Un “cambio significativo”. Así definió ayer el gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Mark Carney, las medidas de la entidad para enfrentar la incertidumbre financiera generada por el Brexit. El Comité de Política Financiera (FPC) del BoE anunció una reducción de los requerimientos de capital de reserva a los bancos: el colchón de capital contracíclico pasó un 0,5% de activos de riesgo a 0%, con lo cual la autoridad espera aumentar hasta en 150 mil millones de libras (US$ 197 mil millones) la capacidad de préstamo a las compañías y los hogares. La medida se mantendría al menos hasta junio del próximo año.
“Existe la perspectiva de una desaceleración material de la economía”, dijo el jefe del banco central inglés en su tercera declaración pública desde que Reino Unido votó en un referendo por salir de la UE. Agregó que “el número de hogares vulnerables podría aumentar debido a un panorama económico más duro”.
El titular del BoE también volvió a dar señales de una rebaja en las tasas de interés (que se mantienen en un mínimo histórico de 0,5% desde marzo de 2009), lo cual podría ocurrir el jueves de la próxima semana, al concluir la reunión de política monetaria que comienza hoy.
En paralelo a las declaraciones del BoE, representantes de algunas de las entidades financieras más grandes del país se reunieron con el ministro británico de Finanzas, George Osborne. A la salida del encuentro, en una declaración conjunta también firmada por el secretario de Estado, los ejecutivos dijeron que “los principales prestamistas de Reino Unido, que nos reunimos con el ministro de Finanzas esta mañana, acordamos ahora dejar disponible un capital adicional para respaldar el crédito a las empresas y familias británicas en esta etapa desafiante”.
En la reunión estuvieron presentes los presidentes o directores de Virgin Money, Santander UK, HSBC, Metro Bank, Royal Bank of Scotland, Nationwide Building Society, Barclays y Lloyds Banking Group.
Los anuncios del BoE y la banca británica llegan en medio de la incertidumbre política por las negociaciones del Reino Unido para acceder al mercado único de la UE. Ayer, el ministro encargado de preparar el diálogo, Oliver Letwin, sostuvo que el gobierno tiene una escasez de expertos para enfrentar esas conversaciones.
Economía post Brexit
Las medidas planteadas por el BoE buscan hacer frente al fuerte remezón en los mercados tras el voto por abandonar la UE. Mientras la mayor parte de las acciones británicas ha logrado recuperarse de la caída inmediatamente posterior al referendo, tres de los grandes prestamistas aún se mantienen con una baja del 25%.
En ese contexto, algunos fondos de inversión inmobiliaria han decidido suspender los retiros de dinero. Ayer, Aviva y M&G siguieron el ejemplo que el lunes había dado Standard Life, el tercer mayor fondo de inversión sin límite fijo del sector.
En conjunto, la medida prácticamente congela un total de US$ 11.900 millones de inversión inmobiliaria. Aviva justificó su decisión aduciendo condiciones de mercado “extraordinarias”.
En tanto, la confianza de las empresas, medida por YouGov, mostró una fuerte caída al comparar las cifras en la anteseala del referendo y los posteriores al mismo. En la encuesta más reciente, tomada entre el 28 de junio y el 1 de julio, la proporción de empresas que declaran un espíritu pesimista sobre la economía inglesa llegó a 49%, casi el doble del 25% reportado en la medición anterior.
“Estas cifras muestran lo que pasa en la calle y sugieren que hay una reacción de shock significativa”, dijo el director del instituto, Scott Corfe. “No sólo hay más pesimismo en las empresas en general, sino que sus propias expectativas de ventas domésticas, exportaciones e inversiones para los próximos doce años han caído por un barranco”, concluyó.
Panorama de incertidumbre
El FPC aseguró que monitorea “de cerca” los cinco riesgos clave que incluyen un déficit de la cuenta corriente, que por ahora se mantiene en casi 7% de la economía británica y que necesita ser financiado por inversión interna. El panel también vigila la evolución de los precios en el mercado inmobiliario, la vulnerabilidad de los hogares y dueños de tierra endeudados, el panorama económico global y la frágil liquidez en los mercados financieros.
“Mientras evoluciona el panorama, el FPC está listo para tomar otras acciones que se consideren apropiadas para apoyar la estabilidad financiera”, dijo el banco central en su reporte.
La atención ahora se centra en el Comité de Política Monetaria (MPC), que hoy inicia una reunión cuyas conclusiones se anunciarán el jueves de la próxima semana. Carney dijo que cualquier decisión sería “cuidadosamente analizada” y que tomaría en cuenta los riesgos a la estabilidad financiera que traen los bajos costos de los créditos.
No obstante, un recorte de la política monetaria históricamente baja podría tener pocos efectos sobre la economía inglesa. “En nuestra opinión, una baja en las tasas en los meses que vienen sería bastante inútil, aunque aparece como una posibilidad muy real”, dijo a Reuters el economista de Fathom Consulting Oliver Jones. “El MPC también parece estar pensando en retomar el alivio cuantitativo, con una posible expansión del foco. Comprar bonos corporativos sería la opción más efectiva para el banco”, apuntó.
El BoE actualizará sus previsiones económicas el 4 de agosto. Carney sentenció ayer que “en este ambiente, de aguda incertidumbre, es extremadamente importante apuntar bien a cualquier acción monetaria, sea la que sea”. Agregó que los miembros del MPC están “pensando en las potenciales consecuencias, intencionadas y no intencionadas”.
Italia es ahora el otro gran riesgo para Europa después de Reino Unido
Por María Gabriela Arteaga
El riesgo más grande de este año para los políticos europeos, fuera de Reino Unido, está en Italia. Así lo consideró Citigroup, luego de que el primer ministro de ese país, Matteo Renzi, pidiera una votación sobre una ambiciosa reforma del sistema político y adelantara que, en caso de perder, seguiría los pasos de su par británico, David Cameron, y renunciaría al cargo.
La consulta está prevista para octubre pero ya ha empezado a generar temores entre inversionistas y en los bonos italianos, que experimentan una vez más un desempeño peor al de sus similares españoles. Por primera vez en casi un año, la tasa de interés de los títulos italianos a diez años superó a la de la deuda ibérica.
Riesgos del referendo
Los italianos votarán la propuesta de Renzi que busca reducir el número de senadores, desde 315 a 100, y limitar el poder de la cámara alta para destituir gobiernos. Según la más reciente encuesta de Euromedia, 34% votaría en contra y 28,9% a favor. Los indecisos suman la mayor parte del electorado con 19,4% que no ha definido cuál opción respaldará y 17,7% que duda si acudirá a las urnas. "Un resultado negativo conllevaría a una nueva fase de incertidumbre política extremadamente elevada, con una notable ausencia de los principales líderes de centro y elevando el riesgo de movimientos populistas", auguró Marco Protopapa, economista de JP Morgan en Londres.
El movimiento anti-sistema Cinco Estrellas se perfila como el real beneficiario de la consulta debido a que, según una encuesta del instituto Demos de la semana pasada, ha logrado superar al Partido Demócrata del premier y convertirse en el grupo más popular del país. Es precisamente esa organización la que promueve un referendo sobre la membresía de la nación dentro de la Eurozona.
Pero también habría consecuencias económicas. Tras advertir sobre los efectos del referendo en Reino Unido, Confindustria pronosticó que la economía italiana caería en recesión, en caso de que se rechace la reforma del senado, y que las inversiones caerían 17 puntos por más de tres años.
A la baja
Por segundo día consecutivo, los bonos italianos cayeron ayer al tiempo en que la crisis bancaria se profundizó, con reguladores presionando a prestamistas a obtener capital y a sanear sus balances.
El banco italiano Banca Monte dei Paschi di Siena registró un fuerte retroceso de hasta 20% en la Bolsa de Milán, ante los rumores de intervención pública. El Ejecutivo mediterráneo estaría considerando inyectar capital para impulsar las finanzas de su tercer mayor prestamista previo a los resultados de las pruebas de estrés del Banco Central Europeo (BCE). De confirmarse, sería el tercer rescate público de la entidad más antigua del mundo, que ha sido alertada por el BCE a deshacerse de otros US$ 10 mil millones en préstamos tóxicos.
Al cierre de ayer, los títulos del banco se cotizaban en 0,27 euros y en lo que va de año perdían el 78% de su valor.
