"Si vamos a llegar a lugares como Marte, ¿por qué no a la Tierra?" preguntó esta mañana Elon Musk, creador de la empresa de autos eléctricos Tesla y la aeroespacial SpaceX, a una multitud en el Congreso Astronáutico Internacional en Australia.
Al finalizar una presentación profundamente técnica sobre su sueño de colonizar Marte, el emprendedor cerró con una sorpresa: una nueva invención que busca permitir a las personas trasladarse a cualquier punto de la tierra en menos de una hora.
Se trata de un cohete que Musk ha denominado BFR y que tendría capacidad para mover a unas 100 personas a la vez. ¿El precio? No demasiado. En un mensaje en Instagram, Musk aseguró que "el costo por cada asiento debería ser más o menos el mismo que la clase económica en un avión. Olvidé mencionar eso".
SpaceX ya tiene como clientes a varios operadores de satélites comerciales y las ganancias de ese negocio permitirían a la empresa financiar el desarrollo del BFR, que, según Musk, también sería capaz de llevar a tripulantes y carga a la Estación Espacial Internacional y completar misiones a la luna y Marte.
Musk, cuya fortuna alcanza un valor neto de cerca de US$ 21.000 millones según Bloomberg, ha asegurado que usaría su propio dinero para ayudar a financiar sus planes si fuera necesario.
BFR viene a reemplazar al llamado "Dragón Rojo", con el que el emprendedor había prometido llegar a Marte el próximo año. El nuevo plan contempla que el cohete llegue al planeta rojo en 2022 y sea capaz de llevar a humanos al mismo dos años después.
SpaceX ha completado 13 lanzamientos este año para clientes como la Nasa, el Ejército de EEUU y operadores comerciales, además de tener varias misiones en desarrollo.