Economía

América Latina inicia un largo camino hacia la recuperación

De la mano de una mejora en las condiciones en Brasil y una recuperación de la confianza en Argentina, la región podría comenzar a emerger de su letargo en 2017.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Lunes 14 de noviembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Mayor crecimiento y la llegada de un período de expansión económica sostenible. Esas son las expectativas que hay sobre América Latina, que mantiene riesgos políticos, aunque más controlados que el año pasado, pero que podría comenzar a recuperar el ritmo.

Gran parte de esa recuperación dependerá de la inversión pública: a medida que el mundo ve cómo las políticas monetarias tienen poco espacio para aumentar el crecimiento, las acciones fiscales pasan al centro de la atención. En Latinoamérica, el desafío será controlar los gastos al tiempo que se desembolsan suficientes recursos -especialmente en proyectos de infraestructura estratégicos- para reimpulsar la economía.


"Los desafíos siguen siendo los mismos", dice el analista jefe de Fitch Ratings para la región, Erich Arispe. "Los gobiernos deben comenzar a desarrollar medidas para mejorar la competitividad, pero también considerar sus cuentas fiscales", señala.

Brasil, regresa la estrella


Gran parte de la recuperación regional vendrá del país más poblado. En 2016, Brasil cerrará su segundo año consecutivo de contracción económica, en medio del peor déficit fiscal de su historia. El próximo, sin embargo, la situación podría comenzar a revertirse.


La administración de Michel Temer, quien asumió el gobierno en agosto del año pasado, tras la destitución de Dilma Rousseff, impulsa una agenda de reformas que buscan controlar el gasto fiscal y revitalizar la economía del que alguna vez encabezó las expectativas de los mercados emergentes latinoamericanos. La primera de esas medidas avanzó este año, cuando el congreso tramitó una reforma constitucional que amarra los gastos del Estado a la inflación. En 2017, además, impulsaría una reforma previsional y otra laboral, buscando subir la edad de jubilación.


El déficit fiscal brasileño podría mantenerse alto, pero el FMI espera que el próximo año el país salga de la recesión y retome un crecimiento escuálido, pero crecimiento al fin y al cabo. El Banco Mundial es más optimista: espera una expansión de 1,1%.

Argentina vuelve del abismo


Este 2016 fue un año noticioso para la alicaída economía argentina. El recién instalado gobierno de Mauricio Macri puso fin a una década de default y volvió a emitir bonos de deuda, además de eliminar las restricciones al dólar para terminar con el mercado negro. Apenas semanas después, el gobierno intentó aplicar una baja a los subsidios a la energía, que generan un gasto importante para el fisco y que, durante más de una década bajo el mando de los Kirchner, mantuvieron artificialmente bajos los costos.
Su determinación por llevar a cabo el aumento de precios, conocido como el tarifazo, fue frenado bruscamente por la Justicia argentina, que dictaminó que el Ejecutivo debe llevar a cabo una serie de diálogos antes de poder aplicar la medida. Dichos diálogos concluirían este año.


Frenar el gasto y sincerar los costos de la energía a la población puede ser una medida aplaudida por los analistas de mercado, las agencias calificadoras de riesgo y los medioambientalistas, pero no necesariamente por el electorado. El gobierno de Macri tendrá que sopesar su voluntad de aplicar las alzas con la realidad política: el próximo año es de elecciones legislativas y el oficialismo pretende fortalecerse en el congreso.
Con todo, las expectativas para la economía argentina son optimistas. El PIB del país podría cerrar 2017 con un crecimiento de 2,7% según el FMI. El desempleo, aunque todavía es alto, podría reducirse hasta un 8,4% el próximo año. El déficit fiscal, sin embargo, se mantendrá alto: 6,5% del Producto.


Perú corre contra el tiempo


Tras ganar la elección más ajustada -y quizá una de las más accidentadas- de los últimos años y llegar al Palacio de Miraflores, el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, tiene este año la oportunidad de empezar a cumplir sus promesas. Muchas de ellas son económicas: el mandatario buscará aumentar la formalidad del empleo para incrementar los ingresos fiscales, al tiempo que lucha por reimpulsar una serie de proyectos de inversión público-privada que se encuentran estancados.


En entredicho también están las grandes iniciativas mineras y extractivas que se han visto paralizadas por las protestas ciudadanas, muchas de las cuales podrían no concretarse, en el contexto actual de precios de las materias primas.


Para sacar adelante las reformas que defiende, PPK depende fuertemente de un capital político que comenzó a debilitarse a fines de este año, cuando estallaron escándalos de corrupción en su equipo de asesores. El mandatario reaccionó rápido y removió a las manzanas podridas. Si cae su aprobación, puede caer su respaldo en el congreso, donde su partido tiene minoría y se enfrenta con un dominio absoluto de Fuerza Popular, el partido de su rival en la elección presidencial, Keiko Fujimori.

Colombia, en riesgo


El 2017 será un año de desafíos para la economía colombiana. Aunque ha logrado mantener tasas de crecimiento respetables, pese a la crisis de los precios del petróleo, el país enfrenta un déficit fiscal que ha encendido las alertas de las agencias calificadoras.


Por ello, el gobierno de Juan Manuel Santos ingresó este año una reforma tributaria para aumentar la recaudación del Estado a través de un aumento del IVA y una simplificación del sistema tributario, que también apuntaba a incentivar la formalización de las empresas.


La urgencia de la nueva normativa es reconocida en los círculos políticos y empresariales del país, pero también en quienes observan el mercado colombiano. De no salir adelante este año, caería la calificación de los bonos soberanos y, con ello, la valoración de los activos del país.


Menos urgente para la economía, pero más para la clase política, son los diálogos de paz que el gobierno conduce con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Este año, tras un fracaso en las urnas, Santos se vio obligado a incorporar a la oposición uribista a la conversación. Ese diálogo podría extenderse hasta 2017 y seguir generando tensiones.

Venezuela, en estado crítico


El país con la mayor inflación en todo el mundo enfrenta también uno de los mayores desafíos: calmar las tensiones políticas que remecieron al gobierno de Nicolás Maduro.


Este 2016 estuvo marcado por los intentos de una Asamblea Nacional dominada por la oposición, de revocar el mandato del presidente venezolano utilizando las herramientas institucionales para ello, y las medidas del gobierno para socavar a sus detractores y perpetuarse en el poder.


Más allá de los últimos eventos, será difícil cerrar las heridas en un país profundamente dividido, y la necesidad de recuperar el diálogo en la propia sociedad resulta incluso tan importante como reconstruir una economía devastada, cuya base productiva ha sido arruinada, y donde la población padece por la escasez de productos esenciales.

Cambios en la región


El resto de Latinoamérica tiene previstos cambios acotados. Ecuador es, probablemente, el que primero dará noticias, con las elecciones generales calendarizadas para febrero. En México, las elecciones estatales en Coahuila, Nayarit y el Estado de México podrían dar cuenta del estado del gobierno de Enrique Peña Nieto de cara a las elecciones de 2018. Con todo, la región espera acelerar el paso hacia el desarrollo, aunque se ve difícil retomar el ritmo de antaño.

Los rostros que marcaron la pauta noticiosa de latinoamérica este año

 Rafael Correa
Mandatario de Ecuador


El mandatario ecuatoriano lleva nueve años a la cabeza del país y ha asegurado que no buscará su reelección, la que, de todas maneras, probablemente sería disputada en la Justicia. En octubre, Correa designó a su ex vicepresidente Lenín Moreno como candidato a sucederlo y defender la permanencia de su partido, Alianza País. Las encuestas le dan la victoria frente al derechista Guillermo Lasso.

Mauricio Macri
Presidente de Argentina


El sucesor y rival político de Cristina Fernández de Kirchner iniciará un año clave para su gestión: intentará impulsar un aumento de precios en energía que fue parte de sus promesas de campaña. Tendrá que hacerlo en un año electoral, mientras trata de mantener o aumentar su poder en el Legislativo. Una victoria o fracaso afectará la credibilidad del país frente a los inversionistas.

Nicolás Maduro
Líder venezolano


Tras enfrentar protestas masivas organizadas por una oposiciónm, que demostró una mayor capacidad de convocatoria, el ex conductor de autobuses que se convirtió en el sucesor de Hugo Chávez se resistió a los esfuerzos por dar un cauce institucional a la crisis.
Jugado a fondo por su proyecto bolivariano, buscó endurecer los controles del Estado sobre la economía y la sociedad.

Michel Temer
Gobernante brasileño


El otrora aliado político de Dilma Rousseff asumió el mando cuando la presidenta fue destituida por el Poder Legislativo, y prometió que habría una "salvación nacional", un concepto fuertemente vinculado con la alicaída economía del país más grande de la región. El próximo año será el de las reformas mayores: el mercado del trabajo y el sistema previsional esperan que cumpla sus promesas.

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