Un cambio en el negocio de las Isapres podría implicar el anuncio presidencial de crear un plan garantizado de salud para los usuarios del sistema privado y cambiar el modelo de financiamiento, a través de un fondo solidario.
Desde la Asociación de Isapres observan con atención el tema y esperan contar con el detalle de cómo esto podría afectar a la industria y sus cotizantes.
“Hay que tener más detalles para conocer a quiénes se beneficia y a quiénes se perjudica”, dice el presidente del gremio, Hernán Doren.
De todos modos, sobre cómo podrían verse afectadas las empresas, esto dependerá de cómo se plantea la reforma. “Hay una serie de variables que es necesario avanzar en ellas”, dice.
Más competencia
Desde el Instituto Salud y Futuro, agregan que una reforma de este estilo incorporará más competencia al sistema de Isapres. El éxito económico -o fracaso- de las empresas estará dado por la capacidad que tengan de conformar una red con prestadores para entregar soluciones de salud.
“La Isapres como seguro comienzan a desarrollar algo para lo que fueron creadas: ser compradores inteligentes”, dice Héctor Sánchez, director ejecutivo de Salud y Futuro.
Esto, porque las isapres deberán no sólo garantizar prestaciones, sino que comprar “soluciones de salud”, traspasando parte del riesgo a los prestadores, lo que también ayudaría a controlar los precios.
Aunque es difícil prever si estos cambios afectarán las utilidades de las Isapres -que este año alcanzaron los $ 49 mil millones-, Sánchez dice que “aquellas instituciones que sean más eficientes en comprar y en diseñar soluciones, van a obtener mayores utilidades”.
El proyecto podría ingresar en 2012 al Congreso, explicó el ministro Jaime Mañalich. Agregó que la base es una propuesta del diputado Jorge Burgos (ver recuadro).
Según los cálculos del Minsal hoy una persona cotiza 3,5% extra sobre su 7% obligatorio. Con el nuevo sistema, para mantener un estándar similar al actual, habría que aumentar esa cotización voluntaria.