Jamie Dimon, cuyos ocho años al mando de JPMorgan Chase lo han convertido en uno de los líderes más poderosos de Wall Street, anunció ayer que iniciará un tratamiento para combatir un cáncer a la garganta, lo que generó dudas sobre los planes de sucesión del mayor banco de Estados Unidos.
Dimon, el presidente y director ejecutivo del banco, le dijo a los empleados y accionistas a través de un memo que su condición es curable y que continuará manejando la firma de forma “normal” durante las ocho semanas de radiación y quimioterapia que iniciará pronto.
Dimon, de 58 años, ha guiado a JPMorgan desde fines de 2005, navegando la crisis financiera de 2008 sin registrar pérdidas y duplicando las ganancias anuales, con una acción que ha subido cerca de 45%. Hace seis meses, además, el directorio reconoció su habilidad para resolver sin problemas las investigaciones del gobierno al banco.
Ahora, sin embargo, la enfermedad revivirá las preguntas sobre cómo se podría manejar teóricamente su sucesión, planteó a Bloomberg el administrador de portafolio de Ferguson Wellman Capital Management, Ralph Cole.
“Tienen que ser muy francos respecto de quién asumirá durante el período de ocho semanas. Tienen que ser muy claros respecto de quién sea”, aseguró Cole.
Las acciones de JPMorgan bajaron 1,04%, a US$ 56,97. Las acciones han caído 2,58% en lo que va del año.
En el memo, Dimon dijo que se siente bien y que informará si su condición cambia. “El diagnóstico de mis doctores es excelente, el cáncer fue descubierto rápidamente y mi condición es curable”, escribió Dimon en el comunicado.
“El es uno de los CEO icónicos que está totalmente identificado con su compañía”, dijo a Bloomberg la analista de NAB Research, Nancy Bush.