Por José Carlos Prado
El próximo año comienza a regir la norma de la calidad del aire PM 2.5, la que según los expertos aumentará los episodios críticos en Santiago y obligará a tomar nuevas medidas para reducir la contaminación.
Esto provocará un efecto en el funcionamiento de la industria. Primero, por la cantidad de empresas que se deben detener cuando se declaran preemergencia y emergencia y, segundo, por el nivel de inversiones necesarios para cumplir la norma.
Según fuentes de la industria, efectivamente las compañías están inquietas y están intentando encontrar un punto de equilibrio con el Ejecutivo. Los privados ven una oportunidad en la revisión el Plan de Descontaminación de la Región Metropolitana, específicamente en su capítulo relativo a los episodios críticos. Esto, sostienen, a fin de evaluar cuáles son las medidas costo-beneficio más convenientes de implementar para mitigar el impacto del incremento en los índices de contaminación. Y es que estimaciones anteriores a la publicación de la norma, calculaban en más de
US$ 5.000 millones las inversiones que se requerirán en el país en 10 años para cumplirla, la cuales vendrían principalmente desde la industria y el transporte.
Si bien no se han reunido con las autoridades, han tenido algunas conversaciones extraoficiales donde les han dado a conocer su preocupación. Desde su perspectiva, en el análisis del plan de Santiago se debe fijar el foco en las fuentes móviles y, además, ver medidas preventivas para evitar la paralización de sus empresas.
Explican que el sector industrial tiene metas más avanzadas que otros rubros y que el tema se está “escapando”, por ejemplo, en el uso de leña residencial y las emisiones de las quemas agrícolas que se permiten en algunas épocas del año. Por ello, consideran que el nuevo Plan no debería influir en la industria y más bien abordar estos otros temas pendientes.
Cambiar listado
La ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, explica que los equipos técnicos de la cartera ya están trabajando en el plan para la nueva norma y adelanta algunos aspectos que serán objeto de revisión por parte de la autoridad. Según detalla la secretaria de Estado, se va a evaluar cuáles son las principales fuentes que aportan al PM 2.5 y que no necesariamente van a ser las mismas.
También revela que van a revisar el período de episodios críticos, el que hoy va desde el 1 de abril al 31 de agosto. En este análisis, no descarta un cambio en el listado de empresas que deben paralizar en preemergencia u emergencias. De acuerdo al documento que maneja la Secretaría Ministerial de Salud Metropolitana, 841 fuentes fijas deben paralizar en episodios de preemergencia, cifra que se eleva a 2.406 en casos de emergencia.