Si el esperado punto de inflexión del ministro de Hacienda, Alberto Arenas, aún no se evidencia con fuerza en las cifras de crecimiento económico, tampoco se observa una recomposición de las confianzas entre el gobierno y los empresarios, tras las heridas que dejó la batalla por la reforma tributaria.
Así ya había quedado de manifiesto en la Cena Anual de la Industria de comienzos de noviembre y ayer se ratificó el escenario en el Encuentro Nacional de la Empresa (Enade).
Tras las palabras iniciales del presidente de Icare, Guillermo Tagle -quien se encargó de adelantar las preocupaciones que afectan al empresariado-, vino el discurso del jefe de las finanzas públicas, que lejos de aquietar las aguas generó una dura respuesta del presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz.
En medio de aplausos y numerosas ovaciones, Santa Cruz emitió un discurso franco y directo y fue enfático en sus críticas las reformas de gobierno.
"No estamos contra los cambios, pero cambios que perfeccionan, no que solo les den el gusto a los que gritan", fue de las alocuciones más aplaudidas del directivo en su mensaje en la Enade como titular de la CPC.
Santa Cruz planteó su preocupación por la polarización que ha generado la reforma educacional y las inquietudes que provoca la reforma laboral. "Más y mejor calidad de empleo, mejores remuneraciones y más productividad, son los objetivos que debiera perseguir una agenda laboral. ¿Se logra esto con sindicatos monopólicos o con prohibir que se reemplacen trabajadores que se han ido a huelga abandonando actividades críticas? (...) ¿Dónde está la capacitación?", indicó.
Insistió en avanzar en nuevas normas que flexibilicen las relaciones laborales, como la modificación al sistema de indemnizaciones por años de servicio.
Santa Cruz también realizó una dura crítica a la indefinición que hay en torno a la reforma constitucional.
"Si de falta de certezas se trata, el 2014 también ha estado marcado por la mayor de todas las incertidumbres, aquella generada por la anunciada reforma constitucional. Siempre perfeccionar la democracia y las reglas de una nación es una oportunidad, cuando se hace bien. Pero es un error caer en la ingenuidad de creer que para avanzar hay que desmantelarlo todo, en ese afán de cambios refundacionales y precipitados, que a ratos aparece en algunos círculos radicalizados", enfatizó.
Por lo anterior, el dirigente gremial advirtió que para que los privados aporten a la alianza que quiere el gobierno, "se requiere de un marco de mayor certidumbre y seguridad jurídica, junto con jugarse el capital político que permita llevar adelante las inversiones".
Tema "más doloroso"
El líder de la CPC señaló que el país enfrenta un momento histórico e hizo un mea culpa, dedicando palabras a los abusos de los que han sido acusadas algunas empresas privadas. "Condenamos enérgicamente y sin vacilar todos los actos que atentan contra la ley, la ética, la transparencia y la confianza", dijo.
"No podemos quedarnos impávidos. En caso de comprobarse una conducta ilegítima, la Asociación Gremial correspondiente debiera tomar acciones ejemplares contra los socios involucrados. No podemos desconocer el grave daño que se le hace, en primer lugar, al país y, en segundo término, al empresariado, cuando uno de nosotros comete faltas contra la verdad, la justicia o la libre competencia. Por lo mismo, seamos valientes a la hora de enfrentar estos hechos. Aquí no hay ni habrá espacio para las defensas corporativas, de los amigos, ni de los parientes. ¡A ponernos los pantalones!", agregó.