POR PAULA VARGAS
Finalmente el Grupo Telefónica acusó el golpe. El anuncio de la rebaja en su clasificación por parte de Standard & Poors que redujo en un escalón a la operadora española a “BBB”, tras sus resultados del primer trimestre, evidenció los problemas de la firma hispana, particularmente por el deterioro de su negocio en España. Con este antecedente la compañía liderada por César Alierta se vio obligada a buscar alternativas que la lleven a mejorar sus ratios de endeudamiento, los que están sobre lo comprometido con sus acreedores. Su nivel de deuda está en un 2,55%, en circunstancias que debiera situarse en 2,35%.
Es así, como en un hecho esencial enviado ayer a la Comisión de Valores de España, el secretario general del Consejo de Administración de Telefónica, Ramiro Sánchez, señaló que el directorio de la compañía consideró “gestionar de manera proactiva la cartera de activos de la firma, incluyendo el inicio de los trabajos preparatorios para sacar a bolsa Telefónica Alemania y el análisis de posibles alternativas para sacar a bolsa negocios en Latinoamérica y la monetización selectiva de activos, acelerando el proceso de desinversión de activos no estratégicos”, menciona el comunicado.
La decisión de vender parte de sus negocios en estos mercados se debe a que se trata de las filiales más atractivas para los inversionistas por ser las de mayor crecimiento. Alemania, por su parte, se ubica en la economía más estable de Europa, mientras que en el caso de la región, las operaciones de Brasil y Chile, se ubican como las más interesantes, la primera por el tamaño del mercado donde operan y luego en Chile, por la estabilidad, la diversificación y las tasas de crecimiento de sus distintos negocios.
Aunque en ambos países la firma ya cotiza en Bolsa, concentran ampliamente la propiedad, en el caso de Brasil tienen en su poder el 73,9% de los papeles, mientras que en Chile esa cifra se eleva a 98%. Por lo que existe un margen importante para levantar capital en esas filiales, según señalan fuentes cercanas a la operadora.
Lo que viene
Aunque al interior de la compañía aseguran que “no es una decisión tomada”, admiten que se están realizando los estudios correspondientes para la configuración del paquete que finalmente decidan ofrecer a los inversionistas.
Actualmente, la deuda de Telefónica asciende a 57 mil millones de euros. Hace varios meses que el mercado presionaba para que la operadora sacara a bolsa su filial latinoamericana, la que a juicio de algunos analistas contaría con un premium de cotización respecto de la acción de la operadora española, la que ha sido muy castigada por su exposición al mercado español.