Por Andrés Pozo B.
Una serie de medidas para bajar la abultada deuda hospitalaria están tomando en Fonasa. El organismo logró una reducción en julio de 44% respecto al mismo mes de 2010, alcanzando $ 59.313 millones.
Según explica el director nacional del organismo, Mikel Uriarte, en junio del año pasado la deuda llegó a su peak, después de conciliar las cuentas. En ese entonces se alcanzaron los
$ 122.089 millones.
Esto ha sido posible por mejoras en la gestión, dice, y aunque el nivel de deuda se encuentra en un nivel manejable, se buscará bajar más.
“Hicimos un acuerdo formal entre Fonasa y los servicios para que cualquier movimiento tenga que ser aprobado por el subsecretario de Redes”, explicó Uriarte.
En cuanto a recursos, Fonasa aumentó en 9,5% su recaudación producto de las cotizaciones, agregando
$ 99.270 millones más durante el año pasado. “Esto es por mayor gestión, ya que fiscalizamos que la gente pagara”, dice.
Interacción con el sector privado
Según Uriarte, para mejorar la atención de los afiliados tiene que haber interacción entre el sector público y privado. Esto, por ejemplo, se aplica en el Auge para que los pacientes que no son atentidos en la red pública en un cierto plazo, se deriven al privado. En esta línea, se licitó un conjunto de prestaciones para ocuparlas en caso de ser necesario.
En esta interacción, además, una parte de los afiliados tienen planes de libre elección, con lo que pueden atenderse en clínicas privadas. Según Uriarte, un 60% de los ingresos de las clínicas privadas provienen de este mecanismo, con recursos por
US$ 1.000 millones.
Y es que la aseguradora estatal tiene casi 13 millones de afiliados, el 75% de la población.
Próximos pasos
Actualmente, Fonasa está trabajando en su renovación de imagen en oficinas e implementación de mejoras como el bono electrónico.
Tras reducir fuertemente las listas de espera, de más de 300 mil personas a 34.253 en julio, ahora detectaron que se mantienen 89 mil pacientes en esta situación por cirugías no cubiertas por el Auge. En 50 días se han solucionado 10 mil y el grueso se trabajará en los próximos 24 meses.
Un tercer frente es el cambio legal -vía proyecto de ley que se enviará en las próximas semanas- para traspasar las licencias médicas a Fonasa. Esto permitirá que los pagos se hagan cuando corresponda y eviten el mal uso de los recursos.
Fonasa encargó a la Universidad Católica un estudio de los aranceles, los que no se actualizaban desde 2002.
Esto incluye un análisis financiero y de salud que permitirá hacer una reingeniería de los planes en base a las prioridades de la población, cambios que también deberán ser incorporados por las Isapres.