Como era de esperar, los resultados de la operadora de casinos Enjoy vinieron con un fuerte deterioro producto de la pandemia, que desde mediados de marzo la obligó -como a toda la industria- a detener las apuestas por tiempo indefinido.
A junio, la firma registró ingresos por US$ 100,3 millones, lo que equivale a 40% menos respecto del mismo período del año anterior, cuando totalizaron US$ 167 millones. En un hecho casi anecdótico, al mirar solo el segundo trimestre, la firma controlada por la familia Martínez y Advent tuvo ingresos menores que cero. Esto porque registra un saldo negativo de US$ 760 mil.
En materia de utilidades, la firma -que acaba de completar con éxito su reestructuración financiera, lo que implicará que próximamente los actuales accionistas den espacio en la propiedad a los acreedores- registró pérdidas por US$ 112,3 millones a junio, lo que se compara con la pérdida de poco más de US$ 1,4 millones del mismo período del año anterior.
Influyó en esto no solo el cierre de las salas de juego -como la de Viña del Mar, Pucón, Antofagasta o en Uruguay-, sino que también un castigo financiero a un grupo de activos, tras realizar un test de deterioro.
Según el informe, eso implicó castigar contablemente US$ 80,7 millones neto de impuestos a la renta. “Este ajuste por deterioro se genera principalmente por los efectos de la Pandemia en los resultados e incertidumbres actuales y futuros de las operaciones de Enjoy en Chile, Argentina y Uruguay, y genera efectos contables pero no tienen impacto en la liquidez de la compañía”, detalló.
De hecho, el Ebitda ajustado de la firma fue de US$ 10,5 millones, una baja de 68% respecto de junio de 2019.