Aunque ya se seguía con cautela en la incipiente industria del hidrógeno verde la carrera por quién aterrizará en La Moneda, la noche de este miércoles las alertas se activaron. En el marco del debate de Anatel, los candidatos presidenciales fueron consultados por el proyecto INNA de AES Chile, el cual involucra una inversión de US$ 10 mil millones y enfrenta una fuerte oposición de la comunidad astronómica por la amenaza de contaminación lumínica al Observatorio Parana, dejando en evidencia posturas contrapuestas.
Jeannette Jara apuntó a que es importante ver la opción de reubicar la iniciativa o establecer medidas de mitigación. En ese sentido, en un escenario de estar obligada a optar, dijo que avanza en el proyecto: "Lo hago pensando en el empleo y también en las posibilidades que se abren para Chile en los próximos años. Hay una gran capacidad exportadora que podemos explotar y crecer".
Sin embargo, Kast se inclinó por el camino contrario, lo que -según fuentes- causó sorpresa y preocupación en actores que apuestan por esta industria. "Si queremos ver temas de empleo, avancemos en Dominga, avancemos en proyectos mineros, en lugares donde no contaminen el cielo chileno. Estos cielos son únicos, únicos a nivel mundial", lanzó sin titubeos el candidato republicano.
Y remató: "Nosotros tenemos que proteger nuestros cielos, porque eso es un bien para el mundo, no solamente para Chile. Y como con cielos como los que tenemos nos vamos a hacer famosos a nivel mundial y la cantidad de recursos que van a llegar a Chile si es que respetamos nuestros cielos pueden ser muchos más que una planta de hidrógeno verde que está ahí en proceso (...) Vamos a privilegiar los cielos del norte para la observación astronómica, siempre".
Si bien la empresa ha defendido la iniciativa y ha enfatizado que su reubicación implica presentar un nuevo proyecto al SEIA, esta vez declinó referirse al tema. Pero un actor relevante de la vereda del denominado "combustible del futuro" sacó la voz.
Frente a los dichos de Kast, el director ejecutivo de H2 Chile, Marcos Kulka, aseguró a Diario Financiero que lo que aspiran -así como cualquier desarrollo de industria o de ampliación de nuevos proyectos- es mantener la certeza jurídica, lo que significa seguir el proceso de admisibilidad y de las instituciones existentes como el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).
"Dado lo que ha venido pasando, si hubiera algún problema, la propia institucionalidad del SEA debiera levantar las alertas. De lo contrario, entraríamos de nuevo en una condición en donde se decreta presidencialmente algo, y sabemos que eso son señales que finalmente se pagan atentando en contra de la institucionalidad que se ha creado para que el desarrollo de nuevas industrias se dé", advirtió Kulka.
El dirigente añadió que "sería una muy mala señal poder sentar precedentes a priori que van de alguna forma saltándose y confundiendo además de cuál podría ser el proceso futuro de la entrada de nuevos proyectos".
Y recalcó: "No emito ningún juicio de valor con respecto a si el proyecto cumple o no. Creo que para eso tenemos que dejar que el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) desarrolle el proceso que tenemos preestablecido para cualquier proyecto".
De todas formas, Kulka dijo entender que ambos candidatos apuntan a tener mayor certeza jurídica para atraer inversiones y que ha visto que Kast ha sido "muy coherente" -en cualquier ámbito en que se le pregunte- en cuanto a que no debiese haber retroactividad.
"Creo que sería una mala señal tomar una determinación ajena a nuestro proceso actual respecto a cómo se están evaluando los proyectos en el SEIA. Y lo que he escuchado reiteradamente es que no se van a tomar decisiones retroactivas respecto a ejecuciones que ya se estén dando en todos los ámbitos jurídicos", sostuvo.
Proyecto para ampliar zona de exclusión
Asimismo, Kulka dijo entender la visión estratégica de que Chile logre tener el 70% de la observación astronómica mundial. Pero también, por otro lado, dado que en esas mismas zonas se darán múltiples industrias estratégicas, cree que es importante tener la conciencia que la discusión no trata de un proyecto en particular.
En esa línea, recoge un proyecto de ley que se está discutiendo en el Congreso que busca ampliar la zona de exclusión en 70 kilómetros en torno a los observatorios Paranal y Armazones, en la Región de Antofagasta.
Considerando este articulado, plantea que más bien la pregunta en el debate debió ser si se está de acuerdo con esta iniciativa, la cual tendría -por ejemplo- efectos en el empleo al aumentarse la restricción para instalar proyectos de inversión.
Según explicó, las zonas de exclusión que está pidiendo el Observatorio Europeo Austral (ESO) implica alrededor de 1 millón de hectáreas adicionales, lo que afectaría al proyecto INNA y a más de 30 iniciativas de diferentes industrias.