La alemana Linde y la estadounidense Praxair llegaron a un acuerdo para “fusión entre iguales” mediante canje de acciones, lo que dará origen al mayor proveedor mundial de gases industriales, con ventas por más de US$ 30.000 millones anuales. Praxair accedió a mantener las operaciones de Linde en Alemania y no efectuar despidos antes de 2022.
“La operación unirá el liderazgo tecnológico de Linde con el modelo de operación eficiente de Praxair”, señala su comunicado. La nueva compañía –que mantendrá el nombre de su predecesora alemana y sus acciones listadas en las bolsas de Nueva York y Frankfurt– tendrá la oficina de su gerencia en Danbury (Connecticut), ciudad natal de Praxair, mientras que las funciones corporativas serán “apropiadamente divididas” entre Danbury y Munich. La fusión costará US$ 35.000 millones.
Los inversionistas de Linde recibirán 1,54 acciones nuevas por cada antigua, mientras que para los de Praxair el ratio será de una a una. Los accionistas tendrán participación igualitaria en la nueva empresa, con el CEO de la estadounidense, Steve Angel, y el presidente del consejo directivo de la alemana, Wolfgang Reitzle, dividiendo el poder.
El acuerdo –que aunque se anuncia como fusión, pero en el fondo es la compra del gigante alemán por parte de la empresa estadounidense, cuyas ganancias operativas son casi la mitad de Linde– busca ahorrar anualmente US$ 1.000 millones en las operaciones conjuntas. “Los estadounidenses tendrán que pagar la mayor parte. En realidad, no existe la figura de fusión entrre iguales”, señaló a Bloomberg Bernhard Weininger, analista de Independent Research.
Negociaciones difíciles
Las negociaciones empezaron en agosto, pero fracasaron un mes después, cuando los sindicados representados en el consejo directivo de Linde bloquearon el acuerdo, exigiendo asegurar los puestos de trabajo y las operaciones en Alemania. Entonces, la compañía despidió al jefe financiero, Georg Denoke –quien, según personas cercanas al tema, estuvo frenando la alianza– y anunció el plan para cortar los costos e impulsar las ganancias.
A finales de noviembre las negociaciones se reanudaron. En unos días, el jefe ejecutivo de Linde, Wolfgang Buechele, dejó el cargo, señalando que la fusión está cerca. Aldo Belloni asumió como nuevo CEO.
Obstáculos regulatorios
Mientras que el acuerdo empresarial está cerca de concluir, va a necesitar todavía ser aprobado por los reguladores antimonopolio, lo que puede ser complicado ya que creería el mayor proveedor mundial de gases industriales, consolidando todavía más la industria tras la compra en mayo de Airgas por parte de la francesa Air Liquide en US$ 13.400 millones, que fue aprobada basándose en el análisis regional.
Linde y Praxair también han revisado posibles acciones para facilitar la aprobación, como vender las operaciones de producción de gas en los mercados locales.
Sin embargo, los reguladores podrían no quedar satisfechos con eso, ya que el nuevo acuerdo deja solo tres proveedores grandes a nivel mundial, incluyendo Air Products & Chemicals.
Ambas empresas –Linde y Praxair–, tanto como Air Liquide, tienen presencia en el mercado chileno. Air Products opera en el país a través de Indura.