Hace más de 20 años se fundó Inmobiliaria VIVA, actualmente ligada a las familias Silberberg y Kosterlitz. Durante estas dos décadas, la firma ha desarrollado proyectos residenciales en la Región Metropolitana, principalmente en Ñuñoa y Santiago, con más de 28 iniciativas concretadas.
Hoy, la compañía busca volver a poner el pie en el acelerador y ya traza el plan que guiará su crecimiento durante los próximos cinco años. En ese horizonte, VIVA planea invertir alrededor de US$ 100 millones en la capital.
El gerente general de VIVA, Francisco Klein, explicó que esta inversión se distribuirá en cuatro proyectos, que se irán ejecutando gradualmente.
El primero de ellos -ya en construcción- corresponde al edificio VIVA Marín, ubicado en la esquina de calle Marín con Lira, en Santiago Centro. Contará con 162 departamentos y cinco locales comerciales destinados a minimarkets o almacenes, con una inversión de US$ 20 millones y fecha de entrega para fines de 2027.
El terreno tiene una superficie aproximada de 1.200 m2, y el edificio, de baja densidad y nueve pisos, contempla unidades de uno y dos dormitorios, con precios que parten en UF 2.500.
El segundo proyecto será VIVA Gerónimo, en La Florida, con una inversión de US$ 35 millones. Ya cuenta con permiso de edificación, y actualmente la inmobiliaria está finalizando los planos de arquitectura y especialidades para licitar su construcción. El edificio tendrá 22 pisos y 282 departamentos, sin locales comerciales, y su inicio de obras está programado para el segundo semestre de 2026.
Respecto a los otros dos desarrollos, Klein adelantó que están evaluando la compra de dos terrenos en la zona poniente de la Región Metropolitana. Ambas iniciativas estarán enfocadas en el segmento residencial, con entre 180 y 250 departamentos cada una.
Expansión en Norteamérica
La inmobiliaria no solo está mirando Chile. Hace tres años, VIVA ingresó al mercado estadounidense, específicamente al negocio de renta residencial, donde participa junto a socios locales en proyectos “Ground Up Multifamily”, que abarcan el ciclo completo de desarrollo, construcción, arriendo, estabilización y venta.
A la fecha, la firma está involucrada en seis proyectos -algunos ya construidos y en proceso de arriendo-, todos en los estados de Florida, Texas, Colorado y Massachusetts.
Klein explicó que la decisión de aterrizar en el país norteamericano se debió a la “estabilidad política, normativa y la seriedad de los actores que existen en esa nación”. Además, destacó que se trata de un mercado “sumamente profundo y amplio, con un sinfín de oportunidades”.
El ejecutivo adelantó que seguirán apostando por Estados Unidos, recalcando que creen "en el mercado americano y queremos seguir aprendiendo e ir involucrándonos cada vez más. Por ahora, seguimos pensando en participar en proyectos de multifamily, pero analizando constantemente otras áreas del negocio. Nuestra visión es más a largo plazo, sin prisa, e ir aprendiendo en el proceso”.
Actualmente, VIVA evalúa nuevos proyectos en Austin y Dallas.
La industria
El impulso que la compañía busca retomar responde a un mayor optimismo en el mercado inmobiliario. Klein explicó que están "viendo la dinámica del mercado con bastante optimismo, porque ya se ven brotes verdes y reactivación de ventas este segundo semestre, lo que nos hace pensar que el escenario mejorará junto con el desarrollo del país".
Pese a este repunte, el ejecutivo advirtió que la crisis del sector aún no se ha superado, y que la industria “solo está viviendo un respiro” gracias a la nueva ley de subsidio a la tasa hipotecaria.
En esa línea, enfatizó la necesidad de mantener y ampliar este tipo de medidas, extendiéndolas “a unidades de mayor valor, para seguir dando dinamismo a la industria”.
“La reactivación real vendrá de la mano de mejores perspectivas políticas, económicas y de medidas claras y fuertes proinversión y crecimiento”, sostuvo.
Klein también planteó que la planificación urbana debiera recaer en “un ente central por región, apolítico, técnico e independiente, como el Banco Central”, con el fin de dar mayor certeza y coherencia a las políticas territoriales.
Además, el ejecutivo advirtió sobre un nuevo frente que podría afectar al sector. Según explicó, el país aún no ha dimensionado el impacto que tendrá la eliminación del crédito especial para la construcción, beneficio que caducará completamente el 1 de enero de 2027.
“Me parece que este debería ser uno de los ejes principales a revisar en el próximogobierno. No es el momento de encarecer la vivienda, sino todo lo contrario”, concluyó Francisco Klein.