Gobierno francés promete golpear el bolsillo de los ricos

Por Hugh Carnegy en París



El primer ministro francés ha revelado la retórica en contra de la riqueza, prometiendo golpear a los acaudalados y grandes compañías con nuevos impuestos y proteger a los menos acomodados a medida que su gobierno socialista ataja el déficit presupuestario.

“No quiero escuchar denuncias de impuestos confiscatorios de la misma gente que autoriza pagos a ejecutivos que están más allá de toda decencia”, dijo Jean-Marc Ayrault cuando presentó ayer el programa de gobierno a la asamblea nacional
Ayrault, con frecuencia interrumpido por la oposición de centro derecha durante su discurso de 90 minutos, dijo que el gobierno del presidente François Hollande cumpliría los compromisos para reducir el déficit a 3% del PIB el próximo año y eliminarlo para 2017.

El auditor nacional dijo esta semana que esto necesitaría ahorros de 33.000 millones de euros (US$ 41.500 millones) el próximo año e hizo un llamado para recortes “sin precedentes” en el gran gasto público para cumplir su objetivo.

Pero a pesar de reconocer la necesidad de recortar el gasto, Ayrault evitó dar detalles. En vez de eso, prometió mantener el número general de empleados estatales y rechazó con actitud desafiante aceptar que esto necesitaría políticas de austeridad que son tan combatidas por la izquierda francesa.

Jean-Francois Copé, jefe del partido de oposición UMP, dijo que el discurso de Ayrault estuvo “lleno de frases finas, pero no tenía mucho valor político. Hemos escuchado nada, excepto dichos sobre el alza de impuestos”, añadió.

Ayrault confirmó que las promesas de Hollande de introducir un gravamen de 75% a los ingresos superiores a 1 millón de euros sería implementado, y repitió promesas similares de aumentar tributos a la riqueza, herencia y grandes bancos, “notablemente” sobre los bancos y grupos de energía.