Reducir los impuestos corporativos, simplificar el código tributario y aliviar la carga de la clase media estadounidense. Todas estas promesas de campaña de Donald Trump, repetidas en reiteradas ocasiones y discutidas por meses a puertas cerradas, finalmente tomaron forma ayer, cuando el comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes de Estados Unidos presentó el proyecto de reforma tributaria que será discutido en las próximas semanas en el Congreso. “Es el inicio del fin de este horrible código tributario”, aseguró el presidente del comité, Kevin Brady.
De ser aprobado, el proyecto reducirá el impuesto corporativo de 35% a 20%, rebajará la carga para los pequeña empresas y sociedades de 39% a 25% e introducirá un tributo de 12% a los ingresos que las empresas multinacionales estadounidenses mantienen en el extranjero, para incentivar el retorno del capital al país.
Contrario a los temores de los demócratas, en el ámbito individual, el proyecto parece beneficiar a la clase media. Mientras mantiene intacta la tasa de tributación para los más ricos, en 39,6%, duplica el ingreso que no será sujeto a impuestos a
US$ 12 mil e introduce nuevos créditos tributarios para las familias. También simplifica el código, dejando cuatro de siete categorías tributarias.
Dudas por el déficit
El proyecto será discutido en las próximas semanas en el Congreso, y según Brady, podría cambiar de forma incluso antes del lunes, cuando está agendada la primera audiencia. El principal punto de tensión será el déficit que generarían los recortes.
La intención de la administración de terminar con deducciones tributarias para cerrar el déficit fiscal, no prosperó, ya que se mantuvieron intactas, sin contar los límites puestos a las exenciones por impuestos locales y estatales a la propiedad e intereses hipotecarios.
La resolución presupuestaria aprobada esta semana –que autoriza ampliar el déficit fiscal en US$ 1,5 billón (millón de millones) en la próxima década- permite a los republicanos aprobar la reforma tributaria sin apoyo demócrata.
“Presionen por el mayor recorte de impuestos en la historia”, pidió Trump el miércoles. Anteriormente, señaló como la fecha para su aprobación el Día de Acción de Gracias, el 23 de noviembre.
Pero lograrlo antes de fin del año será difícil. “Están trabajando con los republicanos uno por uno”, dijo a Bloomberg el representante Tom MacArthur.
Críticas empresariales
Además de la batalla que se viene en el Congreso, el plan ya generó fuertes críticas desde el sector empresarial. Las pequeñas empresas manifestaron que el recorte no beneficiará a la mayoría de ellas, mientras que el sector inmobiliario –cuyas acciones cayeron 1,6% tras el anuncio- advirtieron que tendrá un impacto en los precios.
“Eliminar o anular los incentivos tributarios a las propiedades pone en riesgo el valor de las casas y a los propietarios de clase media”, dijo la Asociación Nacional de Corredores de Propiedades.
Las multinacionales tampoco quedaron contentas con la tasa de impuesto a activos en el exterior, que se esperaba que fuera menor.
El S&P 500 bajó levemente antes de recuperarse, mientras que el dólar marcó sus mínimos en una semana contra una canasta de seis divisas en la tarde. “El mercado cree que la posibilidad de que se apruebe la reforma tributaria rápidamente ha disminuido. El mercado cree que no será suficiente para ser significativa”, dijo a Reuters Douglas Borthwick, director administrativo de Chapdelaine Foreign Exchange.
Principales puntos del documento
IMPUESTOS CORPORATIVOS
Reduce de 35% a 20% la tasa del impuesto corporativo.
Baja la tasa para las pequeñas empresas y sociedades de 39% a 25% e introduce marcos para separar los ingresos individuales de los empresariales para evitar abusos. Los "servicios profesionales" –de médicos y abogados- no calificarán.
Introduce un impuesto de 12% a las empresas multinacionales estadounidenses que mantienen sus ingresos en el exterior. Permite a las pequeñas empresas quedar exentos del pago de intereses de préstamos.
IMPUESTOS INDIVIDUALES Y EXENCIÓN
Reduce de siete a cuatro las categorías de impuestos individuales: serán de 12%, 25%, 35% y 39,6%; deja la tasa máxima para las personas más ricas sin cambios.
Duplica la renta libre de impuestos, a US$ 12 mil para individuos y US$ 24 mil para parejas.
En seis años, termina con el impuesto de 40% a las propiedades de más de US$ 5,5 millones.
Reduce las deducciones federales por impuestos estatales y locales a las propiedades a US$ 10 mil, y de intereses hipotecarios a las viviendas nuevas a US$ 500 mil, desde US$ 1 millón.