Después de que el segundo tribunal laboral rechazara a Daniel Cox como representante de Penta III, para hoy se espera la comparecencia Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín en la primera de las aristas del Caso Penta que llega a tribunales: la demanda laboral que interpuso Hugo Bravo contra sus ex jefes.
Ayer, el primer día de audiencia, estuvo marcado por el testimonio del polémico ex ejecutivo del grupo; mientras que para hoy se espera que concurran Manuel Antonio Tocornal, gerente general corporativo de Empresas Penta; Carlos Bombal, asesor del grupo, entre otros.
Penta: "Bravo tiene demencia selectiva"
"Nosotros tenemos una prueba que puede terminar este juicio en cinco minutos: el finiquito. Todo contrato de trabajo termina en forma absoluta cuando se termina un finiquito(...) con ese sólo hecho, este juicio debiera terminar", afirmó el abogado de Penta, Álvaro Pizarro.
"Qué dice la demanda: 'Cuando firmé el finiquito estaba loco, estaba mentalmente enredado'. Entonces nosotros dijimos que el señor Bravo tiene una suerte de demencia selectiva, porque está loco para algunas cosas y para otras no. No está loco para llegar a acuerdo con el gobierno para pagar mil millones", agregó.
"Creo que él (Bravo) se arrepintió. Reaccionó bien al principio, digamos que lo que había hecho no era muy de santo", comentó Pizarro, para luego indicar que en los 30 años que estuvo en el grupo, Hugo Bravo acumuló una fortuna de US$ 70 millones. "O sea, algo le debe al grupo Penta. Entonces, si dejas una embarrada, la primera reacción es alejarse y no molestar, pero después él se arrepintió o lo arrepintieron y produjo esto", dijo Pizarro.
El abogado agregó que al firmar el finiquito, el ex ejecutivo del grupo recibió $ 29 millones, monto inferior al sueldo que percibía, lo que fue avalado por Bravo en su declaración. "¿Le parece poco? Después de todo lo que hizo, de todo lo que pasó, de todo el efecto que produjo", dijo Pizarro, asegurando que Bravo incumplió el contrato y no tenía derecho a indemnización.
En esa línea, afirmó que "tanto era el grado de culpabilidad de él, que le bastaba con renunciar para tener un cheque por $ 700 millones y no quiso porque se sentía culpable".
El abogado del grupo financiero también se refirió a la ausencia de Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, tras ser requeridos por el tribunal, solicitando que presenten testimonio hoy. "Es imposible que vengan. Fue imposible ubicarlos (...) Son personas que tienen otras causas que son bien importantes (...) y me dijeron que hoy (ayer) no podían y mañana sí (hoy). Entonces si el juez me da la posibilidad, mañana están aquí", dijo.
Sobre cuánto los podría afectar la ausencia de sus representados, el abogado defensor respondió así: "Nada, porque este juicio no hay por dónde perderlo", sentenció Pizarro.
Bravo: "Yo era un simple empleado"
"Yo no tenía poder, era un simple empleado. Nunca hice algo que no hubiese sido solicitado por Carlos Eugenio o Carlos Alberto". Las palabras son de Hugo Bravo, el ex gerente de Penta, quien la tarde de ayer reveló pasajes inéditos sobre el vínculo con los controladores del holding financiero.
El ex ejecutivo de Penta graficó este punto contando (que Délano y Lavín le pidieron que no declara con el fiscal Gajardo porque tenían una "movida" con el ministerio del Interior para solucionar la situación.
En uno de los puntos que más tiempo tomó en la audiencia por la demanda en contra del grupo por despido injustificado, Hugo Bravo aseguró que firmó el finiquito "drogado", ya que estaba bajo tratamiento psicológico.
Adicionalmente, dijo que al firmar el documento "no tenía pleno conocimiento de lo que estaba haciendo" y admitió que no leyó el texto que Délano y Lavín le habían entregado al abogado de Bravo, Alfredo Alcaíno.
El ex ejecutivo de Penta añadió que lo hizo por que "confié en mi amigo Alfredo Alcaíno y no leí en su momento", afirmó.
Conforme era consultado por el juez David Gómez, Bravo reveló, por ejemplo, que los dueños del holding le prometieron un pago de US$ 2 millones por concepto de indemnización. En esa línea, afirmó Carlos Alberto Délano le dijo que buscarían una "triangulación" para pagarle y que Carlos Eugenio Lavín propuso sacar dinero de la producción de la película "Los 33" para cubrir el monto.
El ex ejecutivo dijo que, tras firmar el finiquito, Délano y Lavín le estrecharon la mano dos veces y le preguntaron "tú crees en nosotros, verdad"?
Bravo explicó que empezó a sospechar de los "ofrecimientos que me hacían" tanto Délano como Lavín y que, por este motivo, grabó una conversación que sostuvo con este último y su hijo cuando lo visitaron en su casa.
Bravo dijo, además, que percibía un sueldo bruto mensual de $ 36 millones, pero que no se reflejaban en su liquidación. "Penta como que enmascaraba las remuneraciones, eran secretas, nadie sabía, se pagaba una parte por boleta, otra por factura", acusó el ex ejecutivo del grupo.