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La Polar demanda a PwC y plantea la hipótesis de colusión con ex ejecutivos
Los abogados de la multitienda esperan avanzar en acciones legales contra PwC Internacional Limited.
Por: | Publicado: Jueves 21 de junio de 2012 a las 05:00 hrs.
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Finalmente La Polar concretó su golpe contra PwC. Ayer ante el Vigésimo Juzgado Civil de Santiago la compañía interpuso una demanda en contra de la auditora. Con esta acción judicial exige una indemnización por más de $ 31.000 millones, “por los distintos perjuicios económicos sufridos, así como los costos asumidos por la actual administración de la empresa para sacarla adelante, haciendo además presente que se demanda por otros daños cuya evaluación deberá determinarse durante el proceso”, indicó la firma.
Pero eso no es todo. El siguiente paso, según explicaron los abogados de la compañía, Davor e Iván Harasic, “es avanzar en el estudio de posibles acciones en contra de PwC International Limited, con sede en Londres, atendida su eventual responsabilidad en el mismo fraude”. Asimismo sostiene que “el increible cúmulo de negligencias (...) se puede explicar, lógicamente, acogiendo la hipótesis de algunos actores relevantes del mercado, cual es : sólo se puede haber dado una negligencia tan aberrante medante una colusión -tácita o explícita- con los ejecutivos que hoy se encuentran formalizados por diversos delitos, lo que no afirmamos ni negamos”.
Ante esto, la ex auditora de Empresas La Polar no tardó en responder y señaló que esta demanda “sólo puede entenderse como una reacción esperable a la demanda oportunamente deducida por esta empresa auditora ante el Segundo Juzgado Civil de Santiago, el pasado 2 de mayo de 2012”.
Entre los perjuicios detallados en el escrito de La Polar se encuentran: la restitución de los montos pagados a PwC por las auditorías efectuadas entre los años 2007 y 2010; la pérdida del valor de la marca; el monto pagado en 2011 en los planes de compensación en beneficio de los clientes repactados unilateralmente; y el daño derivado de la prohibición de emitir tarjetas de crédito, entre otros.
“La auditora es sindicada por la Superintendencia de Valores, la Superintendencia de Bancos, la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados y el propio mercado, como una de las principales entidades responsables del millonario fraude financiero que cometió la anterior administración en contra de la multitienda, y que se descubrió en junio del año pasado”, señala la compañía. Es por ello que “la demanda está fundada en el negligente desempeño de la ex auditora de La Polar, pese a que tuvo acceso a todos los datos necesarios para descubrir un fraude, bastando la realización de un análisis medianamente diligente para evidenciarlo, lo que no hizo”.
De acuerdo al escrito de la demanda “(PwC) lejos de asumir los errores cometidos y tomar las medidas pertinentes para evitar su reiteración, ha decidido intentar excusarse de toda responsabilidad, y en un acto insólito y lamentable, ha pretendido culpar de su propia negligencia a la principal víctima de la misma: nuestra representada”.
Ahora en su defensa, PwC señaló que “la auditoría de los Estados Financieros exige, como requisito sine qua non, que la propia empresa auditada entregue toda la información relevante, lo cual, en el contexto del fraude urdido en La Polar, no sucedió, ya que la empresa, a través de sus ejecutivos y apoderados, fraguó un sistema destinado, precisamente, a engañar al mercado y a sus auditores externos. Este hecho a estas alturas ya se encuentra debidamente acreditado”.
Pero eso no es todo. El siguiente paso, según explicaron los abogados de la compañía, Davor e Iván Harasic, “es avanzar en el estudio de posibles acciones en contra de PwC International Limited, con sede en Londres, atendida su eventual responsabilidad en el mismo fraude”. Asimismo sostiene que “el increible cúmulo de negligencias (...) se puede explicar, lógicamente, acogiendo la hipótesis de algunos actores relevantes del mercado, cual es : sólo se puede haber dado una negligencia tan aberrante medante una colusión -tácita o explícita- con los ejecutivos que hoy se encuentran formalizados por diversos delitos, lo que no afirmamos ni negamos”.
Ante esto, la ex auditora de Empresas La Polar no tardó en responder y señaló que esta demanda “sólo puede entenderse como una reacción esperable a la demanda oportunamente deducida por esta empresa auditora ante el Segundo Juzgado Civil de Santiago, el pasado 2 de mayo de 2012”.
Entre los perjuicios detallados en el escrito de La Polar se encuentran: la restitución de los montos pagados a PwC por las auditorías efectuadas entre los años 2007 y 2010; la pérdida del valor de la marca; el monto pagado en 2011 en los planes de compensación en beneficio de los clientes repactados unilateralmente; y el daño derivado de la prohibición de emitir tarjetas de crédito, entre otros.
“La auditora es sindicada por la Superintendencia de Valores, la Superintendencia de Bancos, la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados y el propio mercado, como una de las principales entidades responsables del millonario fraude financiero que cometió la anterior administración en contra de la multitienda, y que se descubrió en junio del año pasado”, señala la compañía. Es por ello que “la demanda está fundada en el negligente desempeño de la ex auditora de La Polar, pese a que tuvo acceso a todos los datos necesarios para descubrir un fraude, bastando la realización de un análisis medianamente diligente para evidenciarlo, lo que no hizo”.
De acuerdo al escrito de la demanda “(PwC) lejos de asumir los errores cometidos y tomar las medidas pertinentes para evitar su reiteración, ha decidido intentar excusarse de toda responsabilidad, y en un acto insólito y lamentable, ha pretendido culpar de su propia negligencia a la principal víctima de la misma: nuestra representada”.
Ahora en su defensa, PwC señaló que “la auditoría de los Estados Financieros exige, como requisito sine qua non, que la propia empresa auditada entregue toda la información relevante, lo cual, en el contexto del fraude urdido en La Polar, no sucedió, ya que la empresa, a través de sus ejecutivos y apoderados, fraguó un sistema destinado, precisamente, a engañar al mercado y a sus auditores externos. Este hecho a estas alturas ya se encuentra debidamente acreditado”.