Chile avanza en desarrollo de la filantropía
Mientras el factor más sólido es la “confianza y legitimidad” con un valor de 57%, estudio señala que la mayor debilidad (21%) está en la capacidad del homologar el nivel de aportes al avance socioeconómico.
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El avance de la filantropía a nivel de todos los estamentos tiene una relación directa con el nivel de desarrollo de los países, proceso que en el caso de Chile acaba de ser diagnosticado por un estudio realizado por el Centro de Filantropía e Inversiones Sociales (CEFIS) de la Universidad Adolfo Ibáñez.
A nivel general, este análisis estableció para el caso chileno un índice de progreso de 37%, el cual corresponde a un nivel básico de desarrollo distante de realidades como las de Estados Unidos, Reino Unido o Alemania.
De los distintos factores analizados por la investigación, entre las fortalezas locales se destacó al ítem “confianza y legitimidad de la filantropía” (57%), enfocada tanto en el sistema de donaciones y como sus organizaciones. A esto se suma una valoración positiva de la ciudadanía.
Por el contrario, entre los aspectos que ofrecen desafíos pendientes para el despegue de la filantropía destacan los temas de “capacidad operativa” (41%), “la práctica de colaboración” (40%), “efectividad e innovación” (38%), “marco legal general” (34%), “normativa” (34%), “infraestructura para el sector” (33%) y “colaboración efectiva para potenciar el cambio” (26%).
El peor resultado en Chile fue el de las “condiciones socioeconómicas” (21%), lo cual recibió una calificación de insuficiente. Esto se debería a que el paulatino aumento de los ingresos no trajo consigo un aumento en las donaciones, como sugiere la literatura.
Los investigadores del CEFIS crearon “Índice de Desarrollo de la Filantropía”, barómetro según el cual existen tres niveles de participación en los países: básico, medio y avanzado. En el caso de los que se encuentran en el primero, el mayor aporte es realizado por empresas (41%), mientras que en aquellos en el segundo por personas (42%). En cambio, en los países en el tercer nivel, la mayor participación filantrópica es liderada por las fundaciones (53%) como mayores colaboradores.
“Existen factores culturales que muestran un gran potencial de desarrollo, como es la valoración de los actores y de la sociedad en general de los aportes privados a organizaciones de la sociedad civil y la confianza en que el sistema, a nivel general, es confiable”, explica el estudio.
Respecto a las debilidades, la investigación menciona que es “debido a la alta complejidad de una normativa que ha surgido en el tiempo descoordinada que adolece de una falta de política pública integral de incentivo a las donaciones para el fortalecimiento de la sociedad civil. También los factores institucionales, relacionados con la capacidad de los propios actores que participan en el sistema”.
Finalmente, otro de los factores que perjudica un mayor despegue de la filantropía en nuestro país es la falta de colaboración entre los distintos actores y el sector público.