Empresas
Desafíos transversales
Fernando Coloma Superintendente de valores y seguros
Por: Equipo DF
Publicado: Lunes 11 de junio de 2012 a las 05:00 hrs.
El caso La Polar dañó la confianza pública en el mercado e impuso desafíos de diversa naturaleza a los distintos actores del mercado. El imperativo actual es salir fortalecido de este duro golpe al sistema financiero, lo que no sólo conlleva perfeccionamientos en el marco regulatorio, en la rigurosidad del trabajo de los distintos actores y en una mucha mayor preocupación por el tema de control interno, sino que también exige una profunda reflexión en el ámbito de la ética de los negocios, cuestión esta última que también ha sido puesta en entredicho en otros episodios de público conocimiento.
Como Superintendencia, más allá de buscar continuamente espacios de perfeccionamiento y afinamiento de nuestros procesos de supervisión, hemos actuado en distintos frentes.
En el sancionatorio, se inició un proceso de investigación asociado a las infracciones administrativas, que ha desembocado en sanciones a ex directores, ejecutivos y auditores externos, y, como es de público conocimiento, está pendiente la determinación de las responsabilidades de las clasificadoras de riesgo y de algunos ejecutivos. Respecto al rol de los intermediarios de valores, estamos revisando su actuación, percibiéndose desde ya espacios de mejora en materia de transparencia en la asesoría a clientes, en particular en relación a una mejor exposición de los conflictos que enfrenta en esta actividad.
Por su parte, a nivel institucional, y con la finalidad de perfeccionar nuestra supervisión, se han creado dos nuevas áreas, Análisis Financiero Sectorial y Control de Empresas Auditoras. La primera de ellas encargada de analizar los elementos claves de cada industria y sus partícipes, generando alertas para las unidades de supervisión, como también de la fiscalización del cumplimiento de los procedimientos aplicados por las clasificadoras de riesgo. La segunda área monitoreará las políticas, metodologías, programas y sistemas de control de calidad de las Empresas de Auditoría Externa (EAE), efectuando inspecciones y revisiones de los procesos de auditoría a distintas entidades fiscalizadas.
Conscientes de la necesidad de fortalecer la calidad de la información y con la finalidad que inversionistas y mercado en general cuenten con mayores antecedentes, hemos impulsado una serie de iniciativas que apuntan en esa línea. En febrero la SVS emitió un Oficio Circular que, junto con precisar que corresponde a la juntas de accionista la elección de la EAE que examinará los estados financieros en las sociedades anónimas abiertas, establece la obligación del directorio de fundamentar las opciones de EAE a proponer en la junta de accionistas.
Así, el directorio debe entregar en detalle a los accionistas las razones que motivaron su recomendación, en función de aspectos como la experiencia de la EAE, los recursos y horas destinados al proceso de revisión, y la idoneidad del equipo a cargo de la auditora, así como cualquier otro aspecto particular o relevante atingente a la sociedad objeto de auditoría.
Adicionalmente, la SVS instruyó a los emisores de valores del sector retail a realizar una mayor apertura en sus estados financieros, solicitándoles detallar de mejor forma tanto sus carteras y determinación de sus provisiones, como las políticas crediticias existentes; y ha extendido esta revisión a emisores de otras industrias, a efectos de lograr una mejor revelación sobre áreas claves de cada una de ellas.
Por otra parte, próximamente se dictará una normativa que promoverá la adopción de buenas prácticas de gobiernos corporativos, debiendo los emisores autoevaluarse anualmente respecto a su cumplimiento e informar de sus resultados a los accionistas y mercado en general. A lo anterior, se suma el interés, públicamente revelado, de entregar propuestas al Ministerio de Hacienda sobre eventuales mejoramientos legales en el campo de los gobiernos corporativos, empresas de auditoría externa y clasificadoras de riesgo.
Como reflexión final quiero señalar que el fortalecimiento del mercado de capitales, de su transparencia e integridad, no sólo requiere de mejores regulaciones y de una supervisión más afinada, sino que también de agentes de mercado crecientemente conscientes de sus responsabilidades.
Esto es, gobiernos corporativos comprometidos con sus responsabilidades de información con el mercado y con permear en sus empresas una cultura de buenas prácticas; empresas auditoras y clasificadoras de riesgo más conscientes de su rol clave en el análisis riguroso de la información; inversionistas institucionales e intermediarios de valores cada vez más comprometidos con su responsabilidad fiduciaria y, finalmente, accionistas más activos y demandantes de más y mejor información.