornada de exposiciones, donde la incertidumbre por el proceso reformista del gobierno giró como eje central de la Enade 2014, la presidenta Michelle Bachelet fue la encargada de cerrar el encuentro y defender, una vez más, su programa de gobierno ante los empresarios. La mandataria desarrolló tres grandes ideas en los 20 minutos que duró su intervención: justificar la oportunidad y el momento para llevar adelante los cambios; llamar al diálogo protegiendo el clima político del país y asegurar que su administración no tiene como objetivo hostigar al mundo empresarial.
Su intervención comenzó explicando las razones del por qué hoy es el momento de emprender las reformas que se trazó al retornar a La Moneda, y que no es justificación sostener que debido al escenario de desaceleración habría que detener este proceso. "Sé que algunos pensarán que, debido a la desaceleración económica que nos afecta, este no es un buen momento y que debemos esperar a que mejoren las condiciones. Creo que no es un diagnóstico correcto", expresó, agregando que la desaceleración no es primariamente un problema de incertidumbre producto de las reformas".
Luego, hizo gala de sus últimas giras, para transmitir el ambiente que ella observó de los inversionistas foráneos: "de hecho, podemos ver que los inversionistas extranjeros no desconfían ni de nuestra economía ni de la seriedad de nuestra institucionalidad. Es lo que hemos escuchado en nuestras giras y es lo que comprobamos en sus inversiones", enfatizó.
En esa línea, la jefa de Estado insistió que creer que hoy no están dadas las condiciones para las transformaciones" es una falta de visión que Chile no se puede permitir", porque el país cuenta -como nunca- con una estabilidad política y social que antes no contaba.
Diálogo sin hostigamiento
El clima político está "crispado", señalaron hace algunas semanas los ex presidentes Ricardo Lagos y Sebastián Piñera. El concepto se instaló en las semanas siguientes, alentado por una serie de descalificaciones tranvsersales.La mandataria dedicó parte de su intervención para promover una nueva manera de dialogar, enfatizando que su gobierno sí está dipuesto a escuchar y conversar, justamente ante un auditorio que ha acusado la falta de diálogo: "las puertas de La Moneda están abiertas desde el primer día para el diálogo y lo seguirán estando", señaló, para también aclarar que"no hemos estado ni estaremos en una política de hostigamiento hacia el sector empresarial", aclaró.
A la salida el líder de la CPC, Andrés Santa Cruz, valoró el llamado al diálogo, pero insistió en que la incertidumbre sí ha tenido efectos en la economía, destacando también que más allá de los momentos para hacer las reformas, "lo importante era hacer las cosas bien".