Los negocios y la preocupación por el país se entremezclaron en la junta de accionistas de Colbún, la eléctrica del grupo Matte. Su presidente, Hernán Rodríguez, instó a “impulsar una cultura y un ambiente regulatorio que valoren la importancia del crecimiento”.
“Estamos conscientes que el camino para seguir creciendo e impulsando una transición energética responsable será complejo. Para una nación como Chile que hace no muchos años creyó en la promesa de alcanzar en un plazo razonable el estatus de país desarrollado, la importancia de avanzar en nuevas inversiones que den sustento y hagan posible esa promesa siguen más vigentes que nunca. Y allí, creemos, tenemos como sociedad un examen pendiente”, señaló en su discurso ante los accionistas.
Colbún -que en 2024 tuvo que suspender la tramitación ambiental de Central Bombeo Paposo (US$1.400 millones) luego que la autoridad diera curso a un término anticipado del proceso- reconoció los desafíos del entorno regulatorio y del otorgamiento de permisos.
“En una sociedad donde los desafíos técnicos y socioambientales se complejizan, no debemos caer en la falsa dicotomía entre crecimiento y sostenibilidad, ya que ambos pueden ir de la mano mediante la inversión adecuada y la aplicación de altos estándares”, agregó. En esa línea, ejemplificó lo errado de ese predicamento con su Central Eólica Horizonte, de una inversión de US$ 900 millones, inaugurada el pasado marzo.
Por su parte, el gerente general de Colbún, José Ignacio Escobar, ratificó el plan de inversiones de la eléctrica del grupo Matte para este año y al 2030. El grupo había anunciado que desembolsará US$ 2.500 millones hasta el final de la década y el CEO de la compañía detalló que se busca contar con 4.000 MW adicionales de capacidad instalada, tanto en Chile como Perú y potencialmente otros mercados, señaló el ejecutivo.
Durante este y el próximo año, Colbún destinará US$ 650 millones en ampliar su capacidad productiva. Este monto, detalló Escobar, incluye inversiones relacionadas a Central Eólica Horizonte, que demandó US$ 900 millones, supone 816 MW de capacidad y se inauguró en marzo pasado, aunque el grueso será para los proyectos de almacenamiento de energía Celda Solar (228 MW) y Diego de Almagro (230 MW).
“La agenda estratégica que nos comprometimos hace ya tres años atrás la hemos seguido cumpliendo, básicamente, según lo esperado. Incluso algunas inversiones, como las de baterías, las hemos acelerado”, aseguró Escobar. Y respecto a la guerra comercial, dijo que, si bien habrá un impacto, los sectores energéticos y mineros de Chile están bien parados: “Siguen siendo los alumnos destacados de la clase”.
Colbún tiene una cartera importante de clientes mineros y destacó que “la competitividad de la minería del litio en Chile y la del cobre siguen siendo de primera clase mundial y, por lo tanto, los proyectos de expansión siguen: ninguna minera ha dicho que va a detener un proyecto de expansión o de nuevo un nuevo proyecto por la carga arancelaria”.